Cuando en enero fue destituido, se firmó un acuerdo por el que recibiría más de 15 millones si mantenía la boca cerrada y no competía con su antigua empresa
Le han quitado el despacho, la tarjeta, el chófer, el guardaespaldas y el móvil y encima le exigen 400.000 euros.
Y según los jerarcas italianos de Unidad Editorial, propietaria de El Mundo, por ‘bocazas‘.
El Mundo ha despedido definitivamente a Pedrojota Ramírez, que desde hace unas semanas mantenía un conflicto público con el director, Casimiro García-Abadillo y los dueños del periódico de Unidad Editorial y la matriz italiana RCS.
Ha sido el propio Antonio Fernández-Galiano quien ha comunicado a Ramírez -que en ese momento andaba de viaje por París- la ruptura de cualquier relación con la empresa que fundó hace 25 años y donde ha sido figura central y personaje intocable hasta hace muy poco.
Fieles al guión con que se opera en las multinacionales, de la noche al día, el exdirector de El Mundo ha dejado de tener despacho, secretaria, coche y seguridad.
Y para que la afrenta sea todavía mayor y tratando de neutralizar posible acciones legales de Pedrojota, Unidad Editorial exige ademász una indemnización de 400.000 euros alegando que ha vulneradoel acuerdo que firmaron al dejar de ser el director de El Mundo.
Hay cuatro acciones realizadas por Pedrojota que, a juicio de Unidad Editorial, habrían contravenido el pacto cerrado en enero.
Por un lado, la entrevista que concedió a The New York Times donde explicó que su destitución se debía a presiones políticas.
Por otra parte, un tuit donde dijo que su salida se tomó por presiones brutales, la última carta que escribió en El Mundo contra García-Abadillo y la contestación en su cuenta de Facebook al editorial que El Mundo publicó el lunes pasado.
Y encima, Unidad Editorial pide que Pedrojota mantenga el acuerdo de no competencia por el cual el periodista no podrá ser contratado por otro medio ni fundar uno propio en los próximos 15 meses.
