En un derroche de candidez, inusual en él, Pedrojota llegó a decirle a Casimiro que estaban a punto de volver los buenos tiempos a 'El Mundo' y que el seguiría siendo el director, pero bajo su supervisión como mandamas de todo el grupo
No ha sido una semana fácil para Pedrojota Ramírez y este domingo ha tenido todavía que tragarse un amarga pildora.
El viacrucis, que comenzó el pasado martes cuando los dueños de ‘El Mundo’, el diario que fundó hace 25 años y convirtió en referente esencial de la vida política española, le quitaron despacho, secretaria, guardaespaldas y chófer, tiene este 16 de noviembre de 2014 nueva estación: tampoco publicará la larga homilia que todos los domingos sin excepción lleva escribiendo desde 1989.
RCS, dueña de ‘El Mundo’, notificó el pasado 11 de noviembre a Pedrojota que no volvería a escribir en el periódico y, para mayor inri, que tampoco puede hacerlo en otro o fundar su propio medio al menos hasta enero de 2016, so pena de perder la sustanciosa indemnización que pactaron hace nueve meses.
Y encima la exigen por vía legal 400.000 euros con la excusa de que ha hablado ‘demasiado‘.
¿Cómo se ha llegado a esto? ¿Qué pasó para que una relación de tantos años y tan fructífera para los implicados se rompiera de repente? ¿Qué impulsó a Casimiro García Abadillo, antaño ojito derecho y delfín de Pedrojota, tarifase con tanta acidez con su mentor?
¿Por qué ordenó Casimiro que le hicieran una entrevista en la que ninguneaba a su predecesor? ¿Era consciente Pedrojota de lo que desataba subiendo mensajes hirientes a Twitter?
Tras hablar con mucha gente, incluidos periodistas relevantes que siguen en ‘El Mundo’, se han ido del periódico o continuan a medias en él, hemos descubierto la clave: Todo empezó hace justo un mes con una conversación amistosa, casí íntima entre Pedrojota y Casimiro.
En un derroche de candidez, inusual en alguien con una peripecipa vital tan tórrida como tumultuosa, Pedrojota comentó a su sucesor que estaban a punto de volver los buenos tiempos a ‘El Mundo’. Soplaban vientos positivos. Casimiro seguiría siendo el director, pero bajo su supervisión, como mandamás de todo el grupo
Pedrojota, cuya limitación para las relaciones humanas es proverbial, no fue capaz de atisbar que el gesto atento con que le escuchaba su sucesor era más un rictius de dolor que una sonrisa. Y que la perspectiva de verle resurgir como el Ave Fénix le hacía de todo, menos gracia.
A Casimiro, que conoce el paño de ser subalterno del ‘Cebollo‘ mejor que nadie, no se le escapaba que si cristalizaban los ambiciosos planes de su predecesor, volvería a su histórico papel de segundón y todo el protagonismo sería otra vez para Pedrojota.
Rumió en silencio sus temores, hizo discretas indagaciones, habló con Antonio Fernández Galiano, presidente español de UNEDISA, sondeó disimuladamente a Giampaolo Zambeletti, el siempre sonriente vicepresidente del grupo, y menos de una semana después, el 20 de octubre de 2014, con el lujoso Hotel Palace de Madrid como escenario y con el XXV Aniversario de ‘El Mundo’ como excusa, inició el contraataque. Y de forma harto sibilina.
Cuando quien fuera todopoderoso y casi eterno director de El Mundo acudió, acompañado de una Ágata Ruiz de la Prada ataviada como un anuncio de pub de carretera, Casimiro García-Abadillo aguardaba en la puerta del hotel, junto a otros altos cargos del diario y Unidad Editorial.
Pedrojota fue repartiendo abrazos y al llegar a la altura de su sucesor, abrió los brazos con una sonrisa de oreja a oreja. Casimiro, algo incómodo, respondió con una abrazo de colega de departamento ministerial.
Cuando esto ocurría, ya había comenzado el cóctel previo a la cena. En un espacio contiguo al salón, estaba el espacio reservado al ‘photocall‘ y para sorpresa de muchos, cuando se montó la foto para la historia, allí estaban todos -incluido el rey Felipe VI y la reina Letizia- pero no Pedrojota.
El ninguneo fotografico, fue rematado dos días despues con un editorial en el que se hablaba de Casimiro García Abadillo como garante de la continuidad del periódico (El abrazo envenenado).
El editorial de El Mundo afirma textualmente:
El pasado mes de enero, fruto de un acuerdo empresarial, Pedrojota Ramírez cedió el testigo del periódico a Casimiro García-Abadillo, «que hoy lo dirige con gran acierto y como factor de continuidad», según señaló el propio Ramírez en su discurso
Pedrojota es capaz de tragar mucha quina y no es hombre de cóleras, pero llegaba con la cabeza caliente de tanto escuchar las monsegas de Agatha y estalló en su Twitter:
Dice hoy EM: «El paso enero, fruto de un acuerdo empresarial, Pedro J. Ramírez cedió el testigo». No sabía que habíamos contratado a Orwell
— Pedro J. Ramirez (@pedroj_ramirez) octubre 22, 2014
Dice hoy EM: «El paso enero, fruto de un acuerdo empresarial, Pedro J. Ramírez cedió el testigo». No sabía que habíamos contratado a Orwell
El ‘partido de padel a muerte’, como lo califican los chistosos en la redacción, entre Pedrojota y Casimiro no ha resultado tan sorprendente para quienes creen que estaba cantado que los dos gallos del corral terminaran encontrándose («No sabía que habíamos contratado a Orwell»).
Lo que choca es su inusual prolongación y la prudencia con la que ambos entran en liza, limitándose por el momento a simples ‘pellizcos de monja’ y sin hacer sangre de verdad.
Después de haber cambiado la definición de su cuenta de Twitter borrando toda referencia a su papel de fundador de El Mundo y dejándola en «periodista» a secas, Ramírez lanzó un crudo «con su pan se lo coman» dando a entender que, a partir de ese momento, seguía su camino sin mirar atrás (Pedrojota da con la puerta en las narices a García-Abadillo).
Lejos de amilanarse ante la contundente respuesta en forma de Editorial en El Mundo del 3 de noviembre de 2014–Abadillo ‘arponea’ a Pedrojota y le recuerda que El Mundo «ya no es el reino ni la pecera de un solo pez»— que Casimiro García-Abadillo ha dado al artículo dominical de Pedrojota Ramírez —Pedrojota tilda de traidor desagradecido a Casimiro y le acusa de haberse vendido a la vicepresidenta Soraya–, el ex director del periódico de Unidad Editorial ha tardado tan sólo unas pocas horas en replicar a sus sucesor. Lo ha hecho con un duro texto publicado en su perfil de Facebook titulado De peces y peceras (II). Además, durante el fin de semana se han intercambiado ‘tuits’ duros.
Incluye un listado de lo que Pedrojota considera agravios contra él a lo largo de los últimos meses:
Se trata de una especie de intento de automutilación en toda regla que culmina una sorprendente trayectoria -quién te ha visto y quién te ve- orientada desde el primer momento a intentar destruir los lazos contractuales y sobre todo emocionales que todavía me unen con El Mundo.
Quien no supiera que a Pedrojota Ramírez le gusta más el dinero que aun chivo la leche, no podría entender como aceptaba quedarse de columnista telonero en el diario que fundó hace 25 años y donde ha sido todo y con todo el poder (Ninguno mueve ficha).
Sobre todo si es verdad que los propietarios italianos y Antonio Fernández Galiano, presidente de UNEDISA, le arrebataron el despacho y la dirección del rotativo plegándose a las exigencias de La Moncloa, La Zarzuela y el Ibex 35 y no por la espiral de pérdidas en que está el periódico (Pedrojota se ‘baja los pantalones’ ante Ana Patricia Botín).
Y a ese respecto, con mucha sorna, escribía Pablo Sebastián en ‘Republica.com’ que Pedrojota vendió su alma de periodista a cambio de una buena indemnización.
Pues ya ha concluido que su plegamiento inicial no le conduce a parte alguna y que, llegados a este punto, le conviene romper la baraja.
A las 09:00 de este domingo 2 de noviembre de 2014, en Twitter que sigue siendo una territorio mucho más familiar para él de lo que es Facebook, publica Pedrojota el siguiente mensaje:
¿A qué se refiere el ex director de ‘El Mundo’? Pues nada más y nada menos que al largo, dolido, reivindicativo, ácido y lloroso artículo que este domingo mete ensus ‘Cartas de un arponero ingenuo‘.
La pieza va naturalmente en ‘El Mundo’, se titula ‘De peces y peceras’ y para no meternos enfregados ni embarullar la cosa, que todo es posible, juzguen ustedes:
No sabes, querido Casimiro, la alegría que me diste el sábado pasado cuando leí lo mucho que hablabas de mí en la vistosa entrevista que accediste a conceder a este periódico.
Lo de menos era que algunas de tus frases -«Pedrojota es como un pez al que sacas de la pecera y lo pones en la mesa. Se muere. Ya no tiene el agua para vivir»-, no fueran precisamente simpáticas («Que con su pan se lo coman»).
Lo de más que por fin, al cabo de nueve meses de incomunicación sólo interrumpida el día que te invité a almorzar en casa poco antes del verano, justo cuando ya sentía el escozor de ese látigo de la indiferencia con el que sólo se fustiga desde la cima, decidiste reanudar el diálogo que mantuvimos a diario durante los treinta años en los que primero te nombré jefe de sección, después te nombré redactor jefe, después te nombré subdirector, después te nombré director adjunto, después te nombré vicedirector y por fin respaldé la decisión de la editora de nombrarte director, una vez consumada mi destitución (El abrazo envenenado).
Debo reconocer que me sorprendió doblemente la vía de comunicación elegida.
Primero porque, siendo la línea recta el camino más corto entre dos puntos, haya hecho falta talar árboles, extraerles la pulpa, transformarla en gigantescas bobinas, imprimirlas en una nave industrial en lo que denominaste en tu discurso de la otra noche «el periódico de papel» y transportarlo hasta miles de puntos, incluida la Avenida de San Luis, donde están tu despacho y mi mazmorra, para franquear las pocas decenas de escalones que separan la primera planta de la segunda.
Tampoco se me escapa que entre los muchos y seguramente acertados cambios que vienes introduciendo en el periódico -yo, sentimental de mí, echo de menos nuestra legendaria bola verde- has decidido poner fin a la regla que durante un cuarto de siglo apliqué a rajatabla hasta al mismísimo Umbral: nadie podía ofender, criticar o zaherir desde las páginas de ‘El Mundo’ a los demás peces de la pecera (Atacar la línea editorial).
Porque, claro, aunque me coloques ya extramuros, aunque me veas dando las últimas boqueadas -¿tanto te incomoda que este ingenuo arponero te sirva de escabel dominical?-, uno todavía conserva las escamas intactas, una notable reserva de oxígeno en las branquias y, hasta excluido de la foto, sigue considerándose un poco de la casa.
Pero, oye, a nuevas normas, buena cara. Si es así como el fundador de ‘El Mundo’ -perdón, ex fundador tras lo de la foto y sus secuelas- debe dialogar con el director de ‘El Mundo’, cúmplanse tus designios y empecemos por el cabezal de la entrevista.
PEDROJOTA RAMÍREZ: «ENCAJAR, ENCAJA»
Periodista Digital se ha puesto en contacto por teléfono con el ex director de El Mundo para saber sí el tenía constancia de los hechos relatados a este periódico por las diferentes fuentes. Aunque no ha dicho no tener constancia de la relación directa entre su destitución y el establecimiento de la ‘Tasa Google’, ha dicho: «Encajar, encaja».
Pedrojota Ramírez ha explicado a Periodista Digital cómo fueron los meses previos a su ‘decapitación’ en el diario que él mismo fundo hace 25 años.No conozco los detalles. Lo que he dicho una y otra vez es que yo fui destituido tras una brutal campaña del Gobierno sin precedentes contra un periodista. De eso ha quedado huella pública. Empezando por el Diario de Sesiones del Congreso, cuando el 1 de agosto de 2013 Mariano Rajoy, en vez de asumir su responsabilidad política, que obviamente le hubiera obligado a dimitir, por haber enviado los SMS a Bárcenas que yo había publicado arremetió contra El Mundo, es decir, contra su director, acusándome públicamente de manipular. Concretamente, de manipulación y tergiversación.
Luego, María Dolores de Cospedal, sin que viniera a cuento, en su comparecencia como testigo en el Caso Bárcenas, a una pregunta sobre el contenido del periódico dijo: «Yo no leo El Mundo». Que la secretaria general de un partido con 11 millones de votantes diga eso va destinado a presionar o a coaccionar o a influir sobre los accionistas.
Y por último, y ahí sí que tuvo un papel indiscutible y relevante la propia Soraya Sáenz de Santamaría, el hecho es que el boicot a la entrega de los premios periodísticos de El Mundo fue total. Y todos sabemos que ese tipo de cosas las coordina la vicepresidenta.
Ahora, esto del canon de AEDE no lo conocía.
Ramírez ha explicado otro tipo de presiones económicas sufridas por El Mundo para que la empresa le destituyera como director:
Hay un itinerario, un contexto que es de todo conocidos. Como consecuencia de esa campaña del Gobierno, algunos de los grandes anunciantes, algunas de las grandes firmas del IBEX incluidas en el llamado Consejo de la Competitividad, que forma un auténtico grupo de presión económica, respondieron. A raíz de esa campaña del Gobierno se produjo un descenso de la publicidad que ha quedado reflejado en los sucesivos boletines de AEDE. Y así como el el primer semestre de 2013 El Mundo se estaba portando mejor, la inversión publicitaria caía menos que en sus competidores directos, en el segundo semestre de ese año se desploma. Cae mucho más que sus competidores.
Si no estuvieran en juego cuestiones muy serias, lo cómico sería que en el primer semestre de 2014, una vez que yo ya fui guillotinado, se recuperó la inversión publicitaria y se volvió a establecer el equilibrio que había existido hasta que yo publiqué los papeles de Bárcenas.
Por otra parte, Periodista Digital se ha puesto en contacto por correo electrónico con los responsables de comunicación de AEDE, sin que por el momento hayan respondido para ofrecer su versión.
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«Casimiro publicó en una entrevista comentarios muy ofensivos, muy despectivos hacia mí y yo le he contestado con la ironía, creo que ha sido una contestación elegante y educada, no ha sido para nada injuriosa y a mí me ha sorprendido mucho que hoy me hayan dedicado un editorial»,
Casimiro ha conseguido que me echen del periódico que fundé bajo amenaza de abandonar su cargo’. Pedrojota recuerda además con pesar que lo más sorprendente es que Unidad Editorial, RCS y el propio Antonio Fernández Galiano aceptaran este ‘chantaje’ y forzaran un despido utilizando como argumento la publicación de una carta de la cual todos conocían y aprobaron su contenido sólo una semana antes.
¿Una trampa para forzar el despido? Pedro J. Ramírez lo insinúa, pero advierte que el nunca ha roto el pacto: ‘¿en qué párrafo pone que criticar a Casimiro es vulnerar el pacto?, se pregunta y agrega ‘mi carta está dentro del cánones de cualquier disputa entre periodistas y lo lógico es que Casimiro respondiera en los mismos términos, no forzando mi despido’.
«Si volviera a tener un puesto ejecutivo, seguiría contando con él y decía: «Es un periodista estupendo aunque me toca las narices que se meta conmigo».
la reacción de Casimiro de supeditar su continuidad a la carta de Pedrojota Ramírez trastocó todos los planes, incluso los de Antonio Fernández Galiano que ha recibido la comunicación de RCS la mañana del 7 de noviembre indicándole que apoyaban a Casimiro y que la carta no se publicaría el domingo.
Esto significa que ha sido el propio Casimiro quien ha negociado directamente con Milán para lograr el apoyo de su editor, incluso por sobre Galiano.
Le pido a los lectores que intercedan ante el para que me dejen escribir en ‘El Mundo’ o me den la libertad para que pueda emprender un nuevo proyecto
Unidad Editorial ha judicializado la disputa llevando a los tribunales el contrato con Pedro J. Ramírez y exigiéndole 400.000 euros de indemnización por vulnerar el pacto de no agresión firmado en enero de este año.
‘Los únicos que han vulnerado el pacto han sido ellos, si en el contrato habían ocho cláusulas y ellos han vulnerado siete, no pueden pretender que yo respete la única que me comprometía (no escribir en ningún otro medio ajeno a ‘El Mundo’ hasta enero de 2016)’, agrega Pedrojota Ramírez.
‘Por tanto, estoy absolutamente seguro de que ganaremos la disputa en los tribunales, el problema es cuándo’ y es ahí donde sugiere que Moncloa ha estado detrás de la operación ‘es demasiado coincidencia que no pueda escribir hasta después de las elecciones de 2015’..