OPINIÓN / REPASANDO COLUMNAS

Ruiz-Quintano compara el saqueo de Caja Madrid con el espíritu de la Transición: «Donde hay pacto, hay reparto»

Salvador Sostres le da la puntilla a Artur Mas después de renunciar al referéndum: "Es un mediocre y un mentiroso"

Tertsch da por sentada la muerta de la democracia liberal e insta a escoger entre Hungría y Venezuela

¡Cómo cuesta encontrar este 14 de octubre de 2014 columnas que destaquen! Por supuesto, no busco en El País, donde Antonio Caño, seguramente por orden de Juan Luis Cebrián, ha renunciado a despuntar en la opinión pública. Pero es que en El Mundo, ABC y La Razón encuentro muy pocos diamantes.

Columnas entretenidas y aseadas, las hay; columnas con mordiente, no. Le aseguro, amigo lector, que he consumido un par de cigarrillos mientras pensaba con qué columnista de los habituales titular.

Raúl del Pozo (El Mundo) escribe sobre el regreso de un pájaro minúsculo a la provincia de Madrid: el carricerín. Alfonso Ussía  (La Razón) pide la supresión de las homilías en las misas. Ignacio Camacho (ABC) cuenta lo que le dijo un confidente del PP en la recepción en Palacio. Arcadi Espada (El Mundo) cae en el defecto de Luis María Anson de usar la columna para publicar reseñas de libros de amigos y criticas de obras de teatro, y elogia un libro del filósofo Fernando Savater. Pilar Rahola (La Vanguardia) nos instruye sobre el caso de contagio de ébola en EEUU…

Me da la impresión de que los columnistas están afilando el lápiz para clavárselo a Artur Mas en los próximos días, después de reconocer que no habrá consulta/referéndum el 9 de noviembre. Bueno, salvo la doctora Rahola.

De modo, querido lector, que si esta revista de columnas no es de su gusto, no dispare al mensajero. Yo le traigo lo que hay en el kiosko.

La columnas más sugestiva es la que firma Ignacio Ruiz Quintano en la última de ABC, que podría ser la arenga del caudillo de Podemos de no ser por lo bien escrita que está. Al periodista burgalés le llama la atención la coincidencia de todos los partidos y los sindicatos de clase en el latrocinio de Caja Madrid y sólo encuentra semejante unanimidad en los inicios de la Transición.

Políticamente, en cambio, me parece la metáfora del 76, es decir, del espíritu de la Santa Transición, que ya nos había dejado dicho Ortega (vamos a creer que esta idea sí era suya) que donde hay pacto hay reparto. El reparto de Cajamadrid era el oso del padre Piquer, y el del 76, el toro de España, que va de Miguel Hernández («Llamo al toro de España») a Jesulín («España es como un toro»). ¿Y los «eres» andaluces? Los « eres » andaluces no valen como imagen del consenso porque falta la derecha sentada a la mesa, con lo cual, si Azcona y Berlanga vivieran, tendrían que centrarse en la tabla redonda de las tarjetas de Cajamadrid, que va del liberalismo pipero (de comer pipas) de Abejas al comunismo prosoviético (sic) de Moral Santín, pasando por todo el sindicalismo vertical de socialistas y comunistas.

Es lo que técnicamente el comunismo posibilista de Carrillo llamó «reconciliación nacional», término arrebatado al catolicismo posconciliar, pues esta gente viene de letras. Si vendrá de letras esta gente que de números sólo recuerda el pin de la tarjeta del padre Piquer.

Jaime Peñafiel (Republica.com) nos da una noticia: Carmen Romero está enferma de cáncer y quien fue su marido durante décadas y padre de sus tres hijos no se ha molestado en ir a verla.

Carmen Romero está atravesando unos duros momentos a causa del cáncer de mama que le ha obligado, estos días, a internarse en el hospital donde, afortunadamente, parece que se recupera sin que su ex marido, Felipe González, se haya preocupado nunca por el grave más que delicado estado de su salud.

Desde que supe de su separación matrimonial pero, sobre todo, hoy con su grave enfermedad, me entristece recordar las palabras que me dijo en una de nuestras conversaciones: «Yo no sé qué significa eso de ser feliz… pero, por lo menos, el nuestro es un matrimonio equilibrado. Yo respeto su independencia y él respeta la mía. Prefiero vivir con él pero sin depender de él… Nunca me ha gustado hacer proyectos de futuro quizá porque he tenido siempre la angustia metida muy dentro. Pensaba que cualquier día le pegarían un tiro a Felipe y ya está».

¡Qué lejos estaba de pensar que el tiro se lo daría él en su corazón, destrozando su vida y su salud!

¿Saben ustedes que el nombre de «Isidoro» que Felipe González utilizaba en los años de clandestinidad se lo inventó Carmen?

Sic transit gloria mundi.

PLANAS: A TRABAJAR EN TV3 CON LA CAMISETA AMARILLA

En su columna ‘La consulta ha muerto’, Salvador Sostres (El Mundo) pone a caldo a Artur Mas, a su jefe de prensa, Joan Maria Piqué, y a sus paisanos que votan al primero.

Mas es un mediocre y un mentiroso. Se lo dije una noche a su jefe de prensa y muy querido amigo mío, Joan Maria Piqué, y desde entonces no me habla. El tiempo me ha dado la razón, como siempre. ¡Qué cansado es tener razón! ¡Y qué caro!

España habrá ganado sin tener ni que comparecer al encuentro. Será otra derrota de Cataluña, y una de las más humillantes, porque habrá sido contra nosotros mismos y no tendremos ninguna excusa. Habremos perdido por incapaces, porque preferimos que nos mientan a escuchar la verdad dolorosa que podría hacernos reaccionar. Habremos perdido porque Arcadi Espada es el enemigo y Pilar Rahola heroína nacional. Nunca supimos pasar el horizonte envejecido ni mirar en el fondo de los sueños. Yo me alejé, pero llevo en la mano aquel cielo nativo con un sol gastado.

El problema de Cataluña no es España ni su relación con España. Ni la pertenencia es el problema, ni la solución es la independencia. El problema es la libertad, y la calidad, y que Cataluña no responde hoy a ninguna idea que inspire ningún deseo de mundo mejor ni que sea capaz de interpelar a los espíritus libres. Que tengamos un presidente manifiestamente mediocre y flagrantemente mentiroso tiene indiscutiblemente que ver con nuestra propia mediocridad y con nuestro muy acreditado gusto por que nos mientan. You talk of liberty, ¿how can Catalonia be free?

Pablo Sebastián (Republica.com) se anticipa a los demás columnistas y afirma que  Artur Mas está condenado por mucho que Mariano Rajoy y la burguesía catalana traten de salvarle.

Da la impresión de que casi todos están empeñados en salvar a Mas. Por una parte su propio partido Convergencia -los de Unió no quieren elecciones plebiscitarias-, por otra la burguesía y poder económico catalán que lo secundó, y hasta Mariano Rajoy le envía señales de humo diciéndole que está dispuesto a recibirlo el día 10N en la Moncloa si renuncia a romper la legalidad.

Los que no están tan seguros de querer salvar a Mas y que ello sea una buena cosa son sus colegas de la izquierda en el proceso secesionista.

O sea que Mas está metido en su propia trampa y no sabe que hacer. Aunque tiene, eso sí, una salida que le ofrece el PSC: agotar la legislatura con apoyo de los socialistas, ir a la Moncloa a negociar con Rajoy un nuevo estatus para Cataluña y romper de una vez por todas con ERC, lo que además salvaría su relación con Unió y Duran i Lleida. Ésta, en cierta forma sería, la salida constitucional a la crisis. Pero ese camino también incluye una trampa mortal para Mas porque es muy largo y difícil de transitar, y porque si en la mitad del recorrido alguien -PSOE o PP, o los dos- cambia de opinión él se quedaría al descubierto, sin salida y tildado de traidor. De ahí que Mas solo tiene dos salidas a su difícil situación: ponerse en las manos de ERC; o presentar la dimisión.

M. Dolores García expone qué va a hacer Artur Mas el 9-N para tratar de no quedar como un mentiroso ante su parroquia. Como se publica en La Vanguardia del conde de Godó, le doy crédito:

Mas explicará hoy la alternativa a la consulta para el 9-N. La fórmula que se ha estudiado durante los últimos días consiste en acudir a la parte de la ley de Consultas no suspendida por el TC, en concreto al apartado de «procesos de participación» ciudadana impulsados por el Govern. Se haría en locales de la Generalitat, lo que reduce el número de puntos de votación a la mitad de los previstos en la consulta suspendida por el Constitucional. La celebración de ese «proceso de participación» que baraja el president Mas se haría con la ayuda de voluntarios, lo que hace inviable cualquier intento de neutralidad en una votación.

Y para acabar, una descripción del ambiente que existe en TV3, televisión pública que pagan todos los españoles, hecha por Pablo Planas (Libertaddigital.com).

Después de tanto tiempo y tanto TV3, el lavado de cerebros ha llegado a tal extremo que hay camarógrafos de la mencionada televisión que van a trabajar vestidos de uniforme; esto es, con la camiseta amarilla oficial de la manifestación de la V, que es al separatismo lo que la cruz gamada a Berlín 1939. Tal ofensa a la imparcialidad, la objetividad y el buen gusto se perpetra con alegre desparpajo, de tal modo que no resulta en absoluto extraño que si Oriol Puig, hermano del mejor amigo del primer hijo de Pujol, dice que el 12 de octubre de 2014 va a llover en Barcelona, en TV3 una caterva de periodistas amarillos se lo crea y lo difunda. Puede que no les haga falta ni una orden por escrito.

¿QUÉ POPULISMO PREFIERE: EL DE HUNGRÍA O EL DE VENEZUELA?

En ABC encuentro dos columnas muy recomendables sobre la crisis de la democracia liberal en Europa en general y en España en particular.

Edurne Uriarte acusa a muchos de los ciudadanos que regurgitan su malestar en la calle y en las redes sociales, y también a los medios de comunicación. Ambos culpan al Gobierno hasta de los accidentes causados por una irresponsabilidad individual.

Tan dañino para la política democrática como lo anterior es la segunda clave, la de ese ciudadano irresponsable alimentado por la propia élite política y por los medios de comunicación. Ese ciudadano que atribuye todas las responsabilidades a los políticos, al Estado, y que no asume ninguna por mucho que esto de la democracia signifique responsabilidad compartida. Consiste en que todo es culpa de los políticos, incluidos los accidentes provocados por un error humano. Incluido un contagio provocado por un error humano. Lamentable el espectáculo de tantos medios de comunicación incapaces de cuestionar esta reacción de irresponsabilidad colectiva, incapaces de decir una sola palabra ante hechos tan graves como los de algunos profesionales sanitarios renuentes a tratar una enfermedad como esta o que censuran al Gobierno lo que deben censurar a algunos de sus compañeros.

El resultado, más odio a los políticos y mayor crisis de la política democrática, tocada por la corrupción de algunos políticos y la irresponsabilidad de algunos ciudadanos.

Hermann Tertsch (ABC) está hoy pesimista. Para él, el triunfo del populismo es casi inevitable, y entre la Venezuela de Podemos y la Hungría donde Viktor Orban ha obtenido otra victoria electoral prefiere a ésta.

La democracia liberal, ideologizada, prisionera de su corrección política que le impide formular y afrontar las inquietudes reales de la población, cada vez tiene más dificultades para renovar su legitimidad. (…) Así, cada día se desprestigia y desautoriza más frente a opciones autoritarias o totalitarias. Si en los países más ricos y con tradición democrática es la ultraderecha, como en Francia con Marie Le Pen u Holanda con Geert Wilders, en países más pobres y desarticulados como España o Grecia es la ultraizquierda de Podemos o Syriza. Es el descalabro de la libertad. Que deja de ser prioritaria.

De nada sirven las descalificaciones a Viktor Orban y a su política autoritaria, cada vez más directa y menos garantista.

Orban ya ha proclamado que «la democracia liberal está acabada». Eligió un discurso en el viejo balneario austrohúngaro en Transilvania de Baile Tusnad, dirigido a la minoría húngara en Rumanía, para anunciar que «el Estado húngaro ha dejado de regirse por principios liberales. No garantizan el bienestar a las familias ni la protección de los intereses nacionales». Y decir nada menos que «los modelos a seguir son Rusia, China, Singapur o Turquía». ¡Qué horror!, dirán algunos. Bueno, en España nos prometen desde las televisiones que nos van a gobernar partidarios, cuando no agentes, de regímenes como Venezuela, Cuba y Corea del Norte. Ante semejante perspectiva, les aseguro que Singapur o la Hungría de Orban se convierten en un plan inmensamente apetecible.

A mí lo que cuentan Uriarte y Tertsch me preocupa más que el ébola.

Y sobre decadencias y ocasos, cito la Tercera del historiador Fernando García Cortázar dedicada a la postración de lo español.

Avergonzaría a los intelectuales españoles de hace cien años, cuales fueran sus proyectos políticos personales, la forma en que se ha renunciado a una conciencia nacional. Les avergonzaría contemplar cómo esta se ha cambiado por una fe a profesar en privado o por una ley a defender en público. Les alarmaría la ligereza con que se ha depuesto la fuerza de nuestra cultura, el vigor de nuestro significado histórico, la rigurosa exigencia de una empresa que no puede someterse a los dictados de una negociación. Les entristecería ver cómo hemos llegado a esta postración, incomprensible sin la odiosa indolencia de quienes creen que una nación se guarda a solas, sobrevive a tientas y en nada precisa de la voluntad permanente de quienes deben mantener su impulso.

Uno de esos intelectuales, Antonio Machado, cuyos versos abrieron en 1915 el primer número de la revista España, escribió unas angustiadas palabras que los mayores del lugar nos sabemos de memoria. Aquel español al que hacía referencia, al que una de las dos Españas habría de helar el corazón, es uno de esos que hoy contemplamos de nuevo el rostro puro y terrible de nuestra patria. A sabiendas de que la España que muere solo llegará como resultado de otra España, vacía, indolente, sin pulso ni sentido nacional. Una España que bosteza.

USSÍA PIDE EL REGRESO DE BACH Y HAENDEL A LAS MISAS

De los habituales, me quiero quedar con la columna de Ussía por reivindicar el silencio y la música de órganos en las misas.

una participante laica (en el Sínodo) ha dado en el clavo, y el Papa ha tomado nota: «Aunque la homilía no es la misa, mucha gente ha dejado de ir a misa por lo malas y extensas que son». Hay que hacerle un monumento a esta mujer que se ha atrevido a plantear tan abrupto problema ante Su Santidad.

Los sacerdotes oficiantes hablan mucho, y la mayoría de ellos, mal. No se les pide excelencia en la oratoria, pero sí más caridad con los feligreses. Hay homilías que actuán en los organismos de los fieles cumplidores como píldoras de Lorazepam, es decir, de Orfidal. Y predican elementales obviedades. Llevo muchos años advirtiendo que, Mefistófeles aparte, los dos grandes enemigos de la Iglesia son los sermones y los conjuntos parroquiales acompañados de guitarras. Dios está en Mozart, en Haendel, en Schubert. Y no es necesario volar tan alto. La música sacra española es formidable, y el órgano ayuda a la devoción. Se cree mucho más en Dios con un órgano que con un coro de voces beatas y guitarras machacadas. Pero es más grave la extensión insoportable de los sermones dominicales.

¡Qué daño ha hecho el Concilio Vaticano II a la espiritualidad y la estética con la laminación de la musica sacra!

Me da la impresión de que Ramón Pérez-Maura (ABC) es uno de los periodistas de prensa de papel que lee a hurtadillas a los columnistas de la prensa digital y a los blogueros en busca de inspiración. Así concluye su columna de este 14 de octubre de 2014.

Y así, mientras hablamos de «incumplir el protocolo» no se presta atención a la epidemia catalana, mucho más nociva y por la que responde Artur Mas. No, no hablo de la amenaza de sedición. Hablo de los diez muertos por legionela que lleva acumulados la sanidad catalana en un mes. Eso sí es una pandemia y no el ébola.

Llamativamente, un bloguero de Periodista Digital tituló ayer su post con la misma idea del agravio entre los diez muertos causados por la legionela en la provincia de Barcelona y los enfermos de ébola en Madrid.

JORDI AMAT BUSCA FRANQUISTAS EN MADRID Y SE OLVIDA DE LOS GODÓ

Como digo, El País sigue ausente de la batalla por la opinión pública. La única columna que publica al respecto es la de Rosa Montero, que admite ser una perra. Comienza de una manera excelente.

La carta que pedía no matar al perro de Teresa, sino ponerlo en observación, reunió en 12 horas 400.000 firmas. Llevo muchos años luchando en este país por los animales, y les aseguro que, por desgracia, no hay 400.000 personas tan animalistas como para movilizarse con tanta rapidez.

Explica que este plebiscito perruno es una protesta contra el Gobierno «criminal».

Y hubo muchos que, aun sin saber de perros, empatizaron con el dolor de ese hombre y esa mujer; con su condición de víctimas inermes de una situación espantosamente mal gestionada. Lo decía un tuit de Toni García Ramón: «Coges el ébola que ellos han traído. Te echan la culpa; tiran la puerta de tu casa; matan a tu perro». (…) Llueve sobre mojado: de nuevo la incapacidad criminal de este Gobierno, su falta de autocrítica, la desvergüenza de culpabilizar a las víctimas de sus propios desmanes. Por eso firmamos.

Y concluye refulgente:

Todos somos Teresa, todos somos Javier, todos somos Excalibur.

¿Y no somos los dos misioneros muertos o los diez muertos por legionela en Cataluña? La lágrima socialdemócrata, como dice Santiago González.

La columna ridícula de la jornada es para Jordi Amat (La Vanguardia), un ejemplo de la burbuja sectaria en que viven como el ratón en el queso los agitadores del catalanismo: familias franquistas de altos funcionarios del Estado que amenazan a los demócratas catalanes y al Barça. 

La Gloriosa es también el nombre como es conocida la promoción de abogados del Estado de 1996. (…) Algunos de sus integrantes servirían como hilo conductor de una serie de los Episodios que explicaría la etapa que empezó con la conquista del poder por parte del Partido Popular. Pongamos por caso Marta Silva de Lapuerta, actual directora del Servicio Jurídico del Estado.

El argumento me lo descubre el historiador Jaume Claret. Silva es hija de un exministro franquista de Obras Públicas y sobrina del extesorero del PP. Imaginando la vida de esta familia, fantaseo con la idea de que un novelista talentoso mostrara las bambalinas a través de las cuales los poderosos de la dictadura se readaptaron de manera lampedusiana a la democracia. Antes de llegar donde está ahora, es decir, arriba del todo, Marta Silva pasó por el Tribunal Superior de Justícia de Cataluña, el Tribunal de Cuentas y el Ministerio de Hacienda. En el sector privado fue secretaria general del Real Madrid en tiempo de Florentino Pérez y también lo fue de la constructora Sacyr con Luis del Rivero. Días de vinos, rosas y cemento en el palco del Bernabeu. Es la persona que representa a la Agencia Tributaria en el caso Neymar. Ha sido la encargada de presentar ante el Tribunal Constitucional el recurso contra la consulta de la Generalitat.

Oiga usted, don Jordi, ¿y qué le parecería una novela sobre el enriquecimiento de un patriarca del nacionalismo catalán mientras tacha de anticatalanes a los pocos que le critican?, ¿y otra novela sobre la saga de los Godó, del franquismo al separatismo catalán, siempre con el periódico debajo del brazo? Venga, hombre, anímese.

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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