"En España hay una extrema izquierda que no existe en el resto de la Unión Europea"
Si hubiera alguien que pudiera personalizar el periodismo español de las últimas cuatro décadas sería Victoria Prego (Madrid, 1948), considerada por muchos como la cronista de la Transición a la democracia. Durante su carrera ha sido uno de los rostros más importantes de medios como TVE, RNE y Antena 3 Televisión. En el año 2000 se incorporó a El Mundo, diario del que en la actualidad es adjunta al director en Opinión.
Prego ha conversado con Periodista Digital para repasar los hechos más importantes de la política española desde el final del franquismo, así como sus protagonistas, o comentar la relación con los medios de los diferentes presidentes del Gobierno con los medios de comunicación.
EXTRACTOS DE LA ENTREVISTA
Como en España tenemos una pulsión suicida, que está de manifiesto ahora, nos dedicamos a echar por tierra uno de nuestros grandes logros [la Transición].
La amnistía, de la que tanto se habla, la pedía la izquierda para sí.
Carrillo y Fraga son dos personajes claves en la historia de España desde posiciones ideológicas opuestas, pero los dos con la disposición de ceder las posiciones respectivas para alcanzar un consenso y un acuerdo.
El Partido Socialista en los años 70 prácticamente no existía.
Felipe González hizo lo que tenía que hacer: un partido socialdemócrata como los europeos.
Ahora aquí hay una extrema izquierda que en la Unión Europea no hay, y en la Unión Europea hay una extrema derecha que aquí no hay.
La renovación de Zapatero no fue tal, realmente se cargó el partido. Se cargó los consensos con el centro derecha, hizo posible el Estatuto de Cataluña de septiembre de 2005, que era un estatuto literalmente soberanista.
Zapatero es el autor del estado en el que se encuentra el PSOE ahora, Rubalcaba ha sido heredero de muchas lacras en el Partido Socialista. Y Felipe González justamente hizo lo contrario: aglutinó a todo el socialismo español, lo encajó en la socialdemocracia, modernizó el país y tiene un papel impagable.
El PSC ha tenido unos dirigentes que son las élites de las familias catalanas y ha cometido el error gravísimo de gobernar con ERC.
En este momento vivimos rodeados de especulaciones, de chismes, de cotilleos, de rumores; eso es lo que prima en este momento. Claro que el golpe de Estado fue un golpe de Estado, un intento de golpe de Estado que el Rey paró.
Suárez era una persona insegura y la prensa le daba miedo. Entre otras cosas porque la prensa nunca fue de su cuerda, la prensa no era partidaria de Suárez. Empezaron a criticarle y hablar del desencanto prácticamente después de las elecciones generales.
Felipe González, y el PSOE en general, tuvo un seguimiento y un apoyo de los periodistas españoles, cuando toda eran la oposición, excesivo, porque los periodistas llegaron a hacerse amigos de los políticos. No hay error más nefasto que ese. ¿Y qué pasó? Que cuando llegó al poder no podía coger el teléfono y ponerse a hablar todos los días con 58, y entonces empezaron a detestarle. Hubo auténticos enemigos de Felipe González.
Calvo Sotelo hizo una presidencia muy breve pero extraordinariamente importante, y nunca nadie le hace caso.
Aznar nunca fue simpático con la prensa. Nunca jamás en la vida. A veces es cordial, tengo que decir que conmigo lo es, pero nunca ha sido simpático. Ni en la primera legislatura ni en la segunda.
Aznar creyó que cerró el proceso autonómico, grave error.
Zapatero es encantador. Es cariñoso, es respetuoso, aguanta las críticas sin que se le mueva un pelo, y mira que ha tenido. Y con la prensa era excelente. Zapatero tiene cosas buenas y cosas malas. Las buenas son casi todas personales, y las malas son de gobierno.
Si Aznar era difícil, Rajoy es imposible. Cuando está con los periodistas, está en posición defensiva y todo su interés es no proporcionar ningún titular. Eso es su interés y lo que le gusta. No quiere relaciones con la prensa en absoluto. Personalmente es una persona cordial, educada, muy tolerante, es excelente; pero en su relación con la prensa es sencillamente un presidente imposible.
Entrevistar a Rajoy para publicar es garantía de frustración.
Felipe González sí intervino y quiso intervenir [con llamadas a medios de comunicación privados para que quiten a determinadas personas]. Zapatero no. Era un encanto, toleraba todo y no intervenía prácticamente en nada. Rajoy interviene muy poco, a pesar de lo que se dice.
Aznar intervino en las televisiones, como Felipe González.
Si Pujol fue un traidor desde el principio no lo sé, eso me lo pregunto muchas veces.
En el caso Nóos el nuevo Rey puso tierra por medio desde el principio.
El periodista está para contar las cosas, dar su versión, y no está para pegarse dando por lo bajo.
La corrupción es un problema endémico en España.
Caja Madrid era modélica y entraron los partidos políticos y los sindicatos y se lo cargaron todo completamente.