Un nuevo episodio en el enfrentamiento entre Pedrojota Ramírez y Unidad Editorial ha tenido lugar el 24 de noviembre con la publicación en El Economista del escrito de rectificación que el ex director de El Mundo envió al diario de la avenida de San Luis y que dicho rotativo no publicó —Pedro J. Ramírez: «O Unidad Editorial publica mi carta o me libera del pacto de no competencia»–. En dicho escrito, Ramírez reproduce la cláusula 7.2 del acuerdo que firmó con Unidad Editorial: «Durante la vigencia de la obligación de no competencia… la empresa encarga al señor Ramírez la realización de colaboraciones con el diario El Mundo en su edición de los domingos.
Resulta mucho más jugoso, sin embargo, el contenido del prólogo del libro de Pedrojota Ramírez ‘Contra unos y otros’, una recopilación de las ‘cartas del director’ publicadas por dicho periodista en El Mundo entre 2006 y 2014. En esta introducción a la obra, Pedrojota ofrece un relato de cómo fueron esos años al frente de El Mundo y ofrece algunas claves sobre su destitución como máximo responsable periodístico del diario.
Según ha podido saber Periodista Digital, Pedrojota envió el 30 de agosto de 2014 tanto a la directora de la Esfera de los Libros, Ymelda Navajo, como al presidente de Unidad Editorial, Antonio Fernández-Galiano.
En el correo electrónico, el ya ex director de El Mundo instaba a Galiano a que le dijera si consideraba necesario modificar algo sobre el relato de su destitución, sin que este último respondiera pidiendo modificaciones. De esta manera, el texto publicado cuenta con el visto bueno, aunque sea por ‘silencio administrativo’, del máximo directivo de Unidad Editorial.
Periodista Digital ha extractado alguno de los párrafos más significativos del Prólogo de ‘Contra unos y otros’:
TRAS LA PUBLICACIÓN DE LOS MENSAJES DE RAJOY A BÁRCENAS
Ya en los últimos días de julio [de 2013] había dirigentes y empresarios que sostenían el problema no era Rajoy sino yo. Un directivo de nuestro grupo almorzó conmigo, recién llegado de Italia, con el ánimo de averiguar si tenía más ases en la manga, Y vino a decirme que lo pasaría mal si no lograba tumbar a Rajoy. Yo repuse estoicamente que me había limitado a cumplir con mi obligación y que el desenlace no estaba en mis manos.
MOVIMIENTOS CONTRA PEDROJOTA DENTRO Y FUERA DE ‘EL MUNDO’
En otro entorno, esa pérdida coyuntural de menos del 2 por ciento de lectores de nuestra edición impresa que sufrimos en el verano habría resultado irrelevante, entre otras razones porque la página web y Orbyt habían alcanzado simultáneamente cifras récord. Como había ocurrido encrucijadas similares, antes o después –una parte y lo hizo en el otoño– eso lectores enfadados volverían a comprar el periódico, en uno u otro soporte, igual que antes o después los anunciantes que nos habían boicoteado a raíz de alguna toma de posesión de ‘El Mundo’ habían terminado reconsiderando tapicero conducta.
Pero vivíamos en el contexto de doble crisis que afectaba al sector –caída del consumo por la marcha de la economía y cambio la estructura de la demanda por la revolución tecnológica– y detraía a los compradores de los quioscos, abocando al negocio tradicional del sector a un declive generalizado. El dato fue utilizado para atizar la campaña que pública y privadamente, en España y en Italia, dentro fuera del periódico, el gobierno había desatado contra mí.
Quienes tenían viejas y nuevas cuentas por saldar vieron que era la ocasión de hacerlo y acabar con un director de periódico intransigente y molesto. Quienes venían orquestando acciones en pro de la abdicación del rey Juan Carlos –a la que yo me oponía razonadamente casi en solitario– toparon con la oportunidad de allanar su camino de toda resistencia. Ni en algunas grandes compañías del Ibex no en la Casa Real no faltó quien pusiera algo más que un granito de arena en el empeño de derribarme. Tampoco quien desde el propio entorno del periódico transmitiera a esos poderes fácticos que no compartían mi empecinamiento personal en exigir responsabilidades a Rajoy por el caso caso Bárcenas
EMPRESARIOS CONTRA LA LÍNEA CRÍTICA DE ‘EL MUNDO’
En el otoño 2013 se publicó en el diario económico ‘Italia Oggi’ que Alierta y Botín habían hecho una oferta para comprar Unidad Editorial y desactivar la línea crítica del mundo. RCS lo desmintió pero otros dirigentes empresariales españoles reconocieron en privado haber sido sondeados para participar en una operación de esa índole.