El fiasco de la CUP, tildado de ‘pucherazo’ por distintos medios de comunicación, del pasado domingo 27 de diciembre de 2015, terminando en empate a 1.515 la votación a favor o en contra de investir a Artur Mas como presidente, sigue dando mucho juego —Esperpento: Empate de chiste a 1.515 votos en la votación de la CUP sobre la investidura de Artur Mas–.
«La CUP ha demostrado una capacidad inimaginable de perpetrar el ridículo», decía al respecto en su artículo de opinión en La Vanguardia —El show— la siempre polémica Pilar Rahola.
A la biógrafa autorizada de Artur Mas, una de las caras visibles del independentismo mediático, se le conoce de sobra su inquina hacia Antonio Baños —Grietas en el independentismo: Pilar Rahola y Antonio Baños se dan de navajazos en una emisora de radio–, Anna Gabriel y todo lo que tenga que ver con la CUP, de quien por cierto depende la salud y el rumbo del proceso secesionnista. Así atacaba Rahola a los antisistema:
Lo que sí está claro es que los cuperos avanzaron un día los Santos Inocentes y se rieron de nosotros. Y fue así como la historia de Catalunya añadió un nuevo esperpento a un proceso que empezó anhelando la gloria. Como dije hace tiempo, entre la gloria y el ridículo hay una línea muy estrecha, y gracias a la CUP la hemos pisado con fruición.
Ahora somos una especie de engendro marciano con gente rarísima que se dedica a cargarse, ella solita, las oportunidades que ella misma había creado. Hemos dejado de ser interesantes porque, gracias al show de estos meses, hemos dejado de ser creíbles. Nunca agradeceremos suficiente a la CUP que se haya cargado el trabajo hecho de los últimos años.
VEINTE VOTOS NULOS SE CAMBIARON A ÚLTIMA HORA
El diario La Razón de 29 de diciembre lleva en portada que ‘veinte votos nulos o en blanco se cambiaron —Veinte votos nulos o en blanco se cambiaron en la última votación de la CUP para empatar–:
¿Qué ocurrió, a continuación, en la tercera y última votación? No participaron 3.042 militantes, sino 3.030 y se produjo un empate a 1.515 entre partidarios y contrarios a Mas. Es decir: 12 de los 20 que se habían refugiado en el voto blanco y el nulo optaron por inhibirse de la votación decisiva; 3 se decantaron por rechazar al líder de CDC y 5 acabaron engrosando los apoyos a Mas. Un desenlace propio de un guión de serie televisiva.
‘EL CASCABEL’ ANALIZA LAS PROBABILIDADES DEL EMPATE
En ‘El Cascabel’ de 13TV en la noche de 28 de diciembre de 2015 contaron con la participación de un catedrático de matemática aplicada de la Universidad de Sevilla, Mario Bilbao, mediante vía telefónica, para arrojar luz sobre el asunto y fijar una probabilidad de que se diera el empate acaecido entre los antisistema de la CUP en cuyas manos está el futuro de Cataluña:
La probabilidad se calcula diciendo que hay una posibilidad de que haya empate al votar dividida entre todos los votantes, entonces sale 0,0003. Algo así como prácticamente 0. Es casi imposible. La probabilidad de que no empaten es del 9,999. Así que lo normal y casi seguro es que no se hubiera producido ningún empate.
«Vamos, que se ha producido un pucherazo como la copa de un pino», decía Antonio Jiménez.