En un editorial, le exige que se ajuste "a los intereses generales del país", que le paga 100.000 euros anuales
En un editorial titulado ‘Apelación a la responsabilidad de Zapatero’, el periódico monárquico ABC le dice al ex gobernante socialista lo que sus camaradas no se atreven a decir a quien fue su secretario general durante casi doce años.
La causa del texto es la calificación de Podemos por parte de Zapatero como «socialdemócrata». El editorialista se pregunta cómo el socialista puede «dar árnica a un partido de ínfulas antisistémicas que, además, pretende liquidar al suyo».
Después de recordar su visita al dictador Raúl Castro y su participación en un acto favorable a la anexión del Sáhara Occidental por parte de Marruecos, le exige que se ajuste a los intereses generales del Estado cuyos ciudadanos le pagan un espléndido sueldo público vía impuestos.
La última aportación de Rodríguez Zapatero a la política ha sido calificar de «socialdemócrata» a Podemos y declarar que «de ninguna manera» se trata de un partido populista, en contra de las tesis que manejan los dirigentes del PSOE, que asisten, ciertamente atónitos, a cómo el que fuera su secretario general echa una mano a la formación que amenaza las expectativas de voto de la sigla socialista.
Venía Zapatero de pisar charcos inconvenientes en materias que trascienden la lucha partidista y que hollan directamente en asuntos de Estado. Su reciente viaje a Cuba para entrevistarse con el dictador castrista (sin dar anuncio previo al Gobierno) o su participación en un foro que reivindicaba el Sahara ocupado como territorio marroquí (al margen de la posición que España mantiene en Naciones Unidas) confirman que el exlíder socialista aún no ha entendido que lo que haga o diga una vez que salió de La Moncloa debe ajustarse a los intereses generales del país, que aún le paga (100.000 euros al año) como miembro del Consejo de Estado. Su labor es asesorar al Gobierno desde este órgano, no echar una mano al Rey de Marruecos o a los hermanos Castro, o dar árnica a un partido de ínfulas antisistémicas que, además, pretende liquidar al suyo.
