El periódico de Rubido reprocha a la socialdemocracia la demagogia vertida en estos años
Curiosa coincidencia este 6 de enero 2014, en la prensa. ABC y El País, el periódico monárquico y conservador y el periódico juancarlista y progresista, publican sendos editoriales sobre las próximas elecciones parlamentarias griegas en el que advierten de que los pronósticos apocalípticos y las amenazas lanzados sobre el electorado griego desde Bruselas y Alemania pueden tener efectos contrarios a los buscados.
Sin duda en ambos editoriales han influido la caída de ayer en las bolsas europeas (la española perdió casi un 3,5%) y el miedo a nuevos desplomes de los índices y de la moneda única. Pero también la preocupación a que los ataques a Syriza refuercen en España a Podemos.
ABC y El País proponen que la Unión Europea dé a los griegos argumentos sólidos para no caer en la demagogia de la extrema izquierda. El periódico dirigido por Bieito Rubido añade que parte de esa demagogia la han producido los partidos socialdemócratas.
EL PAÍS
los ciudadanos griegos harán bien -al madurar su voto- en pensar ante todo en su interés, sabiendo que este incluye contar con el respaldo europeo. Y por tanto, en tener en cuenta los intereses generales de la Unión.
Pero ir un milímetro más allá de esta afirmación de interés compartido y solidario, para lanzar advertencias con tono amenazante, como oficiosa u oficialmente han realizado algunas instituciones y dirigentes europeos ante la eventualidad de la victoria de un partido de izquierda radical (Syriza), es completamente extemporáneo, a la par que contraproducente.
El discurso del miedo suele ser contraproducente y reactivo porque instala en quien lo recibe la sensación de que se cuestiona su libre albedrío.
El alarmismo precipitado; la presunción de que no hay nada que negociar (justo cuando el fin brusco de la legislatura paralizó la negociación sobre la última fase del segundo rescate); o la estúpida amenaza genérica de expulsión del euro son imprudentes. Porque constituyen caldo de cultivo del catastrofismo. O sea, facilitan la catástrofe.
ABC
No es razonable dar por hecho que la victoria de los populistas de izquierda de Syriza sea inevitable, pero tampoco lo es que desde fuera de Grecia se añada más gasolina al fuego, exhibiendo el espectro de su salida del euro o, en el otro extremo, buscando en las políticas de austeridad el motivo de la crisis que atraviesa.
A las propuestas irresponsables de Syriza se les contesta con argumentos sólidos, no con más demagogia, como la que la izquierda socialdemócrata europea ha derrochado durante estos años de lucha para restablecer el orden en las economías europeas. La oposición sin alternativas de la izquierda continental a las políticas de rigor presupuestario, que han salvado la cohesión de la moneda única, han sido las semillas de un populismo del que ahora todo el mundo quiere huir. Los ciudadanos griegos han sido víctimas de esa estrategia durante décadas, y ahora ya no es posible seguir utilizando los argumentos del miedo.
Y para que los griegos puedan tomar la decisión adecuada, lo mejor es que dispongan de la mejor información sobre las candidaturas que tienen sobre la mesa y las políticas que representan.