El PSOE, satisfecho de que el PP no cambia las leyes de "ingenieria social" de Zapatero
Los indicios de que el Partido Popular puede retirar el proyecto de reforma de la Ley Aído sobre el aborto es el tema del principal editorial de este 16 de septiembre de 2014, de ABC, que se titula: ‘Aborto: cuestión de principios’.
El periódico conservador, que ha expresado su malestar con el Gobierno y el partido de Mariano Rajoy varias veces, insiste en que la reforma del aborto es un compromiso electoral y, además, una cuestión de principio, cuyo abandono le puede perjudicar más que beneficiar.
ABC pone los puntos sobre las íes al actual PP al recordarle que perder la batalla cultural frente a la izquierda no le va a hacer ganar votos entre ésta.
El paso de la oposición al Gobierno parece haber mutado la escala de prioridades y el sistema de valores del PP, ante la satisfecha mirada del PSOE, que se ratifica en su pronóstico de que los populares nunca se atreverían a cambiar las leyes de ingeniería social del zapaterismo. No cabe interpretar de otra manera las vacilaciones a la hora de cumplir un aspecto relevante del programa electoral que los llevó, con mayoría absoluta, a La Moncloa.
Es un problema ideológico, y medular, pues afecta a las convicciones doctrinales del partido. Porque hay cuestiones en la ‘ley Aído’ que son inaceptables y que el PP debió derogar desde el comienzo de su legislatura: el aborto nunca puede ser un derecho subjetivo de la mujer, ni es aceptable un sistema de plazos -porque es inconstitucional-, ni se debe convivir con una ley que permite a una menor de edad abortar sin el aval de sus padres.
Hoy, algunos dirigentes del PP piensan que no es momento de plantear esta reforma porque restará votos. Pero han de caer en la cuenta de que lo que resta votos es la falta de autenticidad de un partido con su ideología, no la coherencia en aplicar el programa electoral. Ahora todo son temores ante la sucesión de elecciones en 2015, pero tiempo tuvo el Gobierno de abordar esta cuestión al comienzo de la legislatura. Y si es por echar cuentas, que tenga presente el Gobierno que la mayoría de los que aplauden esta posible marcha atrás nunca cogerán su papeleta.