"O hacemos televisión como la hace el enemigo o no tenemos nada que hacer"
Pablo Iglesias tiene dos caras según la cámara que le esté enfocando: la amable y moderada es la que suele mostrar en laSexta y Cuatro, las dos televisiones que le protegen y le hacen de altavoz. La cara radical y sectaria la suele mostrar en programas marginales y de poca audiencia, como en este caso en una entrevista con Cubainformación TV en junio de 2013, el canal online de la publicación procastrista Cubainformación, de la Asociación Euskadi-Cuba y que cuenta con el apoyo del Gobierno vasco (PNV) y la Diputación Foral de Guipúzcoa (en manos de Bildu), según se informa en su sitio web:
Cubainformación es una herramienta del Movimiento de Solidaridad con Cuba para informar acerca de la realidad de este país, incidiendo especialmente en los aspectos que de una manera sistemática silencian, censuran o manipulan los grandes medios de comunicación internacionales.
La cuestión de los medios de comunicación aparece en diversas ocasiones, pero hay una parte en la que Pablo Iglesias se muestra especialmente claro.
Si la comunicación es un derecho, no es susceptible de ser mercantilizado, de ser privatizado. El mayor ataque contra la libertad de expresión es que existan medios de comunicación de propiedad privada, que respondan a los intereses privados, corporativos de multimillonarios, que es lo que está ocurriendo en estos momentos.
Precisamente lo dice quien ha sido aupado mediáticamente por los dueños millonarios de Atresmedia y Mediaset.
A continuación explica cuál debe ser, según el, «la política de un Gobierno democrático». Lo hace utilizando la expresión de «democratizar la información». Ese mismo lenguaje es el utilizado por el Gobierno de Rafael Correa en Ecuador, bajo cuyo mandato, según denuncian diferentes organizaciones internacionales, se ha deteriorado profundamente la libertad de expresión. Iglesias desarrolla la idea:
Claro que el Estado, en tanto que aceptamos esa ficción de que el Estado representa a los ciudadanos, tiene que tomar el control y regular el marco jurídico que regule el derecho a la información, que es un derecho público. Pero eso tiene que ser también con formas de democratización desde la base que implique de los medios comunitarios puedan operar. Es decir, hacer compatibles estructuras públicas institucionales junto con estructuras publicas no institucionales que impliquen que organizaciones de la sociedad civil puedan gestionar directamente medios de comunicación como medios de expresión de la democratización de los mismos.
Asociaciones de vecinos, de barrios, de sindicatos, organizaciones estudiantiles conviviendo con las organizaciones estatales en tanto que representativas de la voluntad popular. ¿Eso qué es lo que implica? Hacer desaparecer a los mercaderes de los medios de comunicación. La libertad de expresión será libertad de expresión cuando los medios de comunicación respondan realmente a los intereses públicos. ¿Quiénes representan a los intereses públicos? Las organizaciones sociales, la sociedad civil, no siempre tenemos que estar de acuerdo con todas y eso garantiza la pluralidad, y las distintas instituciones estatales y subestatales.
En ningún caso grandes banqueros, grandes oligopolios indrustriales, multimillonarios. Eso es lo que va contra la libertad de expresión.
Con anterioridad, preguntado por su participación en tertulias de grandes televisiones privadas, en esa misma entrevista se había justificado de esta manera:
O asumimos, con nuestro propio estilo, jugar en lo que a la televisión se refiere, hacer televisión como la hace el enemigo o no tenemos nada que hacer.