LA CLAVE DEL DÍA

La Razón se apiada de Ana Botella y atribuye a la «mala fortuna» el fracaso de su gestión

Marhuenda achaca la desilusión por no conseguir los Juegos a que la "ilusión colectiva" había puesto en ello demasiadas esperanzas

El Mundo sostiene que el juicio a Aguirre no invalida su candidatura

Quien lea el editorial de La Razón sobre la dimisión de Ana Botella se preguntará al final por qué la esposa de José María Aznar ha renunciado a presentarse a las elecciones de 2015 si lo ha hecho todo tan bien.

Para el periódico que dirige Francisco Marhuenda, Botella ha reducido el déficit municipal y apenas ha subido los impuestos. La desgracia para la alcaldesa es que «no la (sic) ha acompañado la buena fortuna». En la tragedia de las cinco muertes en el Madrid Arena, Botella no parece haber tenido responsabilidad alguna, salvo presidir la alcaldía.

Y en asuntos como la decepción por el tercer fracaso en la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos, el editorialista culpa no a la organización ni a los medios de comunicación, sino a que los madrileños habían puesto en el Comité Olímpico Internacional «demasiadas esperanzas», olvidando la campaña hecha por medios de comunicación como La Razón.

Para ABC, Botella tiene los méritos de no haber «perdido la compostura» ante las campañas contra ella por su familia y de haber actuado con «generosidad política».

Y El Mundo si bien constata que Ana Botella ha sufrido ataques dirigidos a su marido también reconoce que sin éste no habría llegado a la alcaldía. Por último, afirma que Esperanza Aguirre sigue siendo una excelente candidata para 2015.

El País no considera suficientemente importante esta noticia para editorializar sobre ella.

LA RAZÓN

Quien suceda a Ana Botella al frente del Ayuntamiento de Madrid recibirá una ciudad solvente, con la deuda generada durante el último periodo de expansión completamente saneada, unos presupuestos con superávit, las menores tasas impositivas de entre las grandes capitales del país y con una Administración municipal eficaz y equilibrada. Una ciudad, en suma, que ha sabido superar las consecuencias de la crisis de la mano de una mujer inteligente, en nada afecta al populismo

Y, sin embargo, no siempre en política la buena gestión, especialmente la que ha debido llevarse a cabo en circunstancias difíciles, llega a calar en el ánimo de los electores y a ser percibida en su verdadera dimensión.

Además, no la ha acompañado a la alcaldesa la buena fortuna. En este sentido, su gestión quedó marcada por la tragedia del Madrid Arena del 1 de noviembre de 2012, a la que se enfrentó con decisión, depurando responsabilidades y abordando la renovación del Gobierno municipal, pero, también, llevando a cabo una reforma de la normativa de espectáculos y de seguridad de las más avanzadas de España. Tampoco tuvo -realmente nadie lo esperaba- el menor apoyo por parte de los grupos municipales de la oposición ni de los sindicatos de funcionarios a la hora de encarrilar las cuentas y racionalizar un gasto que amenazaba con asfixiar el futuro de la ciudad.

Y, por ende, tuvo que presidir el fracaso de una candidatura olímpica sobre la que la ilusión colectiva había puesto demasiadas esperanzas.

Con su paso atrás, la alcaldesa ha demostrado una vez más su lealtad al Partido Popular

ABC

Botella recibió un legado muy complejo, que se agravó con la tragedia del Madrid-Arena (mal gestionada en un principio) y con el fracaso (el tercero de la saga) de la candidatura olímpica, este último con connotaciones personales hacia la alcaldesa que rozaron la infamia. Estos episodios, unidos a una imagen pública que nunca llegó a remontar el vuelo, han velado la buena gestión económica y administrativa en el consistorio

Botella ha actuado con generosidad política y dignidad personal. Pocos políticos han sido objeto de campañas de desprestigio tan crueles como las que ella ha sufrido -sin duda, en buena medida por ser la esposa de José María Aznar- y pocos como ella han sabido mantener tanto la compostura. Botella ha sido consciente de que la estaban tratando en el PP como un problema. Una vez solucionado ese problema, los populares no deben defraudar a sus electores con la candidatura a la alcaldía de Madrid.

EL MUNDO

Sobre la designación de Botella se cernió entonces una sombra de recelos, acentuada acaso porque su marido es José María Aznar. Hay que admitir que Botella ha padecido por ser la esposa de uno de los personajes más relevantes de la derecha española. Aunque a nadie escapa que esta misma circunstancia ha sido decisiva en su carrera política. En cualquier caso, durante los dos años y nueve meses que Ana Botella lleva en la Alcaldía no ha sabido conectar con los madrileños ni restañar las susceptibilidades en torno a su figura.

Hay quienes aventuran que la situación procesal de Aguirre, por su problema con los agentes de movilidad, la excluye como aspirante. No está nada claro que para Rajoy, o para los electores, ése sea un hecho invalidante.

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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