Marhuenda se hunde en el ridículo al seguir atacando al juez Castro y a Manos Limpias
El País pide a la infanta Cristina de Borbón que renuncie a sus derechos sucesorios un día después de que lo haga el ABC. Con su hábito de editorializar pasada al menos una jornada del hecho (será para que el ruido no perturbe al editorialista), El País pierde la primicia.
Sin duda por ello, el periódico progresista que aparentemente dirige Antonio Caño publica este 10 de diciembre de 2014, un duro editorial contra la hermana del rey Felipe VI titulado ‘Una renuncia obligada’. Incita al Rey a pedir la renuncia de su hermana con el caramelo de las encuestas.
El texto no contiene más novedad que asociar al anterior rey, Juan Carlos de Borbón, a los chanchullos de Iñaki Urdangarín. Como un cortesano, el periódico progresista defiende al rey reinante y carga todas las culpas en su predecesor.
La Razón, dirigida por Francisco Marhuenda, se queda sola, a la espera de lo que diga La Vanguardia, en defensa del fiscal Horrach. En su editorial ataca no sólo al juez instructor, José Castro, sino también al sindicato Manos Limpias: «parece evidente que las circunstancias personales del justiciable condicionan la correcta aplicación de uno de los principios básicos de nuestro ordenamiento jurídico: la igualdad de todos los españoles ante la Ley»
La infanta Cristina debe renunciar a sus derechos a la Corona de España, cualquiera que sea el resultado del procedimiento conocido con el nombre de caso Nóos en el que se encuentra incluida junto a su marido, Iñaki Urdangarin, y otras personas. Cabe esperar que la Infanta tome la determinación por sí misma; de lo contrario, las Cortes tendrían que ocuparse de ello.
Discusiones jurídicas al margen, la cuestión afecta a un familiar del Rey que se encuentra en la línea sucesoria. Es verdad que doña Cristina no forma parte de la familia real, no recibe asignaciones del presupuesto público y carece de una agenda oficial que le permita representar a la Corona en acto alguno. Sin embargo, las graves acusaciones que pesan sobre su marido -para quien el propio fiscal pide penas que podrían sumar hasta 19 años de cárcel- responden a presuntos delitos que no habrían sido cometidos si él no hubiera sido yerno del anterior monarca y marido de una de sus hijas.
Es prudente asegurarse de que una persona en estas condiciones no pueda ser reina de España. Quien ocupa el sexto lugar en el orden sucesorio tiene posibilidades muy pequeñas de acceder a la Jefatura del Estado, pero conviene cerrar definitivamente esa puerta.
El rey Felipe VI ha dejado muy claro su deseo de una Monarquía intachable. Ha prohibido a la familia real aceptar favores o regalos que les comprometan, quiere evitar remuneraciones privadas y ha encargado que sus cuentas sean revisadas por una auditoría externa. Las cosas están cambiando, y eso incrementa la confianza de los ciudadanos en el compromiso de renovación lanzado por Felipe VI en su discurso de proclamación. Todos los pasos que ha dado desde entonces se han visto respaldados por un grado elevado de aprobación popular (67%, según Metroscopia).