El País se pregunta cómo Israel pudo disparar contra las posiciones de los cascos azules
La sección de opinión de los principales periódicos españoles muestra este 29 de enero de 2015 la soledad en que están los militares españoles que arriesgan sus vidas en el extranjero. La muerte del cabo Francisco Javier Soria por fuego de mortero israelí en el Líbano sólo aparece en un editorial de El País y en otro en La Razón.
Entre los editoriales que podrían haber aguardado otro día en la nevera están el de El Mundo sobre los deberes de los colegiales españoles; el de ABC sobre la participación de Mariano Rajoy en la campaña electoral andaluza; y el de La Vanguardia sobre el desarrollo urbanístico de Hospitalet.
El País reclama explicaciones a Israel sobre los motivos por los que disparó sobre las posiciones de las tropas de Naciones Unidas que su Ejército conoce.
El editorial ‘Ejemplar misión en el Líbano’ de La Razón evita culpar a Israel, destaca que el ministro de Exteriores israelí transmitió sus condolencias al español y concluye con un elogio a las tropas españolas.
La Vanguardia del conde de Godó no editorializa ni sobre el cabo Francisco Javier Soria ni sobre la declaración judicial de Jordi Pujol por su fortuna.
EL PAÍS
Los bombardeos iniciados por la milicia chií de Hezbolá -organización que considera terrorista la Unión Europea- son el escenario en el que se produjo el incidente, pero eso no puede servir para ninguna justificación en la respuesta de Israel. La posición que ocupaban las fuerzas españolas de la ONU estaba claramente delimitada y era conocida por el Ejército israelí. El Gobierno de Jerusalén debe adelantarse y aclarar motu proprio cómo se pudo disparar contra una posición de la Fuerza Provisional de Naciones Unidas para Líbano (FINUL) y cómo se puede actuar poniendo en peligro las vidas de esas tropas.
Israel respondía a los ataques perpetrados horas antes por proyectiles lanzados por Hezbolá, que mataron a dos soldados israelíes e hirieron a otros siete, pero no debería hacer falta recordar al Gobierno de Netanyahu que las fuerzas de la ONU que se interponen desde 2006 entre el Ejército israelí y Hezbolá por mandato del Consejo de Seguridad deben ser particularmente respetadas. Israel es una democracia -de hecho, el país está inmerso en una agitada campaña electoral- a la que se pueden exigir aclaraciones y, en su caso, responsabilidades, para que los diferentes estamentos aclaren los hechos.
La de Líbano no es una misión fácil, pero muestra el compromiso de los diferentes gobiernos de España de aportar el esfuerzo de sus soldados a la paz internacional. Y ese compromiso merece una respuesta sobre la muerte de Francisco Javier Soria Toledo.
LA RAZÓN
El largo conflicto abierto entre la milicia chií Hezbolá e Israel se cobró ayer la vida de un soldado español, el cabo Francisco Javier Soria Toledo, de 36 años, encuadrado en la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en Líbano (Finul), que fue víctima del fuego cruzado. Los disparos de mortero que acabaron con su vida procedían de las posiciones del Ejército israelí, que respondía a una ataque de Hezbolá. El Gobierno español ha pedido a la ONU que abra una investigación sobre el suceso. Mientras tanto, el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Avigdor Liberman, llamó personalmente al titular español, José Manuel García-Margallo, para transmitirle sus condolencias.
Más de 2.000 militares españoles están desplegados por todo el mundo cumpliendo misiones de paz y de interposición en conflictos bélicos, respondiendo a los compromisos internacionales y en defensa de los derechos humanos y los principios democráticos. La gran profesionalidad que están demostrando las tropas españolas debe servir de ejemplo para todos.