Casimiro García-Abadillo (La Solana, Ciudad Real, 1957) cumple un año y dos meses al frente de la dirección del diario El Mundo y recibe a Periodista Digital para hacer balance de su gestión al frente de la cabecera insignia de Unidad Editorial.
El encuentro se produce en el despacho de García-Abadillo, al cual se accede cruzando la luminosa redacción de El Mundo, llena paneles de vivos colores y motivos cinematográficos. La oficina del director es amplia.
Sus paredes son unas amplias cristaleras que dan a las zonas ajardinadas que rodean el edificio que alberga las instalaciones de los diferentes medios de Unidad Editorial.
Foto: Jerónimo Rueda
No queda rastro del anterior inquilino del despacho. Tan sólo hay una discreta referencia. Sobre una estantería baja, descansa sobre un soporte que garantiza su verticalidad y enmarcada, una copia ampliada de una viñeta de Ricardo.
En ella, una mano, que identificamos como la de Pedrojota Ramírez, entrega unos tirantes, a modo de simbólico cetro, a otra, la de su sucesor. Le acompaña un breve texto: «A Casimiro García-Abadillo, con todo nuestro apoyo».
Otros pequeños detalles de la decoración llaman la atención. Apoyada en la repisa de una ventana, como esperando a ser colgada, hay una foto enmarcada. Es la famosa instantánea de la cara de Ernesto ‘Ché’ Guevara tomada por Koba que desde hace décadas es uno de los principales iconos de la izquierda internacional. Sobre una mesa se ve, sobre una soporte de madera, un escudo bordado del Fútbol Club Barcelona.
Una amplia estantería está repleta de libros. La biblioteca personal de García-Abadillo en su despacho es amplia y variada, como corresponde al director de uno de los grandes periódicos del país.
Dos volúmenes, muy próximos entre sí, sorprenden. Cada uno por un motivo distinto. Uno de ellos es Capital, la obra de Thomas Piketty que se ha convertido en la nueva biblia de la socialdemocracia.
Llamativa obra para el despacho el director de un periódico que se define como liberal. La otra es La historia secreta de la Iglesia Católica, muy crítica, cuyo autor es un antiguo colaborador de El Mundo que años antes dejó de publicar en ese diario para pasar a hacerlo en La Razón: César Vidal.
El periodo que lleva al frente de El Mundo han sido catorce meses de ruido y furia en los que se tuvo que enfrentar en encarnizada batalla a su mentor, Pedrojota Ramírez, destituido de la dirección de El Mundo por «decisión empresarial de RCS», según afirma Abadillo, aunque admite que pudieron haber influido otros factores que se «mezclaron» en un momento de debilidad financiera para el periódico.
«Pedrojota siempre fue un periodista incómodo para el poder» –afirma– pero insiste en recordar que a él quien le eligió no fue el poder político ni el establishment sino el mismo Pedrojota Ramírez. García-Abadillo no guarda rencor por aquel enfrentamiento con el fundador del diario El Mundo pero exhibe heridas que tardarán en cicatrizar.
Durante la entrevista cuenta cómo supo que él iba a ser el director del periódico generalista de Unidad Editorial, quién se lo comunicó:
Fue Pedrojota Ramírez. Me llamó a mi casa a las 11 de la noche. Creo que era el día 27 de enero, si no recuerdo mal. Me pidió verme. Quedamos en Jai Alai, en un reservado. Y él, de sopetón, de me dijo: «Vas a ser el director de El Mundo». Y ahí me explicó que él llevaba tiempo en una situación de no entendimiento con nuestro accionista principal y que había llegado a un acuerdo por el cual durante dos años iba a permanecer en el periódico. Me dijo: «manteniendo mi columna si tu quieres» y siendo presidente de La Aventura de la Historia y teniendo su despacho aquí en el periódico.
Le pregunté si él había apoyado ese nombramiento. Me dijo que no sólo lo había apoyado sino que había sido propuesta suya, y que había sido aprobado con la unanimidad de todo el consejo.
La preocupación de García-Abadillo ahora se centra en evitar que otros medios sigan pescando periodistas en la redacción de la Av. San Luis a golpe de talonario como el caso de Manuel Jabois, frenar la salida de los más históricos –desde que asumió la dirección se han marchado Eduardo Inda, Miguel Ángel Mellado y Ana Romero– y blindar a nombres claves de la redacción que sean tentados por el nuevo proyecto online de Pedrojota Ramírez, como han sido los casos de el director de elmundo.es Fernando Baeta y la experta en Tribunales, María Peral.
Foto: Jerónimo Rueda
TITULARES DE LA ENTREVISTA
Mariano Rubio viajó a Italia a pedir la destitución de Pedrojota Ramírez.
Soraya sólo ha estado una vez en mi casa.No estamos haciendo un periódico cómodo para el poder.
Mi pretensión es dejar un sello no con mi nombre sino un sello de calidad.
El Mundo tiene ahora mejor equipo que hace un año.
Nuestra seña de identidad es dar información que otros medios no se atreven a publicar.
La influencia nos la da el papel, no la web.
No sé lo que es el periodismo de cloaca pero sí sé que los periodistas tiene que mancharse las manos en el barro si quieren obtener información.