OPINIÓN / REPASANDO COLUMNAS

Gistau dice que Podemos quiere meternos en un parque temático del posfranquismo

Victoria Prego, cantora de la Transición, descubre ahora que el nacionalismo ha infiltrado "como la niebla" las instituciones del Estado

Raúl del Pozo espeta a Errejón que a ver si se creía "que la política es una comedia musical"

Ayer me quejaba de que los escritores con plaza de columnista no habían cargado contra Podemos y este 19 de noviembre de 2014, descubro que me han hecho caso, porque los periódicos rebosan de columnas sobre el partido que viene a salvarnos de los partidos.

La mejor sin duda es la de David Gistau, al que la verborrea de Iglesias, Monedero y Errejón alias ‘El Becario’, le devuelve a sus años mozos. La modernidad es «OTAN no»… como gritaba el socialista Javier Solana, que tampoco soñaba con el que sería su futuro: secretario general de la OTAN.

Cómo no vamos a tener miedo de Podemos si ya ha resucitado la canción protesta y el viejo grafiti del ‘OTAN no, bases fuera’. Entrañable atrezo de mi adolesdencia, por cierto, cuando los militantes de la clase decían ahormar las bambas nuevas para que no les hicieran llaga en la marcha anual a Torrejón

Un amigo periodista, que algunas nostalgias militantes mantendrá encendidas en su interior profundo, me dijo que Podemos lo está rejuveneciendo y de pronto se acuerda de cuando él también se creía puro y utópico.

Creíamos que deseaban controlar el final de un régimen fatigado para introducirnos en el siguiente. Y de lo que en realidad se trata, como en «Goodbye Lenin», es de convertir España en un parque temático del posfranquismo en el que volver a fabricar los cimientos de ese sistema del que Pablo Iglesias ya dijo que fue un engaño «lampedusiano» para que el franquismo perdurara disfrazado de otra cosa. Luego agregó que ETA tenía el mérito de haber comprendido esto antes que nadie en la izquierda.

Tengo miedo de cruzarme con un Seiscientos conducido por mi padre más joven que yo.

¿Volverán a sonar en la radio las canciones de Jara y del plasta de Serrat?, ¿desaparecerán de los estancos el rubio americano y volverán los Celtas?, ¿tendremos que usar de nuevo papel higiénico del Elefante? ¡Necesito un café ardiendo para calentarme después de estos escalofríos!

Ignacio Ruiz Quintano (ABC) insiste en que Podemos es lo que eran los socialistas antes de sentar el retambufa en el Senado.

¿cómo va a ser Podemos el coco del Régimen, si se mata por las listas, fundamento de ese Régimen? Éramos el país europeo más progre de boca y más facha de manos, condición que ahora se verá exacerbada para tapar todo aquello que es mejor que no lo vean nuestros ojos. Es la función de Pablemos y su tropilla de becarios franciscos que parecen fundar su Institución Libre de Enseñanza en El Rincón del Vago

Y FELIPE GONZÁLEZ VUELVE A LA MONCLOA

No sé si en Seiscientos o en Mercedes, el caso es que otro abuelo de la Transición que nunca acaba de jubilarse es Felipe González, de nuevo dando vueltas por Moncloa. Y el sábado vi al heredero del 18 de julio inaugurar el monumento al almirante vasco Blas de Lezo… Menos mal que mañana me volverán a explicar que Franco se murió de viejo y en la cama. A ver si se entera Baltasar Garzón. Jiménez Losantos (El Mundo) comenta la llamada de Rajoy a Felipe para pedirle consejo.

Felipe González se ha hecho un revoque de fachada que lo asemeja a María Teresa Fernández de la Vega d. M. (después de pasar por Monereo) y si se quita quince arrobas estará en disposición de volver a ser el mejor candidato del PSOE para ocupar la Moncloa.

Es harto significativo que mientras pasa largas horas charlando con el Faisán y saluda a González con una sonrisa de afecto tierno entre Austria y Borbón, o sea, casi sin muelas, al que no recibe jamás ni le consulta absolutamente nada es a José María Aznar, que con González ha sido el líder más sólido y el segundo presidente más duradero de la democracia española. Como buen maricomplejines, a Mariano lo que le gusta es que la Izquierda de Míster X y Cebrián le perdone su origen, no que la Derecha se lo recuerde.

Malo es que Rajoy quiera largarse en plena crisis; peor es que al Presidente Cero sólo le estimule el One. Es más, pero poco.

José Luis Martín Prieto (La Razón) no encuentra ni un gramo de humor en Podemos.

No sobrevaloremos a esta muchachada de PNN de la Complutense, cuyas propuestas tienen más agujeros que la bandera de Nápoles. (…) El Politburó de Podemos no es tan inteligente, sino una conjunción de listos oportunistas, hábiles publicistas, agresivos comerciales que venden crecepelo garantizando a los calvos la coleta del líder. Han hecho un estudio de mercado sobre una nación agobiada y ofrecen un viaje al castillo del Mago de Oz. La ecuación básica de la demagogia es ofrecer pan a una masa famélica aunque no dispongas de un obraje de panadería.

Repudian la Transición, una de las escasas ocasiones en que los españoles derrocharon grandeza. (…) Hasta Obama llegó a la Casa Blanca con el «Yes, we can» de un joven publicista y acabó demostrando que no puede. Podemos sale de la misma madeja gregaria y descontenta que Madame Le Pen o el Tea Party. Es el comunismo vergonzante de los agobiados y cabreados.

Anímese, don José Luis, porque Pablo Molina (Libertaddigital.com) está seguro de que cuando Podemos presente su programa escrito se romperá el hechizo.

Nada de lo que pongan en el programa electoral va a mejorar la imagen del neopopulismo entre la masa electoral. En cambio sí puede empeorarla, y mucho, si los más radicales ven que les han estado tomando el pelo todo este tiempo. Para los que queremos que este país de países siga existiendo, cuanto antes pongan por escrito sus ocurrencias, mejor.

RAÚL DEL POZO: EL ESCRACHADOR ERREJÓN, ESCRACHADO

El sueldecito (público, por supuesto) que se asignó Íñigo Errejón le ha convertido en carne de columna. El pobre chico dirá que es una injusticia, que anda que no hay catedráticos que apañan de la misma manera un sueldecito más nutrido a sus hijos o a sus amantes y no salen en la prensa.

Alfonso Ussía (La Razón) le da la razón y dice que está siendo perseguido.

El contrato de investigación de don Íñigo firmado con la Universidad de Málaga y de cuyo cumplimiento y seguimiento es responsable don Alberto Montero, es de muy difícil culminación. Se trata de un tostón de órdago, y es perfectamente comprensible que, cobrando o no, don Íñigo se haya resistido a investigar. Su enunciado lo dice todo: «La vivienda en Andalucía. Diagnóstico, análisis y propuestas de políticas públicas para la desmercantilización de la vivienda». Se comprende y disculpa el rechazo de don Íñigo a investigar semejante pereza.

Que se pierdan nuestras más preclaras inteligencias jóvenes en investigar la desmercantilización de las viviendas en Andalucía es algo que me encorajina hasta extremos indefinibles. Las políticas públicas que esperen y dejen de atosigar. Y lo del dinero, pues eso, ¿qué pasa? Se trata de cantidades irrisorias. Y además, he leído que ha renunciado a percibir más mensualidades. No porque lo hayan descubierto, qué vil bobada, sino por solidaridad y principios. Persecución, en una palabra.

En ‘La beca de Íñigo’, Raúl del Pozo (El Mundo) afirma que los puros de Podemos empiezan a probar la misma medicina que el Incorruptible. Es lo que ocurre cuando se solivianta a la masa, que ésta busca alguien a quien apalear.

Apenas se han constituido en partido, los incorruptibles han sido vigilados con la convicción segura de descubrir en ellos la corrupción. Los escrachadores han empezado a ser escrachados. Los piqueteros acosadores de Gallardón y de González Pons son ahora los hostigados.

Como es sabido, durante el Terror guillotinaron a María Antonieta, siguieron con Danton y terminaron cortando la cabeza más incorruptible, la de Robespierre. Ahora, las guillotinas son de cartón, como las urnas, o más bien mediáticas, como las que han funcionado estas últimas horas contra Íñigo Errejón por una beca que cobraba y no sudaba, bajo la dirección de un compañero de Podemos, Alberto Montero. La Junta de Andalucía -siempre tan sensible ante la corrupción- va a exigir que devuelva el dinero. Íñigo se ha quejado de que ponen la lupa sobre Podemos para desacreditarlos. ¿Y qué esperaba? ¿Creía que la política es una comedia musical?

Ha estallado un nuevo terror, por ahora mediático, que no lleva a la gente ni a la guillotina ni a la hoguera, sino al escarnio. Se saca a los padres de la patria como a rufianes en los telediarios, se les quitan las medallas de las ciudades. Funciona el Comité de Salvación Pública, con poderes para guillotinar -mediáticamente- a príncipes, cantantes y políticos de la casta e incluso a los de la indignación.

PUIGVERD VE «ÉLITES EXTRACTIVAS» EN MADRID, PERO NO EN BARCELONA

Me acerco a La Vanguardia y las carcajadas me parten el pecho. Esto encuentro en la columna de Antoni Puigverd, que parece competir con Pilar Rahola y Francesc-Marc Álvaro por el puesto de portavoz periodístico de Artur Mas, contra los gobernantes y los funcionarios de ‘Madrit’.

Encastillados en el control del Estado, las élites extractivas bloquean todo, numantinos, opuestos a toda reforma.

Pero cómo alguien que escribe en el periódico más subvencionado del llamado ‘oasis’ de la charca del del 3%, de la fortuna de los Pujol, se atreve a acusar a otros de ser «élites extractivas». Como dice un bloguero de PeriodistaDigital, luego se sorprenderán los editores de que cada vez venden menos. ¡Con columnistas que tratan como idiotas a sus menguantes lectores!

La columna de Victoria Prego (El Mundo) me devuelve la seriedad. La cantora de la Transición ahora se da cuenta de que el separatismo catalán ha sido incubado por el Estado… para no tener problemas. Los fiscales catalanes, que no quieren tener lñios, representan a ese Estado cobarde, que es inflexible con la ley española sólo para cobrar impuestos.

Esto se cae. El Estado se tambalea en sus fundamentos, y no a causa de los independentistas de Cataluña, que no tendrían fuerza ni de lejos para hacer temblar el sistema, sino porque los responsables políticos han dejado durante años que el sistema se debilitara tan gravemente que el episodio de Cataluña lo único que ha hecho es ponerlo finalmente en evidencia.

La contemplación del nacionalismo infiltrado, como la niebla, en el alma de las instituciones del Estado contaminándolas definitiva y mortalmente es un espectáculo trágico. En estas condiciones se hace casi imposible recuperar la vertical. Por eso digo que esto se cae.

Carrascal (ABC) continúa con su pesimismo sobre la separación de Cataluña.

No soy yo quien tiene que decir al presidente del Gobierno lo que tiene que hacer. Mi labor, mucho más fácil y modesta, es exponer la realidad. Y la realidad es la que les conté el lunes: que Cataluña se va separando de España como un iceberg del Ártico. Otro error, y habrá que decirle adiós.

Joan Tapia (ElConfidencial.com) insiste en que Mas está venciendo a Rajoy.

El 9-N Artur Mas ganó. Pero lo peor es que el Gobierno ha perdido los papeles y reacciona como un boxeador noqueado. Esperemos que sea un mal temporal… pero ya han pasado nueve días.

Y Oneto (Republica.com) abunda en la misma opinión:

La tragedia es que diez días después del desafío de Artur Mas y de su mensaje chulesco dirigido a la Fiscalía reconociendo que el responsable del 9N y de su puesta en escena, es él, la política y la palabra del Presidente del Gobierno han quedado en entredicho (…) los fiscales de Cataluña se han negado a presentar una querella por desobediencia, prevaricación y malversación de fondos públicos, enfrentándose directamente con el Fiscal General del Estado que, presionado por el Gobierno, tenía por misión sacarles las castañas del fuego a quienes, durante meses habían sido incapaces de elaborar un Plan para impedir lo que habían prometido, hasta la saciedad, al país.

El 9 de Noviembre se actuó como normalmente se actúa en los registros: se tomó nota simplemente de algo que nunca debió producirse.

Santiago González (El Mundo) recurre a los personajes de la película ‘Solo ante el peligro’ para describir a los fiscales catalanes, a Rajoy y a Eduardo Torres Dulce.

Le deja solo el Gobierno, con un ministro de Justicia que, tres días antes de consumarse una desobediencia cantada, la equiparaba a un acto de «libertad de expresión», y le desobedecen los fiscales catalanes. Hoy se la juega él y, con él, el Estado de Derecho al que representa.

Los fiscales de Cataluña son como el juez de Headleyville, con una diferencia: recogen y guardan los aperos, pero es precisamente para quedarse en el mismo sitio, mientras suena la balada de Tiomkin Do not forsake me, oh, my darling, en versión sardana. Creo que, de todas las opciones de Torres-Dulce, la peor era transigir. Él, que es gran cinéfilo, me entenderá, aunque también podría parafrasear al fiscal superior Romero de Tejada la anécdota de Rafael el Gallo sobre Sevilla: «Cataluña está donde tiene que estar. Lo que está a tomar por culo es Huelva, que va a ser tu próximo destino».

MANUEL JABOIS SE OPONE A LA EXTRADICIÓN DE MARTÍN VILLA

Manuel Jabois (El Mundo) sale en defensa de Rodolfo Martín Villa, al que una juez argentina amiga de Garzón pide que se le extradite a su juzgado. Recuerda que la mayoría de los españoles estaba de acuerdo en hacer tabal rasa del pasado… empezando por Juan Luis Cebrián añado yo.

Hay un fenotipo español especialmente representado en la vida pública que consiste en la adherencia a las causas mayoritarias

Suele decirse que la Transición fue un éxito por el pacto español y el olvido que pasó pronto a ser una exigencia moral, porque cualquier reclamación en ventanilla era la vuelta al 36. Nadie pensó que lo que los padres evitaban hacer lo iban a tener que hacer sus hijos. Esa excusa lo que hizo fue retrasar la memoria, que ha vuelto a aplazarse ante la necesidad de arreglar el presente; volverá, como el verano.

Por todo ha pasado la sombra de Martín Villa porque no hay fenotipo español que soporte comparación, ni Cabanillas, que también fue de los otros. De los ministros franquistas fue «la porra de la Transición» el que gracias a la Transición llegó más lejos, más fuerte y más alto. No fue amnistiado porque no fue condenado por ningún delito, no ha tenido necesidad de reinventarse y una vez dijo: «Uno no puede cambiar su biografía. Yo no lo deseo». Ni España lo puede detener ni mucho menos extraditar. Hay algo aún más raro y delicado que un impostor. El que no lo es porque su país decidió serlo por él.

El Mundo publica un editorial en el que advierte de los problemas de la caída de la natalidad y el envejecimiento de la población española. Entre las consecuencias del desequilibrio poblacional el periódico cita el aumento de la edad de jubilación y la quiebra del Estado de Bienestar. Otra consecuencia será la legalización de la eutanasia para que el Estado diezme las legiones de ancianos demandantes de cuidados sanitarios y pensiones.

Al igual que muchos intelectuales progresistas, Leila Guerriero (El País) justifica la eutanasia en la columna más repugnante, por lacrimógena y sentimentaloide, del día. Incluso menciona la eutanasia para los niños permitida en Bélgica sin que quede clara su postura. Me pregunto si tanto progresista pensante no se da cuenta de que su ondear de las banderas de la libertad y la autonomía individual encubren beneficios para el capitalismo más ramplón: eliminar seres humanos porque son un gasto inútil.

David Trueba se gana el premio a la columna ridícula por su explicación conspiranoica sobre la desaparición de los cines en las ciudades españolas.

París, que aún preserva sus salas de cine porque la exhibición en aquella ciudad siempre ha sido tratada con el respeto que se le da a las farmacias, tan distinto al modo en que los Ayuntamientos españoles masacraron las salas de cine en nuestro país con un cambio de la ley española sobre locales de uso público que bendijo y expandió la especulación inmobiliaria, propiciando el traspaso de las salas más relevantes de cine y teatro hacia franquicias de ropa y mercadería.

No deja de sorprenderme que los productores, cineastas y actores españoles más parlanchines nunca reconozcan la parte de responsabilidad que tienen en el fracaso del cine. Que si la incultura y el papanatismo de los españoles, que si las campañas de la COPE y de Intereconomía, que si las reformas urbanísticas, que si la subida dle IVA… Nunca se preguntan: si la gente no va al cine, ¿no será porque hacemos películas que no le gustan?

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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