Mediapro debe pagar 32 millones y no los 320 millones de euros que le reclamaban
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Sin perdón. El presidente de Mediapro, Jaume Roures, está dispuesto a imitar a Clint Eastwood y acabar con Prisa, la empresa que le ha amargado la vida durante los últimos siete años y medio.
«La estúpida guerra del fútbol se ha acabado, pero el remate a Prisa no se ha acabado».
«Nosotros somos como un bulldog, no vamos a soltar la presa», afirmó Roures, este 6 de febrero de 2015, antes de anunciar que Mediapro presentará dos querellas por daños y perjuicios con contra Prisa.
La primera para percibir el pago inmediato de los 50 millones de euros depositados en concepto de fianza y como medida cautelar por Prisa cuando solicitó la ejecución provisional de la sentencia favorable dictada en 2007 por el juzgado de primera instancia.
Esas medidas cautelares impidieron a Mediapro la utilización de sus equipos.
La segunda querella valorará que «debido al impago de 90 millones por parte de Prisa, Mediapro tuvo que declarar concurso de acreedores lo que nos perjudicó económicamente en muchas áreas».
Sobre la cantidad que solicitará por daños y perjuicios, Tatxo Benet, socio de Roures, aseguró que «haremos un somero peritaje antes de presentar la querella».
En esta misma línea, Roures anunció que Mediapro no pagará los intereses de demora sobre los 32 millones que debe pagar a Prisa ya que «cuando uno está en concurso no debe pagar intereses».
