DENUNCIA QUE LE QUIEREN TENER AMORDAZADO

Pedrojota Ramírez: «O García-Abadillo me deja volver a escribir en El Mundo o Galiano me deja hacerlo en otro sitio»

"Acepto lo que decidan, o me permiten volver a publicar en el periódico o me dejan de inmediato en libertad"

Pedrojota Ramírez quiere morir matando. Después de su aparición pública el martes 11 de noviembre de 2014 en la presentación del libro de Rafael Anson, donde fue abordado por Periodista Digital, ha reaparecido este viernes 14 de noviembre de 2014 en Twitter para denunciar que la «jugada» de Casimiro García-Abadillo y Antonio Fernández-Galiano -con la connivencia del poder, se entiende- es tenerle «amordazado durante un año electoral tan decisivo para España». —Pedrojota habla por primera vez tras su despido para PD: «Mi situación es inaceptable»

El periodista riojano asegura que aquel pacto de no competencia que Unidad Editorial le acusa de haber roto tenía que ver con seguir publicando puntualmente los domingos sus cartas, y no con la indemnización:

Aparte de recordar que el conflicto con su anterior empresa se resolverá en los tribunales, el ex director de El Mundo ha pedido públicamente a su sucesor, al presidente de la empresa y -ojo al dato- a «todos los demócratas en general» que le permitan volver a escribir en el rotativo o le permitan fundar otro medio:

Finalmente, ha pedido que las televisiones le llamen para contar su caso:

 

CLAVES DE SU GUERRA CON UNIDAD EDITORIAL

Según ha podido saber Periodista Digital de fuentes directivas de El Mundo, la situación contractual de Pedrojora Ramírez con Unidad Editorial es la siguiente:

– De los 13,5 millones de euros que UNEDISA acordó pagar a Pedrojota, hasta el fin del contrato en enero de 2016, el exdirector ha cobrado ya más de 11 millones.

– Descontando lo que preceptivamente debe recibir Hacienda, se ha embolsado contante y sonante la nada despeciable cifra de 5,6 millones de euros.

– Restan por tanto dos millones, que UNEDISA no parece dispuesto a apoquinar por las buenas y prueba de ello es que exige ya 400.000 a su antigua empleado, alegando que es un ‘bocazas’ y que ha roto el acuerdo de confidencialidad cerrado en enero de este año.

– En medio de toda la polémica, es importante subrayar que Unidad Editorial, editora de ‘El Mundo’, ‘Marca’ y ‘Expansión’, ha registrado pérdidas (EBIT) de 36 millones de euros hasta septiembre, una reducción del 14% frente a los 39,9 millones que se perdieron en  igual periodo del año pasado.

EL OBJETIVO DE CASIMIRO: LA COALICIÓN PP-PSOE

Mucho se ha venido hablando en los últimos tiempos de los futuros proyectos que emprenderá el omnipresente Pedrojota Ramírez, que acabará de dirimir su salida de Unidad Editorial en los juzgados, pero apenas se sabe nada de las intenciones de Casimiro García-Abadillo con El Mundo a medio plazo, una vez los huesos de su predecesor han acabado definitivamente fuera de la sede del grupo en la madrileña Avenida de San Luis.

El objetivo de García-Abadillo, según ha podido saber PD, es hacer un diario a imagen y semejanza de un futuro gobierno de coalición nacional PP-PSOE, horizonte político probable ante el ascenso de los nacionalismos y los populistas de Podemos.

Esto choca frontalmente con la opinión de Pedrojota Ramírez, que en reuniones privadas que ha mantenido en los últimos días promociona un gran acuerdo UPyD-Ciudadanos-Vox como una alternativa regeneradora.

La estrategia del actual director de El Mundo es ganar lectores en el centro y la izquierda del espectro a sabiendas que esos lectores ya no están en los kioscos, sino en Internet.

Para lograrlo no dudaría en echarse en brazos de Soraya Sáenz de Santamaría, al igual que ha ocurrido con Antonio Caño en El País. Así las cosas, ya podría explicarse la portada del lunes 10 de noviembre de 2014 en la que El Mundo cargó muy duramente «contra la derecha del PP», precisamente el terreno ideológico donde Pedrojota era el amo y señor.

PEDROJOTA: «CASIMIRO ME EMPUJA A LA SALIDA DE EL MUNDO PERO RCS NO ME DEJA MARCHAR»

  • «Si me voy de El Mundo, intentaré fundar otro medio»
  • Casimiro García-Abadillo: «Me sorprende que Pedrojota no haya anunciado que deja de escribir en El Mundo»

 

No se despega de la opulenta nómina ni con agua caliente. Protestar, protesta y quejarse lo hace hasta el berrido, pero Pedrojota tiene claro que el sueldo, cuando es millonario, es algo de lo que uno no debe separarse.

Y de igyal que su sucesor lo ponga como un poingo, que le recuerden que ya no manda en ‘El Mundo’ o que los propietarios italianos le exijan 100.000 de multa por ‘bocazas’.

El habla, despotrica y patalea, pero sigue aferrado a la nómina.Las palabras de Casimiro García-Abadillo en la mañana de este 3 de noviembre de 2014 en Espejo público han sido contestadas tres horas despuéspor Pedrojota Ramírez en Al rojo vivo.

Al palo que le propinaba su sucesor, quien en voz alta se preguntaba hoy por qué Pedrojota no había anunciado su salida definitiva de El Mundo, Ramírez ha replicado:

«Joder, Casimiro, no me voy porque no me dejáis».

Como no hay quien se trague esa ‘bola‘, el antaño todopoderoso director de ‘El Mundo’, ha explicado:

«Desde que García-Abadillo dirige el periódico no hace más que empujarme a la salida», pero yo no me voy porque los accionistas no me dejan salir».

«Hay una contradicción muy grande entre lo que quiere el director y los accionistas, que me reclaman 100.000 euros».

«Yo estoy dispuesto a que se busque una solución amistosa».

Antonio García Ferreras le ha preguntado si lo que ocurre es que «Pedrojota no sabe no ser director de El Mundo».

«Lo que no sé es no ser periodista», ha respondido Ramírez, quien ha desvelado que en su contrato estaba previsto que una vez dejase la dirección de El Mundo, él pasaría a ser editor ejecutivo:

«No se respetó el contrato y se me expulsó de la redacción».

Pedrojota también ha dicho que de producirse su salida definitiva de El Mundo montará otro medio:

«Lo intentaría, porque en España hace falta nuevos medios. Igual es por eso que me intentan mantener en la mazmorra y amordazado».

LAS PALABRAS DE CASIMIRO

Casimiro García-Abadillo considera «habitual» y «normal» lo que está ocurriendo desde hace unos días en El Mundo, con una guerra abierta entre él y Pedrojota Ramírez.

El actual director del diario ha hablado en Espejo público de la pelea pública que está protagonizando con su antecesor en el cargo después de que este último publicase el domingo una incendiaria carta que ha sido respondida hoy en el editorial del periódico y que, a su vez, ha sido contestada por Pedrojota en Facebook.

«Cuando una persona lleva mucho tiempo en un cargo como Pedrojota como director y fundador -yo también soy fundador- y deja de serlo y llega a un acuerdo con la empresa, las tentaciones de seguir dirigiendo son humanas. Ese es el problema de fondo y yo no lo puedo permitir porque el director soy yo».

«Escribió un artículo muy duro del que se arrepentirá porque sabe que hace daño al periódico. Yo tenía dos opciones, publicarlo o no publicarlo. Lo leí antes, porque me manda sus artículos el sábado por la mañana, y lo publiqué porque nunca ejerzo la censura».

«¿Seguirá Pedro J escribiendo los domingos en El Mundo?», ha preguntado Griso.

«No lo sé. Dependerá de él. Me sorprende que no anunciara en su carta que se iba y que el la última línea finalizara con un ‘Y me voy'».

«Yo tengo todo el apoyo del accionista y de la redacción. El periódico está ahora mejor que hace un año. Nunca nos hemos callado nada en estos nueve meses», ha explicado García-Abadillo que, sobre el asunto de la foto oficial del acto del 25 aniversario de El Mundo, en la que no sale Pedrojota, ha punbtualizado que la disposición la decidió Casa Real.

 

Casimiro tira a la papelera la Carta de Pedrojota, quien la publica en la Red, y corta definitivamente el cordón umbilical con el exdirector y fundador de El Mundo

 

  • La dirección de El Mundo respaldó al nuevo director sin fisuras y se inicia la campaña de Pedrojota para cargarse a Casimiro
  • García-Abadillo, exultante a los trabajadores: «He conseguido apoyo y que Pedrojota no publique más su columna»

 

 

Las amenazas de Casimiro García-Abadillo han surtido efecto. El director de El Mundo ha conseguido el respaldo de la dirección de Unidad Editorial y ha sido confirmado en su cargo tras haberlo puesto en disposición en la noche del 6 noviembre 2014.

Pedrojota Ramírez, que llevaba semanas cargando contra su sucesor por tierra, mar y Twitter, se ha quedado sin su carta dominical y tendrá que pactar su salida definitiva de Unidad Editorial.

En un breve comunicado el grupo de comunicación afirma que:

Unidad Editorial quiere desmentir expresamente las informaciones publicadas en las últimas horas sobre una supuesta renuncia del director de EL MUNDO.

Casimiro García-Abadillo permanece al frente de la dirección del diario y cuenta con el apoyo incondicional, el respeto y la máxima confianza del Consejo de Administración de la empresa editora, de RCS MediaGroup -accionista de referencia de Unidad Editorial-, así como del conjunto de la redacción del periódico.

PEDROJOTA FUERZA EL ENFRENTAMIENTO EN TWITTER

Nada más levantarse el sábado 8 noviembre 2014, Pedrojota publicó en Twitter para regocijo de sus 282.000 seguidores:


Y eso a pesar de que, según pudo saber Periodista Digital, Casimiro ya había comunicado, mediente un correo electrónico, a Pedrojota que no la iba a publicar, como tampoco publicó la contrarréplica que le envió el ex director al editorial que publicó El Mundo tras su carta-ataque a Casimiro por decir que era un pez fuera de la pecera.

Efectivamente, la edición de El Mundo de este domingo 9 noviembre 2014 llegó a los quioscos sin la Carta del arponero ingenuo. Pedrojota, de madrugada, tras comprobar que la persona que durante tres décadas había crecido periodísticamente a su lado y de quien considera que le debe todo, le daba la puñalada final, publicó en su cuenta de Twitter:

 

Y enseguida se desató la ‘twittermanía’ replicándose el artículo, que sin duda será la Carta más leída escrita por Pedrojota. La hija de Pedrojota, María Ramírez, comentaba en su cuenta de Twitter:

 

Aunque algunos se sienten decepciones porque esperaban que tratara sobre Casimiro:

 

LA CARTA ÍNTEGRA CENSURADA POR CASIMIRO, QUE REPRODUCIMOS POR SU INTERÉS

Se titula El estafermo y dice así:

Poco antes de ahorcarse en la calle del Farol Viejo –“la más oscura que pudo encontrar”, según Baudelaire- el extravagante Gérard de Nerval, famoso entre los parisinos por su costumbre de sacar de paseo a su langosta cual si fuera un caniche, escribió algunos de los relatos más inquietantes de la literatura decimonónica.

En uno de ellos aparecía un pobre hombre que sacaba pecho ante su esposa porque había logrado un contrato como estafermo, en un remedo de las viejas justas medievales. Llegaba a casa medio tullido, más vapuleado que un Ecce Homo, pero orgulloso de haber arreado algún que otro guantazo a personas distinguidas, por mor de las leyes de la física.

Originariamente el estafermo era un muñeco giratorio, firmemente plantado en un lugar de la pista del torneo –de ahí la etimología italiana: “sta’ fermo”-, que enarbolaba en un brazo un escudo y en el otro, igualmente rígido, una correa con bolas de hierro o saquillos de arena. Los lanceros debían impactar al galope en el escudo y escabullirse con la suficiente rapidez para no ser golpeados por la espalda, e incluso derribados, por esos objetos contundentes que ellos mismos activaban con su ímpetu.

La naturaleza del estafermo residía en su carácter inerte, en su falta de iniciativa, en su abulia existencial, en su condición tan yerma como yerta, en contraste con la vitalidad actora del jinete. En definitiva tanto el premio, al golpear el escudo, como el castigo, al girar al monigote y convertirlo en traicionero bumerán, dependían del difícil equilibrio entre la contundencia y la agilidad del caballero. Ya en 1611 Sebastián de Covarrubias escribía que el estafermo “algunas veces suele ser un hombre que se alquila para aquello… con que da de reír a los que miran”. Claro: mucha más gracia que el muñeco con apariencia de persona hace siempre la persona con apariencia de muñeco.

Pero si aconsejo acudir a Manzanares el Real, Ferrol o algún otro lugar en los que aún se revive la tradición medieval del estafermo no es para ejercitar la risoterapia sino el análisis político. De hecho fue al ver funcionar el mecanismo en una película de época cuando yo mismo encontré la respuesta al enigma que venía obsesionándome: ¿Cómo es posible que Rajoy tenga tan merecida fama de indolente en el ejercicio de sus responsabilidades y aparezca a la vez rodeado de una aureola de implacable liquidador de antagonistas, a medio camino entre el misterioso anfitrión de la isla de los Diez Negritos y el expeditivo señor Lobo de Pulp Fiction?

Ese modelo no existe en la vida. Nadie es tan zambo para la construcción y tan virguero para la destrucción. El pasmarote lo es igual para lo malo que para lo bueno y el hombre de acción nunca deja de romper huevos al tratar de hacer tortillas. Sólo el estafermo se mueve estándose quieto. Ese es, o más bien eso es, al fin he visto la luz, el Rajoy que nos gobierna: una veleta manejada por el viento, un diapasón que reverbera sonidos externos, un gong sobre el que golpea el mazo ajeno, un pelele en el torneo político que sirve en la misma carambola de saco de las bofetadas y títere de cachiporra

En el fondo tiene razón cuando desvía las culpas de todo a los demás. Porque el Rajoy ejecutivo no existe, no ha existido jamás. A ver, que alguien recuerde algo de provecho o algún destrozo notorio que hiciera como presidente de Diputación, ministro de esto y de lo otro o vicetodo. Rajoy somos los otros: nuestros errores y fracasos, nuestras autodestructivas reglas del juego que han parido una encastada cupulocracia. De la ausencia de los mejores pasamos primero a la presencia de los peores, luego a la nada con gaseosa y en este mascarón de proa ya ni siquiera quedan las burbujas.

Fue al permitir que los partidos usurparan nuestros derechos de participación política cuando fuimos inventando al Rajoy inanimado, el autómata sin iniciativa, el papamoscas de la catedral de Burgos, el hombre sin atributos de Musil, relator de una acción paralela que nunca llega a ocurrir. Ese artefacto, ahí plantado como un guardia urbano con sus guantes, su porra y su silbato, que cuando menos lo esperas te da una leche por la espalda. Pero no es él sino tú mismo con tu exceso de velocidad, tu despiste ante el semáforo en ámbar, tu medio sorbo de alcohol en sangre o tu claxon demasiado ruidoso quien activa el radar del robot, la desalmada retribución del estafermo.

Aznar lo fue llevando de un sitio a otro, plantándolo ora en Administración Territorial, ora en Cultura, ora en Interior sin consecuencia alguna para el Estado. Luego lo eligió sucesor precisamente por eso: porque no existía. ¡Y claro que tampoco fue Rajoy quien ideó, inventó, imaginó o diseñó –palabras ignotas en su léxico- la corrupción en Génova! Pero si se repartían sobresueldos, él ponía la mano, cogía la caja de puros y mañana más; si se cobraban mordidas, él recibía al donante, hablaban de fútbol y mañana más; si el tesorero millonario se veía en apuros judiciales, le mandaba mensajitos de apoyo y mañana más. No iba a ser un estafermo quien alterara el curso de los astros.

El suyo era un escuálido sol de invierno abocado a un fulminante ocaso. En la campaña de 2008 me di cuenta de que hasta en la Plaza del Obradoiro, cuando se le acercaban cariñosos sus paisanos, el rígido autómata, incapaz de toda empatía, movía con dificultad sus articulaciones oxidadas. Bastó que enfrente tuviera a un ser humano, lleno de imperfecciones pero con cierta sangre en las venas y razonable riego cerebral, para que por segunda vez fuera noqueado. No quedaba sino la hierática despedida del balcón de Génova.

Pero esa noche cuando Faetón ya encerraba su carro en la estrellada cochera y se aprestaba a enviar a la hojalatería aquellas chapas, cables y tornillos de su recogida póstuma, tres compinches muy dispares –Gallardón, Arenas, Camps- y un avariento e insaciable Stromboli, empeñado en extraer hasta el último euro negro de su imaginativo invento, “la marioneta sin hilos”, convencieron a un prejubilado vocacional, con igual nombre que el estafermo, para que ocupara su lugar. Y lo alquilaron enseguida.

Ahí fue cuando se jodió el Beluchistán. Diríamos que Rajoy empezó a hacer de Rajoy como Pierre Menard comenzó a escribir el Quijote. En ambos casos la copia fue escrupulosa pero la diferencia estaba en el original y el amanuense: lo que va de Arriola a Borges. La catástrofe sobrevino cuando el humano cejialto sucumbió en Pearl Harbor, el PSOE sacó del desván a un paquete perdedor, y el sosias del maniquí barbudo llegó a la Moncloa con mayoría absoluta.

Apenas los serviles ministriles, embutidos en sus refulgentes libreas de colores, habían hecho sonar las trompetas y atabales que anunciaban el inicio de la justa cuando, sin comerlo ni beberlo, el estafermo nos propinó su primera descomunal galleta. Resultaba que el déficit público y las exigencias europeas habían impactado en el escudo y el Rajoy de carne y hueso que, como el personaje de Nerval se pavoneaba ya en familia, reaccionó con el mismo automatismo con que lo hubiera hecho el Rajoy de madera de alcornoque: impuestazo y tente tieso. Poco después los etarras golpearon el escudo con los aldabonazos de los siniestros compromisos adquiridos y el brazo rígido del estafermo repercutió sobre la parte de atrás de la cabeza de las víctimas, reinsertando a sus verdugos, incluido el abominable Bolinaga.

Desde entonces todo ha seguido la misma pauta. Tenía razón Lucía Méndez el otro día: Rajoy ha nacido para hacer de Rajoy. Nunca podrá imitar a otro muñeco. El día que lo parieron Proteo se había ido de parranda. Fijémonos en el maquinismo de su conducta inane durante este último remedo de rebelión de los catalanes: convocatoria, impugnación… convocatoria, impugnación… ding, dong… ding, dong, PF1 insertar. “No puedo hacer otra cosa”, alega el estafermo. Cada vez que oye “dominus vobiscum”, va y responde “et cum spiritu tuo”.

Ahí tenemos al brazo listo y al brazo tonto de la ley, empalmados en un mismo priapismo. Por eso lo de hoy está a la vez prohibido y permitido. ¿Política… quién dijo política? ¿Reformas… no las hicimos ya en Génova? ¿Artículo 155… a qué libro de salmos pertenece eso? Cada vez que habla en público se escucha la misma canción: “Soy tan sólo una muñeca que no sabe de amor/ soy de cera, soy de trapo, pero no de salón/ Mi vida es dulce como un bombón/ Poupée de cire, poupée de son”.

A pesar de su leyenda negra, ni siquiera es un malvado. El mal necesita esmero y diligencia. Si te da con la estaca es por inercia. Le sacas los SMS en portada y eres tú mismo el que activas, con ese idealismo que te lleva a ir a por todas sin cubrirte las espaldas, el código rojo de las defensas nucleares que manejan al unísono el poder político y el económico. ¡Cuántos de los implicados en mi acoso y derribo no se arrepentirán ahora, a la vista de este CIS que augura lo peor, por haber desaprovechado aquella ocasión en la que tuvieron a huevo rescindirle el contrato al estafermo!

Dice Pérez Reverte que “Rajoy parece una liebre paralizada en una carretera ante los faros de un automóvil” y yo disiento. La parálisis requiere movimiento previo. ¿Rajoy una liebre, querido Arturo? Ni a conejuelo de gazapera llega. ¿Cuándo le has visto brincar, recortarse, emprender carrera alguna hacia ningún sitio? Para mí que es el crustáceo exánime, esa palinurus interruptus que arrastraba Nerval simulando que había tracción entre sus pinzas.

La ansiedad social por el hecho de que Rajoy no reaccione ante ningún desastre recuerda el momento del reinado de Carlos II en el que se decía que el monarca tomaba decisiones bajo el influjo de un encantamiento. El remedio fue, según relata Carmen Sanz Ayán en su fascinante estudio sobre el teatro palaciego de la época, encargar un comedia, titulada “El hechizo sin hechizo”, en la que “se desmitificaba la magia como algo que pudiera determinar la conducta del ser humano”. La representación acreditó la verdad. Nadie había suministrado a Carlos II filtro o bebedizo alguno -en realidad no hacía falta- pero aquel último Austria, tan débil de voluntad como de remos, pasó a la Historia como “El Hechizado”.

No le demos más vueltas. Esto ya no se arregla a bocinazos. El estafermo siempre permanecerá estólido en su estrago. Lo suyo no es coyuntural sino ontológico. En lo que sí tiene razón Pérez Reverte es cuando añade que “lo malo es que nos van a atropellar a todos”. Por eso no veo más salida de emergencia que la de la calle del Farol Viejo, tal y como la dibujó Gustave Doré, con la trompetera parca arrastrando hacia al más allá no sólo el alma del finado sino también las de todas sus hechuras de ficción.

ASÍ COMUNICÓ CASIMIRO A LA REDACCIÓN SU VICTORIA SOBRE SU MENTOR PEDROJOTA

Fuentes internas de El Mundo aseguran a Periodista Digital que Abadillo ha salido de su despacho y ha hecho un corrillo con miembros del Comité de Empresa a primera hora para explicar todo lo sucedido desde ayer por la noche.

«Nos ha comunicado su decisión de seguir al frente del periódico y dar por zanjada definitivamente la polémica con el anterior director tras recibir hoy el apoyo explícito de la empresa que ayer no creía tener», dicen los trabajadores de El Mundo en un comunicado al que ha tenido acceso Periodista Digital.

Consideramos que mantener una asamblea es estas circunstancias dañaría aún más al periódico, por el que todos estamos trabajando cada vez más, en condiciones muy difíciles y mientras sufrimos recortes salariales.

Por todo ello, desconvocamos la asamblea tras el compromiso del director con los representantes de los trabajadores de informar personalmente a toda la redacción sobre lo acontecido. Los máximos responsables de cada sección han recibido del director la misma información para que se la transmitan a todos, y nos ha insistido en que su despacho «está abierto para todo aquel que quiera explicaciones directas».

El movimiento de acercamiento de Abadillo a los trabajadores no fue inocente. Según pudo saber PD, apenas supo Pedrojota de la posible salida de Abadillo, envió un correo al Comité de Empresa pidiendo poder debatir públicamente con ellos y dar su versión de los hechos. Finalmente, la confirmación en su cargo de Abadillo desbarató los planes de dar un golpe de mano en la redacción de Pedrojota.

EL FUTURO DE PEDROJOTA SE DECIDIRÁ EN LOS DESPACHOS

Confirmado Abadillo en su cargo y con el arponero ingenuo sin carta dominical, queda abierta la incógnita sobre la salida de Pedrojota y su cuantiosa indemnización.

Periodista Digital avanzó en su momento que la estrategia de Pedrojota siempre ha sido forzar su salida, coger el dinero y huir a hacer su digital ElUniversal.es, el cual ha encargado su diseño a Alfredo Triviño, de la empresa Audacity Partners, el mejor estudio de diseño de arte de prensa del mundo. —Exclusiva PD / Pedrojota encarga el diseño de El Universal al mejor diseñador de periódicos del mundo

Pedrojota tiene una cláusula de penalidad en caso de que no cumpla el acuerdo de no competencia y mantenimiento de columnista semanal del periódico. Si rompiera ese pacto debería devolver a Unidad Editorial entre 3 y 4 millones de euros en concepto de multa por  romper el acuerdo.

Ramírez está intentando decir que se están rompiendo las cláusulas de confidencialidad por parte Unidad Editorial, diciendo que se siente maltratado en la ceremonia del XXV aniversario y amenazando a Casimiro, le han puesto una multa de 100.000 euros

Los continuos ataques a Casimiro no tenían otra intención que forzar su marcha y obligar a los italianos a soltarle los 19 millones de euros de indemnización. Rotas las condiciones del acuerdo, Pedrojota ahora puede renegociar su marcha, entonar el papel de víctima, y culpar a la empresa de haberle ninguneado en la ceremonia del XXV aniversario de El Mundo en el Hotel Palace.

No lo tendrá fácil. «Unidad Editorial dirá que ha sido él que ha forzado su salida para negarse a pagar», recuerdan fuentes de Unidad Editorial a PD.

UN DIRECTOR SIN APOYOS NI RESPALDO

Pasados unos minutos de las nueve de la noche de este 6 noviembre 2014, Victoria Prego, adjunta al director del diario El Mundo, comentaba en corrillo con algunos redactores de El Mundo en la primera planta de la redacción de la avenida de San Luis que «Casimiro [García-Abadillo] había amenazado a [Antonio Fernández] Galiano» con dimitir como director si la empresa seguía permitiendo que Pedrojota tuviera su Carta dominical y pudiera seguir injuriándole.

Enseguida el comentario de Prego se propagó y minutos después confirmaba a Periodista Digital un miembro de la dirección de Unidad Editorial que pide no se le nombre por miedo a represalias contra él por la empresa, que a él también le constaba la amenaza de Casimiro.

Galiano, contactado telefónicamente por Periodista Digital, se zafó lacónico de la cuestión:

«Lo desmiento rotundamente. La situación es de absoluta normalidad»

Así comenzaba un thriller trepidante que continúa en estos momentos en la sede de Unidad Editorial a la espera de decidir el futuro de Casimiro García Abadillo como director de El Mundo.

HARTO DE LAS PUÑALADAS DE PEDROJOTA

Recapitulemos. La noche de este jueves, 6 de noviembre de 2014, un miembro de la dirección de Unidad Editorial informó a Periodista Digital que Casimiro, harto del ninguneo y de los insultos que le dedica desde hace un par de semanas Pedrojota, no sólo en las redes sociales sino en su larga columna de los domingos en el propio periódico, había puesto su cargo a ‘disposición’.

La amenaza concreta de Casimiro Garcia Abadillo era  dejar el mando de la nave si Pedrojota continuaba haciendo de las suyas y dándole ‘leña‘ en su carta dominical del periódico.

El pasado 4 de junio de 2014, María Ramírez, hija de Pedrojota y su marido Eduardo Suárez, ambos en aquel momento corresponsales en Nueva York, acusaron públicamente a García Abadillo de ‘censor’.

La reacción a la que se atrevió Casimiro entondes fue una simbólica suspensión y trasladar a la pareja con todos los honores y privilegios a la lujosa corresponsalía de Bruselas. Ahora, cuando le llueven los palos, Casimiro parece haber decidido que no ‘traga‘ más.

Contactado vía telefónica por este medio la noche del 6 de noviembre de 2014 para que aclarase algunos detalles sobre el embrollo Casimiro-Pedrojota, el presidente de Unidad Editorial, Antonio Fernández-Galiano  afirmó tajante que la noticia del ultimatúm de García Abadillo carecía de base.

Este 7 de noviembre de 2014, a primera hora, miembros de la redacción comentaron a PD que la propia Victoria Prego había hablado del asunto con algunos redactores, pasadas las 21:00 del día anterior.

Contactado de nuevo Fernández-Galiano este insistió en su versión inicial:

«La situación es de absoluta normalidad y desmiento completamente estas informaciones».

Posteriormente, este periódico se ha puesto en contacto con el propio Casimiro García-Abadillo, que no ha querido ni confirmar ni desmentir su situación actual como director de El Mundo: «No voy a hacer declaraciones».

Pedrojota: «Si hay fusión Vocento-Unedisa, lanzaré otra cabecera»

 

DE AQUELLAS CEREMONIAS VIENEN ESTOS LODOS

El punto más álgio del enfrentamiento con su sucesor empezó a fraguarse el pasado 20 de octubre de 2014 durante la celebración del 25 aniversario del diario de Unidad Editorial.

Allí Pedrojota tuvo motivos para creer que su legado era borrado al comprobar como ‘le sacaban’ de la foto. Por si no fuera suficiente, al día siguiente puso el grito en el cielo cuando abrió el que sigue siendo su periódico y leyó un editorial que calificaba su destitución como algo «fruto de un acuerdo empresarial»–Brutal ataque de Pedrojota a Casimiro: «No sabía que habíamos contratado a Orwell»–.

Pedrojota tomó la decisión de cambiar su perfil de Twitter eliminando toda mención a El Mundo y en su biografía añadió simplemente «periodista» y cortó cualquier lazo de fraternidad con su sucesor–Pedrojota le da un portazo a Casimiro García-Abadillo: «Que con su pan se lo coman»–. Ni lerdo ni perezoso, Casimiro García-Abadillo afirmó en un charla digital en El Mundo:

Él [Pedrojota Ramírez] es como un pez al que sacas de la pecera y lo pones en la mesa. Se muere. Ya no tiene el agua para vivir. Él estaría más feliz teniendo un medio propio y dirigiéndolo y no en esta posición tan incómoda que le hace decir cosas que no me gustan.

Casimiro Garcia Abadillo: «Estoy haciendo el periódico que quiero hacer»

EL ARPONERO INGENUO DISPARA AL DIRECTOR

Así que ya solo era cuestión de tiempo que ‘El Arponero’ descargarse su munición. Libre de pies y manos, ofendido aún por haber sido borrado de la foto y retorciéndose de ira por el editorial mencionado, publicó el 2 de novimebre de 2014 una explosiva carta titulada de ‘De peces y peceras’ cuya de deflagración alcanzó a toda la sede situada en Avenida de San Luis. Allí acusaba a Casimiro García-Abadillo de ningunearle y le llamaba traidor y vendido a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. –-Pedrojota tilda de traidor desagradecido a Casimiro y le acusa de haberse vendido a la vicepresidenta Soraya–.

No sabes, querido Casimiro, la alegría que me diste el sábado pasado cuando leí lo mucho que hablabas de mí en la vistosa entrevista que accediste a conceder a este periódico.

Lo de menos era que algunas de tus frases -«Pedrojota es como un pez al que sacas de la pecera y lo pones en la mesa. Se muere. Ya no tiene el agua para vivir»-, no fueran precisamente simpáticas («Que con su pan se lo coman»).

Lo de más que por fin, al cabo de nueve meses de incomunicación sólo interrumpida el día que te invité a almorzar en casa poco antes del verano, justo cuando ya sentía el escozor de ese látigo de la indiferencia con el que sólo se fustiga desde la cima, decidiste reanudar el diálogo que mantuvimos a diario durante los treinta años en los que primero te nombré jefe de sección, después te nombré redactor jefe, después te nombré subdirector, después te nombré director adjunto, después te nombré vicedirector y por fin respaldé la decisión de la editora de nombrarte director, una vez consumada mi destitución (El abrazo envenenado).

Tampoco se me escapa que entre los muchos y seguramente acertados cambios que vienes introduciendo en el periódico -yo, sentimental de mí, echo de menos nuestra legendaria bola verde- has decidido poner fin a la regla que durante un cuarto de siglo apliqué a rajatabla hasta al mismísimo Umbral: nadie podía ofender, criticar o zaherir desde las páginas de ‘El Mundo’ a los demás peces de la pecera.

Pedrojota: «Desde que Casimiro es director, constantemente me empuja a la puerta de salida»

 

CASIMIRO RESPONDE CON UN EDITORIAL Y EN ‘ESPEJO PÚBLICO

El 3 de novimebre 2014 García-Abadillo replica con un editorial donde presume de su liberalidad al permitir semejante ataque a él en el periódico y le zumba a Pedrojota acusándole de pesetero, mentiroso, ególatra y celoso; incluso plantea que el periódico gana más dinero ahora que en los últimos meses del mandato de Pedrojota (Ninguno mueve ficha).

El diario, en forma de editorial y replicando la voz de García Abadillo, desmiente «relaciones incestuosas con miembros del Gobierno«, ni «protege a nadie por su relación con el director».

También niega ahora que «la clave» de la caída de Pedrojota, tras casi 25 años al frente del diario fuera «política«:

«El cese en sus responsabilidades se produjo fruto de un acuerdo amistoso con Unidad Editorial, que supuso para él una sustanciosa indeminzación y su continuidad en la empresa con otras funciones» (Pedrojota se ‘baja los pantalones’ ante Ana Patricia Botín).

El editorial, titulado ‘En esta pecera no existe la censura’, será la noticia que deguste este 3 de noviembre de 2014 la profesión periodística con más placer («Que con su pan se lo coman»).

Pedrojota sostiene que está recluido en una «mazmorra», como si alguien hubiese decidido encerrarle para impedir que su opinión siguiese iluminando a los que necesitan de su luz. No hay mazmorras.

EL FACEBOOK DE PEDROJOTA ECHA HUMO

Lejos de amilanarse ante la contundente respuesta en forma de editorial en El Mundo del 3 de noviembre de 2014–Abadillo ‘arponea’ a Pedrojota y le recuerda que El Mundo «ya no es el reino ni la pecera de un solo pez»— que Casimiro García-Abadillo ha dado al artículo dominical de Pedrojota Ramírez —Pedrojota tilda de traidor desagradecido a Casimiro y le acusa de haberse vendido a la vicepresidenta Soraya–, el ex director del periódico de Unidad Editorial tardó pocas horas en replicar a sus sucesor. Lo hizo es ese mismo 3 de noviembre  con un duro texto publicado en su perfil de Facebook titulado De peces y peceras (II). Además, durante el fin de semana se han intercambiado ‘tuits’ duros.

Incluye un listado de lo que Pedrojota considera agravios contra él a lo largo de los últimos meses:

Se trata de una especie de intento de automutilación en toda regla que culmina una sorprendente trayectoria -quién te ha visto y quién te ve- orientada desde el primer momento a intentar destruir los lazos contractuales y sobre todo emocionales que todavía me unen con El Mundo.

Sólo esta interpretación explica episodios marcados por la misma pauta como el trato dado a María Ramírez y Eduardo Suárez, la orden de no publicar nada sobre mi intervención en Chiclana por el hecho de que participara la chiclanera Ana Romero [Casimiro García-Abadillo a Ana Romero tras negarse a eliminar una referencia a la relación Corinna-Rey Juan Carlos: «O la quitas o ahí tienes la puerta»], mi exclusión de la foto del XXV aniversario -suficientemente calificada ya por propios y extraños- o las propias referencias sobre mí y contra mí en el editorial del miércoles 22 y esa entrevista de la contraportada del sábado 25. Únase a todo esto la reiterada negativa de Casimiro a sentarse conmigo para dirimir nuestras diferencias pese a la insistencia de altas instancias de Unidad Editorial

ABADILLO SE NIEGA A ACLARAR EL FUTURO DE PEDROJOTA

Poco después de que Pedrojota publicara el texto en su perfil de Facebook, García-Abadillo hablaba sobre el enfrentamiento entre ambos en el programa de Antena3 ‘Espejo Público’. Susana Grisso le preguntaba si Ramírez «quiere seguir dirigiendo el periódico. Casimiro respondía:

Ese es el problema de fondo. Que yo, evidentemente, no puedo permitir porque el director del periódico soy yo.

Él escribió un artículo muy duro, del que yo creo que se arrepentirá porque en el fondo Pedrojota también es un periodista y quiere al periódico. Y él sabe que publicando al periódico le hacía daño. A mí no tanto, pero al periódico sí que le hacía daño. Entonces yo tenía dos opciones: no publicarlo, que podía haberlo hecho, o publicarlo.

Susanna Griso: Tú lo leíste previamente, claro.

Casimiro García-Abadillo: Por supuesto. Pedro siempre me remite sus artículos el sábado por la mañana. Siempre lo ha hecho.

Susanna Griso: Y decidiste publicarlo, ¿por qué?

Casimiro García-Abadillo: Decidí publicarlo primero por una razón. Desde que soy director no he ejercido nunca la censura, y creía que esta era una manera de demostrarlo. Y, en segundo lugar, es evidente que hoy la censura, o el no publicar algo, en realidad tiene muy poca validez. Porque él lo podría haber publicado en Twitter y hubiera tenido todavía mucha más difusión

Susanna Griso: Por lo tanto, ¿no va a ser el último artículo del ‘Arponero inocente’? ¿Pedrojota va a seguir publicando nuevos artículos?

Casimiro García-Abadillo: Bueno, no lo sé. A mí me sorprende que después de haber escrito eso no terminara con una última línea que dijera ‘y me voy’. No lo sé.

Susanna Griso: No sólo no hacía eso, sino que además daba a entender que tú no ibas a dirigir el periódico en los próximos diez años.

Casimiro García-Abadillo: Bueno, eso él no lo sabe, y yo desde luego tengo todo el apoyo del accionista y todo el respaldo de la redacción. Y, desde luego, el periódico ahora está mejor que hace un año.

Susanna Griso: Y mantiene su espíritu crítico, dice tú. ¿Crees que eso a él le duele, que hayas mejorado los resultados sin perder ese espíritu crítico?

Casimiro García-Abadillo: Yo creo que el periódico en los poco más de nueve meses que llevo de director no se ha callado nada. Nunca, nada. Él dice, por ejemplo, de Cospedal. Nosotros hemos publicado muchas cosas de Cospedal en el periódico; incluso hemos hecho un editorial sobre Cospedal muy crítico. Me consta que está enfadadísima por ese artículo.

Mis relaciones con el poder son profesionales. Nunca he tenido relaciones de salir, de cenar. Exhibirlas además, nunca. Creo que un director de periódico tiene que tener esas relaciones, porque son lógicas y forman parte de su profesión, pero siempre hay que mantener una cierta distancia con el poder político.

Susanna Griso: Pero no has dicho si va a ser el último artículo de ese ‘Arponero inocente’.

Casimiro García-Abadillo: Porque dependerá de él. Noilo sé. Como director del periódico puedo tomar la decisión de publicar o no, con su artículo o con cualquier otro, y no sé si él va a escribir otro artículo o no. Igual decide no publicarlo. No lo sé.

«ME TOCA LAS NARICES QUE SE META CONMIGO»

Venticuatro horas más tarde al fuego cruzado del 3 de noviembre de 2014 Pedrojota seguía provocando a Abadillo en el programa de Jesús Cintora en Cuatro:

«Casimiro publicó en una entrevista comentarios muy ofensivos, muy despectivos hacia mí y yo le he contestado con la ironía, creo que ha sido una contestación elegante y educada, no ha sido para nada injuriosa y a mí me ha sorprendido mucho que hoy me hayan dedicado un editorial»

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Autor

Roberto Marbán Bermejo

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y actualmente cursa el grado de Ciencias Políticas por la UNED, fichó en 2010 por Periodista Digital.

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