La Razón advierte a Ciudadanos de que puede tener el mismo "nefasto futuro" que UPYD
La encuesta del CIS acapara este 8 de mayo de 2015 los editoriales de los principales periódicos españoles, aunque con distintos enfoques.
La Razón, dirigida por Francisco Marhuenda, expone el más sorprendente: el PP y en concreto Mariano Rajoy se están recuperando en intención de voto y en valoración del electorado después de habernos sacado de la crisis. Concluye su editorial advirtiendo a Ciudadanos que puede ser flor de un día, como UPYD.
ABC trata de recuperar a los votantes enfadados con el PP asustándoles con que toda España puede convertirse en lo que estamos viendo en Andalucía y Cataluña: caos y pobreza.
El País insiste en una idea que lleva repitiendo en varios editoriales, que es la de que la época de las mayorías absolutas ha concluido y es necesaria la «cultura» del pacto.
El Mundo se pregunta cuál puede ser el futuro del PP si se produce la hecatombre que le augura el sondeo. El PSOE, asegura el periódico, tiene las primarias para renovarse.
Por último, La Vanguardia se muestra preocupada por la irrupción de la lista de Ada Colau en el Ayuntamiento de Barcelona.
ABC
En muchos casos, la mayoría absoluta oscila entre una y otra opción con diferencias de un escaño o de un concejal. El PP no puede esperar milagros de la campaña electoral, pero sí recuperar apoyos perdidos entre sus votantes tradicionales. Al menos los suficientes para consolidarse como fuerza más votada y persuadir a otras formaciones a pactos de investidura o de gobierno.
La estabilidad política de España no se juega sólo en las futuras elecciones generales. También en las elecciones municipales y autonómicas. La salida de la crisis necesita una coordinación entre las administraciones del Estado. Cataluña y Andalucía han sido utilizadas por sus respectivos gobiernos autonómicos como armas arrojadizas contra Rajoy y ambas reflejan las consecuencias políticas y económicas de esa forma de gobernar. Y también representan un ejemplo de lo que puede suceder si el poder autonómico y municipal se decanta por partidos de izquierda, nada timoratos a la hora de romper desde ayuntamientos y consejerías cualquier regla de austeridad y buena gestión, con tal de alimentar el populismo. No hay unos votos menos importantes que otros; ni, este año, unas elecciones menos influyentes que otras.
EL MUNDO
De confirmarse los malos resultados del partido en el Gobierno, que además disfruta del mayor poder autonómico y municipal de su historia, pueden provocar una grave fractura interna. Ante una posible debacle, el PSOE cuenta con el recurso de las primarias, pero el PP carece de herramientas regeneradoras y puede deslizarse hacia una profunda crisis de liderazgo de la que le resulte muy difícil salir.
LA RAZÓN
Según el sondeo del CIS del mes de abril, el partido que ha gestionado la peor crisis económica que ha sufrido nuestro país volvería a ganar las elecciones. Sin duda, el desgaste del PP ha sido importante desde su llegada a La Moncloa en noviembre de 2011, con unos resultados históricos (rozó los once millones de votantes) por la urgencia de poner en marcha un plan de reformas que frenara la deuda y nos volviera a situar en los mercados. Estos objetivos se han alcanzado, aunque el coste no ha sido menor. No obstante, el PP volvería a ganar las elecciones generales con el 25,6% de los votos. (…) Un dato reseñable: Rajoy, según el CIS, empieza a recuperar posiciones en la valoración del electorado.
Ejemplo de esa inestabilidad del voto es la desaparición de UPyD, un partido con vocación de bisagra que ha sido fagocitado por Ciudadanos, nefasto futuro que la formación de Albert Rivera tampoco debería olvidar.
EL PAÍS
Se necesita un cambio de mentalidad para comprender y asumir las razones de la nueva cultura política. Cultivar la intransigencia tiene sentido solo en fuerzas que quieran encelarse en las líneas rojas por dar por perdida toda opción de gobierno. Las elecciones tienen dos finalidades: elegir a los representantes y, después, formar Gobiernos. Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera, Pablo Iglesias y otros dirigentes deberían trasladar a sus estados mayores y a los ciudadanos la necesidad de moverse en un escenario en el que nadie tiene asegurada una mayoría sólida.
LA VANGUARDIA
Fijémonos, por ejemplo, en el caso de Barcelona, donde el CIS apunta que la lista dirigida por Ada Colau sería la vencedora (11 escaños), por delante de Convergència i Unió (8). Es pronto para dar por bueno este pronóstico, entre otros motivos porque en Barcelona todavía se cifra en 300.000 el número de votantes indecisos. Pero es obvio que las prioridades que ambas formaciones proponen a la ciudadanía son muy dispares, y que las consecuencias que tendría para Barcelona el mencionado vuelco serían muy significativas.