OPINIÓN / REPASANDO COLUMNAS

Losantos: «Los comunistas de Podemos e IU creen que la ética es un error si se interpone en la toma de poder»

Ruiz Quintano: Pablemos, el buitre que pela los huesos de España y con la cola mata moscas

Joan Culla se asombra de que se tema a la islamofobia cuando nadie denuncia la judeofobia

¡Por fin un desayuno tranquilo, sin prisas ni sobresaltos! Levanto mi taza de café subsahariano para darle las gracias a Begoña Gutiérrez, la podemita de Sevilla, que con sus propuestas de pronunciamiento popular para conceder sanción democrática a la Semana Santa ha servido a los columnistas un humeante cocido para que coman de él varios días.

Así los columnistas dejan los atentados islamistas, la amenaza islamófoba y la geopolíticas (asuntos para los que, reconozcámoslo, no están muy dotados) y se centran en lo que saben: política carpetovetónica. Por ejemplo, el cabildo laico que dirige El País ha prescindido este 14 de enero de 2015, de columnistas. En los demás periódicos, vuelve a sonar el chá-chá-chá de Podemos.

Empiezo con Ignacio Ruiz Quintano, que en su columna de ABC, titulada ‘Coletazos’, da una de las más ingeniosas definiciones de Pablo Iglesias que he leído hasta ahora: la hiena o el buitre que caba de roer los huesos pelados de la España del consenso.

Al cabo de cuarenta años de consenso España está casi tan pelada como la vaquilla de Berlanga al cabo de tres años de guerra civil. Pablemos sólo es el arquetipo del oportunista que sale a la hora de la siesta en los documentales de La 2 dispuesto a mondar los huesos.

El éxito demoscópico de Pablemos en España (como el de Marine Le Pen en Francia) consiste en haber sabido aparentar que su reino no pertenece al consenso, término que en el marketing paulino equivale a casta. Con eso y unos cuantos coletazos con la coleta de espantar moscas, a pillar, y no parecen mancos.

El penúltimo de esos coletazos de a ver qué pasa es prohibir la Semana Santa de Sevilla. Hombre, si el columnismo pipero (¡piperos de la Ilustración!) proclama que los mártires laicos de París son el precio de nuestro «derecho a blasfemar», ¿por qué una calabaza de Podemos no va a plantearse, en su apoteosis, la posibilidad de liquidar la Semana Santa?

Lo mejor de la columna de Antonio Burgos, tras unos párrafos que se me hacen eternos, llega al final:

Y digo yo: si Podemos gobierna ¿serán también los ciudadanos y ciudadanas quienes decidan si hay Fallas en Valencia, Sanfermines en Pamplona, San Isidro en Madrid, Feria en Sevilla y Rocío en Almonte? Como sea como la gente teme, pueden llegar más lejos que Pilatos. Ya saben, aquel forastero que estaba viendo el paso de Cristo de la Sentencia y preguntó quién era el romano de la túnica blanca y la palangana que iba encima. A lo que el macareno de los Callejones respondió: -¿Ese? ¿Quién va a ser? ¡Pilatos, que a punto estuvo de indultar a Jesús en vez de a Barrabás y de dejarnos sin Semana Santa, el hijo de la gran puta!

Alfonso Ussía (La Razón) escribe una oda al sentimiento católico de los rojos andaluces, lo cual debería de preocupar a los católicos y a los rojos serios… si quedan.

Cuanto más creciditos están, más se equivocan. El contagio es posible, y nada extrañaría que los responsables de Podemos en Almonte decidan que los «ciudadanos y ciudadanas» -son así de cursis- voten en asamblea la conveniencia de seguir acogiendo en la ermita de la Blanca Paloma a las decenas de miles de peregrinos rocieros. Es posible que se vean obligados a salir por pies, a toda pastilla, perseguidos por los almonteños más escorados a la izquierda. Que una cosa es ser comunista y otra muy diferente repudiar a la Blanca Paloma.

Sevilla no se somete, señorita Begoña o Doña Begoña. Sevilla pasa elegantemente de sus necias propuestas, como el agua del río.

No sé yo. Cosas más raras se han visto, querido Alfonso. ¿Quién nos iba a decir que Juan Carlos I se retiraría a disfrutar, un poco más de lo que ya lo estaba haciendo, de la vida?

Y Jaime González (ABC) le pone las peras al cuarto a la de Podemos.

La Semana Santa es una cuestión de espíritu, una emoción transversal y una explosión de afectos que nadie va a someter al escrutinio de las urnas. Para qué, incauta muchachita de Podemos, si no hay expresión más hermosa de la democracia que la Semana Santa sevillana. ¿Prohibirla?: pues mire, no; antes muertos.

GISTAU: LOS DE PODEMOS REPARTEN CARNÉS DE GENTE NORMAL

David Gistau (ABC) aplica la lógica a la entrevista a Begoña Gutiérrez para concluir en el carácter totalitario de Podemos, que reparte el carné de gente normal.

Lo más «naif» de la entrevista publicada por «El Mundo» es la elusión de la etiqueta política. Para evitar la limitación ideológica y hacer sitio incluso a los resentidos del barrio de Salamanca donde Monedero está de misionero, Podemos no se dice de derechas, ni de izquierdas, sino polivalente como Cruyff, que jugaba en todas las demarcaciones. Gutiérrez dice que son el partido de la gente que se parece «al vecino», de lo cual hay que inferir que entre los veinte millones de votantes del bipartidismo sólo hay coleópteros o marcianos que no se parecen al vecino del ascensor. Ésa es la más audaz oferta de Podemos: sólo ellos reparten el carné de gente, sólo ellos te sanan y te devuelven una naturaleza pura de buena gente. Lo demás es andar al pairo en las tinieblas exteriores, cuando no en la organización criminal que se dio en llamar régimen del 78.

Sin citar a la nueva estrella de Podemos, Begoña Gutiérrez, Raúl del Pozo (El Mundo) escribe sobre el impetuoso partido y su manifestación del día 31. Con mucha elegancia le indica a Pablo Igleisas que ni él ni su tropa están preparados para gobernar.

Los de Podemos están preparando la marcha de la alegría, según unos; o la del cambio, según otros, para el día 31 de enero. Vendrán charters de las islas, trenes de Andalucía, médicos y enfermos, profesores y alumnos, abuelos y nietos. Esperanza Aguirre ha calificado esa manifestación como la Marcha sobre Roma, aunque hasta el momento no se hayan visto escuadristas con piedras o lanzas de hierro.

Si yo fuera Pablo Iglesias, saldría corriendo. Es muy fuerte eso de que le pongan el país en las manos a un partido nonato, que no ha nacido en un parto normal. Es muy fuerte que te echen encima un Estado porque se han roto las conexiones emocionales entre siglas y ciudadanos y éstos han pasado de consumidores a protagonistas. Los otros partidos no saben de qué vestirse.

Ignacio Camacho (ABC) asegura que lo más arriesgado para Podemos es empezar a definirse, a gobernar, lo que le puede ocurrir en Andalucía y Cataluña.

El nuevo partido populista está en todas las combinaciones; su aparición ha trastocado el statu quo político y nadie sabe aún con qué consecuencias. El resto camina a tientas. A Podemos no le conviene destaparse pronto. Sus líderes secundarios carecen de la homogeneidad y la intuición del quinteto que forma el núcleo duro, y además no le interesa disparar la bala del descontento en una catarsis prematura. Pero les guste o no, son el factor clave. Cataluña y quizás Andalucía les van a poner a prueba, aunque no sólo a ellos. Todo el equilibrio de fuerzas del nuevo mapa electoral español puede empezar a diseñarse en los dos territorios que configuraron el de la Transición. Treinta y cinco años después, en los mismos sitios, a distinta hora.

Federico Jiménez Losantos (El Mundo) recurre a su experiencia en y con la izquierda para advertir de que la preocupación ética o moral de podemitas y comunistas es una trampa para incautos.

Alberto Garzón, jefe del ala de IU partidaria de unirse a Podemos, ha dicho en el programa de Cintora Aló, Pablo que la adjudicación de 1.300.000 euros en diversos contratos al hermano de Tania Sánchez por el ayuntamiento de Rivas, siendo concejal la musa del muso de Cintora, ha sido «un error de tipo ético». Y el muso ha añadido que «no tiene ninguna duda sobre la honorabilidad de Tania Sánchez», retando al periodista, en plan machote, «si esa respuesta bastaba».

Lo peor de los comunistas de Podemos e IU es que, en el fondo, no creen que haya «errores de tipo ético», sino que la ética es un error si se interpone en la toma del Poder. La ética es para exigirla a los demás, no para aplicársela ellos. Si cae Monedero dirán que lo de Lomana fue «un error de tipo estético». Y yo no imagino a Cipriano Mera tomando las uvas en el Palacio de Liria; pero a Tania adjudicándole al hermano el catering de La Moncloa, sí la veo. Será otro error de tipo óptico.

ZARZALEJOS ASEGURA QUE LA PROPIEDAD CALMA A LOS ESPAÑOLES

Y ya ahíto de Podemos, paso a otros noticias.

Después del auto del Tribunal Supremo que fija cómo se cuentan las sentencias cumplidas en otros países europeos a los terroristas, Santiago González (El Mundo) se pregunta para qué queremos la Audiencia Nacional.

La Sala Primera de la Audiencia Nacional pudo esperar a la interpretación que iba a hacer el Supremo, esa figura simbólica de nuestros sitema judicial cuyas decisiones pueden ser objeto de casación por el Tribunal Constitucional, la real voluntad del presidente de la Generalitat y, al parecer, también por la Audiencia Nacional.

¿A qué venían tantas prisas? Deberíamos replantearnos la misma existencia de la Audiencia Nacional, creada en 1977 para sustraer los casos de terrorismo a los jueces naturales por suponer que su extraterritorialidad blindaba a la Justicia y a los jueces ante las amenazas terroristas. Para esto, sería preferible cualquier juzgado de Primera Instancia.

Pablo Sebastián (Republica.com) se pregunta por qué Esperanza Aguirre ha dejado de ser columnista en ABC y ha pasado a serlo en El Mundo.

Está tan cabreada Esperanza con Rajoy que está dispuesta a ser candidata a la Alcaldía de Madrid sí o sí, por las buenas o por las malas, con el PP, Vox, UPyD, Ciudadanos y hasta con Podemos si se le presentara la ocasión. Y a no descartar una agrupación ‘personalísima y liberal’ de electores porque Esperanza sabe que las municipales de Madrid son su última oportunidad y que en el PP no tiene nada que hacer.

Entonces ¿por qué Aguirre ha lanzado su cólera contra ABC y busca un diario más centrado como El Mundo? Pues porque quiere cortejar a Albert Rivera que es la estrella emergente del vigente momento político español, e incluso con ello amenazar a Rajoy como diciendo: si no soy candidata por el PP lo puedo ser por Ciudadanos.

Pero Aguirre le pasa un poco lo que Helmut Schmidt llegó a decir de los tanques italianos: que tiene una marcha hacia delante y cuatro hacia atrás. Es decir que se suele rajar en el último minuto, como ya le pasó en 2008 tras la derrota electoral del PP en el segundo intento de Rajoy frente a ZP.

¿Se atreverá la Condesa esta vez a dar la campanada en la Convención del PP, o incluso abandonará el PP para poner en marcha su candidatura y una nueva operación? No se sabe, y no se descarta.

Y encima Sebastián comete uno de los pecados imperdonables en la buena sociedad: hablar de la edad de una dama.

Aguirre sabe que se le pasa el arroz y que puede perder el tren. Y ella está mordiéndose las uñas en la estación mientras le llegan rumores de Génova que dicen que Pío García Escudero y Cristina Cifuentes son los candidatos preferidos de Rajoy. O sea que mucho cuidado con la condesa porque esta vez puede estallar, salvo que la lleven a juicio por la cosa del incidente de tráfico en la Gran Vía, que tampoco conviene descartar.

En cambio, Curri Valenzuela (ABC) cuenta que el PP es un mundo feliz.

Dos veces en los últimos días, primero en el retiro de Toledo con la cúpula del PP y después en el Comité Ejecutivo, Rajoy ha inyectado confianza. Su argumento es que el PP ha superado el bache que sufrió en las encuestas de otoño cuando coincidieron los escándalos de la Púnica y las tarjetas black y su tendencia actual es la remontada.

Hasta hace poco les tenían que empujar desde Moncloa y Génova para que concedieran entrevistas, ahora raro es el día en que no escuchamos a tres o cuatro miembros del Gobierno.

Y concluye con un elogio a Pablo Casado,

quien a la chita callando y a base de dar la cara en las tertulias televisivas, se ha convertido en la estrella emergente de los populares. Tiene su mérito haber sido persona de máxima confianza de Esperanza Aguirre, José María Aznar y María Dolores de Cospedal, cuando se tienen 33 años.

Me da la impresión de que no ya esos ministros, sino Curri y su topillo no pisan mucho la calle.

El mismo optimismo, aunque extendido a todo el espectro político, lo manifiesta (o lo padece) José Antonio Zarzalejos (ElConfidencial.com). Según él, no va a pasar nada en las elecciones de este año.

La realidad española, sin embargo, se mueve entre dos espejismos: el del cambio total y radical (Podemos) y el del inmovilismo (la continuidad del bipartidismo). Ambos son trampantojos. Los ciudadanos españoles se dividen entre los que tienen mucho, poco o nada que perder. Y esos tres estratos se van a compensar arrojando un escenario final de fuertes alteraciones, con un serio reajuste en la izquierda, muchas fugas en la derecha y un Parlamento más fragmentado y difícil de cohesionar. O sea, que va a haber un cambio muy profundo, pero no revolucionario. Será un cambio que obligará a reformas de calado, a revisiones a fondo, a nuevos hábitos y maneras. En otras palabras: no habrá proceso constituyente como propugna Podemos, pero habrá cirugía constitucional.

LOS DEFENSORES DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN, ¿LA PRACTICAN?

De los atentados islamistas cometidos en Francia, ya se habla poco. El profesor Francisco José Contreras (Libertaddigital.com) reclama a los defensores de Charlie Hebdo que practiquen el respeto a la libretad de expresión que proclaman.

El compromiso con la libertad de expresión sólo es creíble si opera con simetría, si verdaderamente no hay nada intocable: ni los dogmas de la Iglesia, ni los del feminismo, el liberacionismo sexual, el ecologismo y demás fes postmodernas. ¿Se aprecia esa coherencia en la Europa actual? No. Algunos de los que esta semana eran Charlie interpusieron demandas contra los obispos Reig Plà y Sebastián por «ofender a los gays» con sus declaraciones sobre la homosexualidad. Predicadores como Ake Green o Dale McAlpine han sido sancionados, no por exhortar a la violencia contra nadie (el único límite incuestionable de la libertad de expresión, junto a la calumnia), sino por infringir la ortodoxia feminista-homosexualista-relativista. Intereconomía sufrió una onerosa multa por contraponer el Día del Orgullo Gay al «día de la gente normal».

La tribuna de  Joan B. Culla (El País) recuerda a los judíos asesinados y se sorprende de que se hable de islamofobia cuando lo que existe es judeofobia.

En una curiosa inversión de roles, estos días la prensa española se ha referido mucho más al potencial ascenso de la islamofobia que a la realidad palmaria de una judeofobia mortífera. Se ha especulado incluso con el riesgo de un maccarthismo antimusulmán; pero al menos yo no he sido capaz de leer ningún análisis serio sobre en virtud de qué asociaciones o mecanismos mentales un puñado de judíos practicantes que estaban comprando comida en los confines de París son responsables de la situación política en Oriente Próximo o del drama palestino.

El jueves 8 de enero, el escritor franco-marroquí Tahar Ben Jelloun publicó un artículo titulado ¡No es buen momento para ser musulmán en Francia! Y para ser judío en Francia, ¿le parece buen momento, monsieur Ben Jelloun?

Jorge Dezcallar, el embajador en Marruecos al que Federico Trillo nombró director del CNI y bajo cuyo mando se perpetraron los atentados del 11-M, nos dice que hay que estar atentos al terrorismo islamista.

los yihadistas se están revelando como maestros en el uso de las redes sociales. Europa combate frente al Estado Islámico en Siria e Irak y contra Al Qaeda del Magreb Islámico en el Sahel. Lo hace sobre todo Francia pero también España en menor medida. Y además somos Al Andalus y los yihadistas sienten la obligación de recuperar las tierras que un día estuvieron bajo la bandera del Islam. No es broma.

Tenga usted a un diplomático para decir perogrulladas.

Para encontrar en El País columnas he de llegar a la sección de televisión, donde aparecen dos firmas: David Trueba y Juan Cruz.

Trueba demuestra, de nuevo, que el progre de asalto no cede ni una posición al enemigo, o sea la derecha:

En pleno miedo a no poder costear ni medicamentos, los españoles han oído de lejos que nuestro Gobierno ha corrido a pagar una indemnización de más de 1.300 millones de euros a las empresas del proyecto Castor, tras su suspensión por motivos de seguridad geológica. La Organización de Consumidores ha cifrado en más de 4.000 millones lo que los españoles tendrán que pagar a través de sus recibos de gas en los próximos 30 años. Sucede en un país en que, por culpa de su sistema hipotecario, parte de la población está hundida sin apenas un solo compromiso de solidaridad eficaz para sacarles del apuro.

¡Ni una mención a que el proyecto Castor lo aprobó un Gobierno socialista de Zapatero, en un proceso de irregularidades que se están investigando!

El premio a la columna ridícula del día se lo adjudico a Juan Cruz. Mira, Juan, un premio literario que no está condicionado. El periodista convertido en editor escribe una columna en defensa de la serie ‘Alatriste’, que ha sido despellejada por los críticos y el público; seguramente lo hace porque se inspira en las novelas de Arturo Pérez-Reverte, autor de Alfaguara, sello de PRISA. Con la desenvoltura del progre, mezcla dinero y valores.

Rafael Conte, en este periódico, le dio la bienvenida como novelista. Cuando publicó La piel del tambor (1995), la novela en la que la Iglesia se encuentra con el enemigo informático, sus libros ya tiraban mucho más que lo que él (y sus editores) hubieran imaginado nunca; esa novela, en concreto, salió a la calle con 250.000 ejemplares.

Ya pasear con Pérez-Reverte, aquel antiguo solitario, era como ir ahora con una de las celebrities de la tele o con los actores que luego han dado imagen a las películas que proceden de sus textos. Johnny Depp y Roman Polansky, que hicieron ‘El club Dumas’ en cine, eran en Toledo menos codiciados, para los autógrafos, que el autor del libro, y eso en este mercado es tan raro como un perro verde.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

Lo más leído