El PP debe "anticiparse a las demandas sociales" afirma en un editorial
Segundo editorial seguido de ABC de advertencia al Gobierno y la dirección del PP. El 21 de octubre de 2014, el periódico que dirige Bieito Rubido salió en defensa de la clase media y cargó contra los impuestazos de Cristóbal Montoro y hoy le exige al PP que sea más enérgico con sus dirigentes que aparecen en caso de (presunta) corrupción.
Ante la imputación de Ángel Acebes, ex secretario general del PP en los primeros años de Mariano Rajoy en la presidencia del Gobierno, ABC dice este 22 de octubre de 2014 que el partido no puede comportarse igual que ha hecho con el caso de Rato: «enrocarse y ponerse de canto».
Y da dos argumentos: por un lado, la sociedad ya no soporta estos comportamientos y, por otro lado, el PP de Rajoy tiene unas obligaciones morales con sus votantes y militantes.
Al final, la percepción de la opinión pública es que el PP actúa a la defensiva y de forma timorata, como si tuviera algo que esconder. Ante la imputación, ayer, de Ángel Acebes por un presunto delito de apropiación indebida en el caso de los papeles de Bárcenas, la respuesta del PP debería ser mucho más rápida. Si no lo hace, habrá vuelto a desperdiciar -una vez más- otra oportunidad de trasladar a la opinión pública su firme disposición de atajar cualquier sombra de sospecha, cualquier atisbo o indicio de corrupción o comportamiento contrario a la ética exigible en un responsable político.
La sociedad no admite ya medias tintas, porque su asqueo ante la corrupción ha superado el umbral de su paciencia. La opinión pública española -no hay más que pulsar el latido de la calle- demanda un tiempo nuevo, unos usos y maneras distintos de actuar. Está pidiendo a gritos una profunda transformación, un cambio radical en la forma de ejercer la política.
Y el PP, que tiene un compromiso con su militancia y sus votantes, no puede permanecer cruzado de brazos. Estamos ante un tiempo nuevo, en un proceso de revisión social sin precedentes. Hay que tomar el pulso del país, anticiparse a las demandas sociales y no parapetarse en los despachos. Si no lo hace, si ante la imputación de Ángel Acebes actúa como con Rodrigo Rato -enrocarse y ponerse de canto- la sociedad española terminará pasándole por encima.
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