OPINIÓN / REPASANDO COLUMNAS

ABC se indigna con el «sesteo» de Rajoy tras la humillación del 9-N

Ruiz Quintano pone nombre a la nueva campaña de La Vanguardia y El País: "La extrema derecha pide mano dura en Cataluña"

Jiménez Losantos defiende a su ex tertuliana Cayetana Álvarez de Toledo

Se dice que el alzamiento del Dos de Mayo de 1808 comenzó en Madrid cuando una mujer del pueblo gritó «¡Que se lo llevan!» al ver que los invasores franceses metían en una carroza a un hermoso niño rubio, el infante Francisco de Paula. La Vanguardia contiene un griterío semejante que me produce dolor de cabeza antes de que el primer cigarro y el primer café del día me entonen.

Yo no recuerdo semejante algarada histérica en un periódico desde los malditos años de la Transición, cuando en junio de 1976, al mes de salir El País trataba de aumentar sus ventas con rocambolescas conspiraciones, o cuando Cambio 16 revelaba cuartelazos. ¿Cree que exagero, querido lector? Pues mire lo que escribe Antonio Casado (ElConfidencial.com), que recupera del baúl de los recuerdos una metáfora ya olvidada, de cuando era más joven: «ruido de sables».

En Moncloa, sin embargo, dolieron más los sartenazos al bajo vientre de Rajoy que venían de sus propias filas. Las del PP, se entiende, donde el ruido de sables creció en estas últimas cuarenta y ocho horas entre quienes, como dice él, «quieren terminar el partido antes de tiempo». Unos ponen en duda su capacidad y otros reprueban su quietismo. Aunque lo duro fue escuchar en boca de una diputada propia, Cayetana Álvarez de Toledo, que lo ocurrido el domingo en Cataluña «descalifica a este Gobierno para seguir cumplimiento su mandato constitucional». Por no mencionar a quienes en ámbitos políticos y mediáticos han llegado a hablar de rendición del Estado. Palabras mayores que envenenan el ambiente a este lado del Misisipi.

VOX, UPYD, MANOS LIMPIAS, CIUDADANOS, FAES… ¡FALTA LA CIA!

En su edición del 12 de noviembre de 2014, el periódico del conde de Godó da un susto descomunal a sus lectores anunciando que a Artur Mas lo quieren procesar por una nimiedad, por organizar un referéndum ilegal. Sólo les falta añadir como en el chiste «¡qué poco sentido del humor tienen en ‘Madrit’!».

La ‘doctora’ Pilar Rahola, autora como ya sabemos de una biografía de Mas, es la más exaltada. Después de leer su columna, ‘Flanco derecho’, cualquiera diría que se acerca el general Yagüe a Barcelona.

Arrecia el griterío de los sectores ultras del flanco derecho, insatisfechos con la cerrazón de Mariano Rajoy a las peticiones catalanas, porque lo suyo no es sólo vencer al sublevado, sino humillarlo. Y así, con el «cautivo y desarmado» en la retina, los voxes, upeyderos, manos limpias y resto del personal del Cierra España se están hinchando de llenar los tribunales de denuncias de toda índole

Y tras esta preparación, la bomba:

Llama poderosamente la atención el papel de la FAES y, en concreto, de la gente de Libres e Iguales, cuya significada portavoz y mirlo blanco del aznarismo, Cayetana Álvarez de Toledo, ha sido especialmente dura con Rajoy.

¿Serán verdad los rumores que apuntan a doña Cayetana como posible candidata de Ciudadanos en Madrid? Si fuera cierto, estaríamos ante una operación que iría más allá del chico Rivera y sus alianzas, y quizás se estaría reinventando la derecha española con Aznar como consejero áulico. Nada es imposible

Nada es imposible, salvo encontrar sensatez y vergüenza en las columnas de Rahola, contagiada ya de tanta conspiranoia.

El inefable Enric Juliana (La Vanguardia) incluye en la pareja de la Guardia Civil a Pedrojota Ramírez, voz de la derecha que, dice, teme perder «su orden». El bueno de Enric lo reduce todo a interés y poder. ¡Qué verdad es que uno acaba pareciéndose a su caricatura! ‘Una derecha asustada’ se titula su columna, cuando a mí me parece que los asustados son el conde de Godó y sus vasallos.

La derecha está asustada y no todo está controlado en el interior de su perímetro. Este pasado domingo, mientras 2,3 millones de catalanes votaban, unas hojas ciclostiladas del periodista Pedro J. Ramírez, uno de los hombres más hostiles en Madrid al presidente del Gobierno, caricaturizaban a este como un estafermo que gira y cambia de dirección según los golpes de unos y de otros. Periodismo quevediano en hoja volandera.

Su invectiva, sin embargo, va más allá del resentimiento personal y da voz al estado de ánimo del sector más duro y aguerrido de la derecha española, que comienza a ver su orden en peligro, ante la cadena de errores, escándalos, situaciones insólitas y encuestas sorprendentes, que están sacudiendo la vida pública.

La querella contra Mas pretende ser un alerón estabilizador del PP. Será, también, un estímulo para la clarificación electoral de Cataluña, con incentivo para el Partit del President, que se está forjando. Se abre ahora una trepidante carrera entre el ritmo judicial, que puede concluir con la inhabilitación de Mas, y el ritmo político, que conducirá a la convocatoria de elecciones anticipadas en Catalunya. Grand Prix.

MÀRIUS CAROL: A RAJOY LE EMPUJAN LOS MÁS DUROS DEL PP

Otros columnistas de La Vanguardia son un poco más sutiles que la ‘majorette’ Rahola, como la definió Salvador Sostres, y Juliana, y advierten, como haciendo un favor, a ‘Madrit’ que procesar a Mas y a sus consejeros puede suponer una rebelión popular. Después del fiasco del ‘butifarrendum’ la masas catalanas son un tigre de papel, como dijo el camarada Mao de ya no recuerdo qué o quién.

Màrius Carol es el más comedido, seguramente por las maneras aprendidas en la corte de Juan Carlos I.

La Fiscalía querellándose contra el president y la vicepresidenta de la Generalitat por desobediencia, prevaricación e impedimento de la ejecución de sentencias resulta una pésima noticia, que no sólo no va a resolver el problema catalán, sino que va a incrementar las cifras de los que se sienten agraviados. Es posible que el Gobierno haya querido demostrar su fortaleza, forzado por las críticas de los sectores más duros del PP, que consideran un acto de debilidad haber tolerado la consulta alternativa. Sin embargo, la imagen internacional de España no sale reforzada con la querella.

Dolores Garcia (La Vanguardia) firma una columna en defensa de Mas que parece escrita por el peor enemigo de éste, pues deja clara la chulería del presidente catalán y su dolo al incumplir la ley.

Mas no quiso renunciar a liderar el 9-N. Creyó que el Gobierno central buscaba humillarle y no iba a darle esa satisfacción. Era, además, la oportunidad de dejar claro que había sido él, y no Oriol Junqueras o Carme Forcadell, quien había hecho posible un acontecimiento inédito. Por eso, no sólo el president comandó el llamado proceso participativo, sino que dejó claro que él era el máximo y único responsable y que si tenían que ir contra alguien, los estaba esperando. La frase fue la gota que colmó el vaso de unos ánimos encendidos en Madrid, donde consideraban que Mas había actuado con «una chulería inaceptable». Acosado por la corrupción y sin poder agarrarse a una mejoría económica palpable, la inacción de Rajoy ante el 9-N ha acabado por provocar críticas internas muy duras. El presidente, temeroso de una fuga de votos imparable, da por perdida a Cataluña y se dispone a cerrar filas en el resto de España aplicando la mano dura con Mas.

Y luego afirma que hay un plan para anular el arrastre electoral de Mas… Ya que estamos en plan conspiranoico, a ver si todo esto va a ser una maniobra de Oriol Junqueras, que ya se veía de presidente de la Generalitat.

El paso que se dispone a dar la Fiscalía puede ser irreparable. Porque el objetivo ahora es inhabilitar a Mas, en un par de meses a ser posible, e impedirle presentarse a las elecciones. La ola de solidaridad con Mas en Cataluña puede ser incontenible. El llamado «partido del president», con el que se pretendía guardar en el baúl las viejas siglas de CiU, despegará con el combustible suministrado por Rajoy. Pero lo peor no es eso. Lo peor es que, una vez más, el Gobierno del PP opta por la vía judicial para resolver un conflicto político. Es un intento de truncar el curso democrático -la presentación de Mas a las elecciones- recurriendo a los tribunales. Muy feo. Eso es encender una cerilla en un pajar.

LA LEY ES PARA LOS POBRES Y «CATALUÑA ES RICA, RICA»

Con su ironía habitual, Ignacio Ruiz Quintano (ABC) resume de la siguiente manera el pleito catalán: el cumplimiento de la ley es para los pobres y los madrileños; los catalanes están exentos de esa conducta plebeya.

El domingo, blandiendo un sobre (de los de votar, por el tamaño) como Liberty Valance su látigo, un Mas chulángano desafió a Torres Dulce, quien, al contrario que Ranson Stoddard, se escondió en la cocina y para disimular se puso a fregar, como los castigados de Paquita la del Barrio.

Ahora, de los autores de «Y que caiga sobre ellos todo el peso de la ley», llega el estreno de «La extrema derecha pide mano dura en Cataluña».

La «extrema derecha» es los españoles que pagamos a pelo multas de seiscientos euracos por ir por la Puerta del Sol con un botellín de mahou en la mano (la mano blanda), y la «mano dura», los artículos 544 y 545 del Código « de la democracia» (no de la Falange ni de Podemos) relativos, no a la secesión, como dice Espada con su pelambrera Jimi Hendrix ( Jimi, ay, fue marine y tocó en Woodstock el himno americano con los dientes), sino a la sedición, que no suena tan pijo.

En resumen: las leyes son de pobres, y Cataluña es rica, rica, a lo Arguiñano.

Pero seamos claros: ¿hay o no hay masas catalanas que puedan echarse a las calles a defender con sus pechos desnudos la libertad de Mas y de los Pujol, como los patriotas húngaros ofrecieron sus pechos a los fusiles del Ejército Rojo en 1956?A ver qué dice Francesc de Carreras (El País):

Tras el recuento, a los independentistas se les heló la sonrisa. Se supone que todos ellos fueron a votar, ninguno podía faltar en una jornada histórica, una más. También hay que suponer que se les añadieron unos cuantos más, todos aquellos que quieren separarse de España para aprovecharse de la crisis que se originaría y recomponer así sobre nuevas bases toda la estructura constitucional, económica y social. Sin embargo, si damos por buenos los resultados, el balance indica que el número de partidarios de la independencia es un escaso 30% del censo, no llega ni a una tercera parte de la población con derecho a voto. Un fiasco.

La Cataluña oficial y la Cataluña real, la vieja idea orteguiana. En este caso, la Cataluña de los sondeos oficiales, de los medios de comunicación y de los intelectuales apesebrados y la Cataluña de la calle, la que apenas tiene voz pero puede tener voto. Los catalanes no son un problema; los nacionalistas que se han apropiado desde hace años de la Generalitat sí lo son. Esto es quizás lo que no se entiende bien desde el resto de España.

José García Domínguez (Libertaddigital.com) da algunos datos más:

Con la logística del evento en sus manos y de su parte. Con los discrepantes callados y aparte. Con unas condiciones ideales solo factibles por tratarse el asunto de una coña marinera, no de un referéndum de verdad, resulta que han fracasado. Y estrepitosamente, además. Pero si es que ni en Gerona han ganado (con una participación similar a la de las autonómicas de 2012, el sí no pasaría del 47,5% de los votos). ¡Ni en Gerona! Pero si es que únicamente se han impuesto en tres miserables capitales de comarca. Siempre en relación al censo electoral de 2012, resultan ser mayoría en Vic (60,9%), en Olot (55,3%), en Tárrega (52,7%) y para de contar. ¡Solo en tres! Pero si en la segunda ciudad de Cataluña, Hospitalet del Llobregat, no les ha votado ni el gato (17,7%). Pero si en Santa Coloma de Gramanet no llegan ni a un miserable 15% (14,1%). Pero si en Tarragona se quedan lejos del 30% (26,3%).

Y concluye con un optimismo que no comparto después de asombrarse ante la inacción del Gobeirno nacional el 9-N y el editorial de hoy de El País:

El Madrid nihilista seguirá sin enterarse como suele, pero esta partida la vamos a ganar los españolistas de Cataluña. La estamos ganando ya.

¡Qué sorprendentes alianzas depara la política! Los catalanistas que quieren un traje a su medida pagado por los demás españoles reciben el apoyo de Luis María Anson, que aparecía en la lista del Gobierno de concentración que llevaba el general Alfonso Armada en su bolsillo el 23-F. En su esquela de ElImparcial.es, Anson dice que el 9-N ha sido un fracaso pero que hay que negociar con la Generalitat para salvar España. ¿España o la Monarquía, Luis María?

El 9-N ha sido una farsa, una pantomima, una patochada, una maniobra claramente antidemocrática. El 10-N, y semanas sucesivas, debe ser negociación seria y de fondo para encauzar no solo la crisis catalana sino también el divorcio de las nuevas generaciones con el sistema. Todo ello pasa por la reforma de la Constitución, asunto que no se puede dejar al espíritu de debilidad y de concesiones de Pedro Arriola. No se trata de actualizar nuestra Carta Magna para hacer más frágil el Estado, sino para robustecer la unidad de España, llegando a fórmulas razonables para Cataluña que subrayen su identidad histórica y resuelvan su situación fiscal.

LOSANTOS MANDA AL CUERNO AL PP PARA DEFENDER A CAYETANA

¿Y qué piensa ‘Madrit’?

Federico Jimenez Losantos (El Mundo), al salir en defensa de su antigua tertuliana Cayetana Álvarez de Toledo, manda al PP de Mariano y Soraya a tomar viento

Aunque nadie se hubiera dado cuenta hasta ahora, porque sus obras completas caben en un folio y sus discursos en un tuit, doña Dolors -no confundir con La Dolores de la jota- es vicepresidenta tercera del Congreso de los Diputados y diputada nacional como Álvarez de Toledo. Y es la primera vez, desde que en España hay Constitución, que un diputado niega a otro el derecho a hablar sobre España. Todos, hasta los etarras, representan al pueblo español en su conjunto, nunca a una parte, y, salvo algún servil lelo, nunca un diputado, desde la propia Mesa del Parlamento y a las órdenes del Gobierno, había negado la soberanía nacional.

Y llega doña Dolors y dice que «sólo pueden hablar de la política de las comunidades los que las pisan cada día», privilegio que en el PP extiende sólo a Rajoy y Cospedal. Se olvida de Arriola y no cita a Soraya, detalle que en las mafias torpes es el que delata al jefe de la banda. O sea, que según Doña Landelina, el golpista Mas que pisa Cataluña y pisotea España puede hablar por las dos. Pero una diputada española, si es del PP, no.

Los va a votar su soberanísima madre.

José María Carrascal (ABC) expresa el cabreo de muchos españoles que hasta ahora se consolaban pensando en el ‘seny’ catalán o la prudencia gallega.

Es un error y una pérdida de tiempo advertir a los catalanes de las desventajas que les traerá la independencia. Las conocen de sobra. Lo que hay que hacer es señalarles en manos de quién quedarán: en las de una clase política que ha aprovechado la autonomía para enriquecerse, provincializar los y lavarles el cerebro con una ficción histórica, geográfica y económica que no coincide con la realidad. Tiene que ser esta -la caída de las inversiones anunciada por la agencia Fitch es un buen comienzo- la que arregle el desaguisado, si tiene arreglo. Lo que no podemos hacer es seguir empleando tanto tiempo, energías y recursos al problema catalán indefinidamente. Dura ya demasiado. Tiene que acabar de una vez y para siempre.

Y Castor Díaz Barrado (La Razón) pide reforma constitucional, pero quitar competencias a las comunidades autónomas.

Es posible, y seguramente conveniente, la reforma de la Constitución, también para que el Estado central recupere competencias, sobre todo las de educación pero, entretanto, no podemos asistir atónitos al incumplimiento de las leyes por aquellos que se reclaman independentistas. Hay que construir un nuevo país menos descentralizado, con ciudadanos más libres y más iguales. No hay que temer el embate independentista. En la sociedad internacional la unión tiene la razón y no es tiempo para levantar muros lingüísticos y sociales. El futuro está por descubrir, pero no hay que descartar que los nacionalismos pongan en serias dificultades al proceso de construcción europea. Combatir a los nacionalismos es una exigencia democrática y resulta acorde con la protección de los derechos humanos. Lo universal prima sobre lo particular y nada resulta

Como los columnistas de La Vanguardia, Curri Valenzuela (ABC) también se dedica a la caza del chivo expiatorio, el mejor amigo del hombre: Arriola y Torres Dulce.

En el Ejecutivo fueron muy rápidos en señalar este mismo lunes a Eduardo Torres Dulce por no haber ordenado a la Fiscalía de Cataluña que actuara en cuanto se comprobó que los máximos responsables de la Generalitat se estaban saltando el mandato del Tribunal Constitucional y las líneas rojas establecidas por el Gobierno para ese amago de referéndum: que no se utilizaran edificios oficiales, ni dinero público ni el resultado de la votación se diera a conocer por un alto funcionario.

En el PP se han tomado peor que en el Ejecutivo lo ocurrido el domingo, no en balde la misión de Génova es llevar el recuento de votos que se ganan o se pierden. «Más de estos últimos que de los primeros últimamente», según le comentaron al topillo, que asegura que por allí se opina que Artur Mas engañó al Gobierno haciéndole creer que si Rajoy hacía la vista gorda la Generalitat se mantendría ajena al proceso del referéndum. «!A quién se le ocurre mandar a Arriola a negociar un tema político tan importante! » , se lamentó al topillo un veterano «pepero» a quien no se la ha ido de la memoria la negociación del asesor presidencial con ETA que hace años hizo creer a José María Aznar que la tregua decretada por los terroristas no era una trampa.

IGNACIO CAMACHO ANTICIPA UN AÑO DE NADA

Incluso David Gistau (ABC) se siente molesto con la ociosidad rajoyesca.

Ahora, y una vez comprobado el sentimiento de humillación de una parte de su electorado y de su partido, la siguiente improvisación del Gobierno será el intento de apropiarse y de conceder valor político a la querella de la Fiscalía. En eso están los voceros del marianismo, en trasladar las exigencias a ámbitos en los que no pueda interrumpirse el sesteo de Rajoy. ¿Hay alguien a bordo que sepa pilotar un país?

Ignacio Camacho (ABC) anticipa que Rajoy no va a hacer nada. Pronóstico que no es muy arriesgado, añado yo.

Rajoy lo sabe y aguanta: no concederá nada mientras la correlación de fuerzas le permita evitarlo. Ha recibido muchas sugerencias para emprender un proceso de reforma del modelo territorial y las ha desechado. Será difícil que cambie de posición en un año electoral, siempre complicado para consensos. Si Mas es especialista en funambulismo, el presidente lo es en estatuaria. Eso es lo que nos aguarda, una larga partida de frontón entre aventureristas y esfinges. Al menos en lo que queda de mandato. Después la verdadera incógnita tal vez no sea lo que vaya a pasar con Cataluña sino con la propia España.

La columna ridícula se la gana Leila Guerriero (El País), al mostrar su incapacidad de comprender nada de lo que ocurre a su alrededor… o, mejor dicho, de que una progresistas como ella repudie, censur o repudie a un Gobierno progresista. La escritora argentina ha estado en Venezuela y ha visto un país destruido y aterrorizado, pero…

Vi supermercados con estanterías vacías, o repletas de un solo producto: 100 detergentes marca equis. Busqué en las farmacias un remedio simple, un descongestivo, y no lo conseguí. (…) Entendí que el tanque de nafta siempre se carga lleno: el costo nunca supera unos céntimos de dólar. Me duché no cuando quise sino cuando pude, con agua de cinco a ocho. (…) Vi gente bailando salsa en las calles y cientos de espectadores entusiastas en el teatro Teresa Carreño. (…) No conseguí tabletas contra los mosquitos, aunque hay epidemia de dengue. Vi decenas de edificios del plan de viviendas del Gobierno -algunos bellos- con la firma descomunal de Hugo Chávez estampada en las paredes.

Después, leo notas sobre Venezuela que dicen estos son los buenos, estos son los malos y es razonable sentir que no entiendo nada.

Esta en el III Reich habría visto alemanes contentos y felices.

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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