Gistau señala que Podemos ha derivado "la ira" de la calle a los reservados de los restaurantes
El referéndum griego me está ofreciendo el deleitoso placer de asistir a la conversión de muchos progres en favor del método del referéndum. Lo que antes era una herramienta de manipulación manejada por Franco y Pinochet para apuntalar sus dictaduras ahora es ejemplo de democracia. Este 3 de julio de 2015 la columna de Juanjo Millás me sirve para endulzar el café subsahariano.
Grecia, que entró en Europa por haber inventado la democracia, puede salir de ella por empeñarse en practicarla. En cuanto a los españoles, debemos votar al PP o al PSOE para evitar los males que aquejan al país heleno. Si nos portamos bien, nuestro futuro será el descrito hace poco por el gobernador del Banco de España, del que tampoco sabemos para quién trabaja.
Qué poco se distingue de uno de los gallos de Emilio Romero en Pueblo defendiendo los referendos del franquismo. La conclusión es que la vejez nos acerca a nuestros enemigos.
EL PSOE SE HA CONVERTIDO EN «PEANA» DE PODEMOS
Mientras muchos columnistas parecen pensar sólo en sus vacaciones, Federico Jiménez Losantos (El Mundo) les sacude de lo lindo al exrey Juan Carlos y a Felipe González, a cuenta de la cena en Casa Lucio.
A ambos personalidades, aparentemente retiradas de la política, aunque aparecen en todos los saraos, las hermana en la corrupción y la degradación del Estado.
Por desgracia, en el último tercio del siglo XX coincidieron dos personajes de gran astucia política y nula altura moral: Campechano y Felipe. Juntos lograron el descrédito del Estado y la sumisión de todos los Gobiernos a Pujol. Además, con la acorazada Prisa, González revivió el viejo sectarismo del PSOE con el toque masónico del PRI, negando a la derecha la legitimidad de gobernar e impidiendo cualquier regeneración nacional.
Y después de este palo, Losantos le incita a Felipe a enfrentarse a Sánchez si de verdad le horroriza que el PSOE se alíe con Podemos.
Y esa línea, que es la de ZP y Snchz, ha convertido al PSOE en la peana de nuestros syrizos, los comunistas de Podemos, a los que, para echar al PP, ha entregado las grandes ciudades españolas.
Pero si Podemos es algo en España es gracias al PSOE. Es el partido de González el que abre paso a un Frente Popular dominado por esos comunistas que tanto le repugnan en Caracas. En vez de decirles a los votantes de Podemos lo que no saben, que le diga a Sánchez lo que sabe él. Y que obre en consecuencia.
Otro gran columnista, Ignacio Ruiz Quintano (ABC), califica la foto del viejo rey con sus presidentes de «foto del Régimen».
Mientras Madrid se engalanaba para la Carrera de Tacones, Rajoy invitó a cenar en Lucio, alrededor de Juan Carlos I, a Gonzalón, a Aznar y a Zapatero, cuya única justificación en esa mesa sería pagar la cena. Es la foto del Régimen alrededor de un plato de huevos estrellados, la especialidad de Lucio.
Ahora que todo parece pequeño en España, la foto de Lucio es un «flash» del proverbial minimismo mariano: «Del lobo un pelo». Aunque, gallego él, dirá Rajoy que qué huevos puede hacerse ya por el Régimen con un pelo de lobo.
Sobre Podemos, David Gistau firma un análisis muy agudo en ABC: el partido del caudillo Iglesias vació las calles de airados manifestantes con la promesa del asalto al cielo y, en consecuencia, la ley de Seguridad Ciudadana del PP nace muerta porque ya no hay revoltosos a la que aplicársela.
Durante aquellos meses, el Parlamento causaba una impresión triste. Rodeado de vallas, encapsulado, almena solitaria en una manzana barrial que el miedo convirtió en compartimento estanco, esterilizado de gente. (…) A mí me trajo otro recuerdo: Casa Rosada en diciembre de 2001.
En ese contexto (el Gobierno) urdió un artefacto represor como la «ley mordaza», pensado para vaciar la calle y para aplastar la cohesión activista que estaba germinando a las puertas mismas del Parlamento
Fue entonces cuando sucedió algo imprevisto: Podemos encauzó la bronca, la reorientó para ofrecerle una solución partidista, electoral, y tuvo lugar un fenómeno de descompresión social que mitigó primero y diluyó después el afán primario de disturbios. Podemos incluso dotó al nihilismo de un ideal embrionario de porvenir, más allá de lo delirante que éste sea. La calle estaba vacía porque la había vaciado Podemos, no la represión. Y el Gobierno se encontró de pronto con que su ley represora, agresiva con una serie de libertades individuales y de garantías judiciales, se había quedado sin pretexto: si no hay escaparates rotos, no es posible aplicar algo así sin que se le noten a uno las desviaciones autoritarias. La gran ley hacia el Estado policial -con su acepción de Estado fiscal- del PP entra en vigor cuando no existe tumulto extraparlamentario y cuando hasta la ira hace política en los reservados de los restaurantes.
LOS ‘CHARCOS’ DE ADA COLAU EN BARCELONA
Y sobre la nueva política podemita escribe Santiago González (El Mundo). La labor de gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ya empieza a dejar charcos, no del mismo tipo que los de su portavoz, la meona Águeda Bañón.
Pero la que está haciendo charcos de verdad es la alcaldesa, que acaba de paralizar la concesión de licencias a 30 grandes proyectos hoteleros, entre los que destacan el hotel de lujo que la cadena Hyatt iba a levantar en la torre Agbar y el que se iba a construir en la torre Deutsche Bank.
Han paralizado los proyectos «para abrir un proceso de reflexión pausado y ordenado». No sé yo si es una actitud muy constructiva la de parar las cosas para pensar en ellas. El Ayuntamiento de una capital como Barcelona debería ser gestionado por un equipo que llegara al Consistorio reflexionado desde casa, no como becarios llenos de buena voluntad. Tendremos ocasión de comprobar el efecto de su gestión en el sector turístico y en otros. El paso de Colau por la Alcaldía dejará huella, (o charcos) ya verán.
Aunque Hermann Tertsch está en Atenas como enviado especial de ABC, se mantiene informado de la actualidad nacional y publica una columna en la que comenta el archivo de la querella contra el concejal podemita Guillermo Zapata. Ello le confirma la hiperlegitimación de que goza la izquierda.
Todos los objetos de burla y vejación del concejal Zapata están cuidadosamente elegidos en aquellos grupos de víctimas que se enseña a odiar en el adoctrinamiento ideológico extremista y comunista del acusado. En los objetivos a denigrar y ridiculizar por motivos políticos. Por eso es una agresión política con fines vejatorios de las víctimas.
Se humilla a las víctimas de ETA y desdibuja la criminal actuación de la banda terrorista, cuyos grupos afines tan buenos contactos han tenido con los actuales dirigentes de Podemos.
Hay que concluir que en la nueva España, la del «progresismo» blasfemo, antisemita, anticristiano, profanador, maloliente y meón que ya ha irrumpido en los ayuntamientos de Madrid, Barcelona y Valencia, somos una isla del derecho orwelliana en la que la humillación no es humillación, la vejación no es tal y las agresiones son opiniones. Pronto también las físicas. Eso sí, cuidado con creerse que eso vale para todos.
Para permitirse ese tipo de alegrías han de ser Uds. notorios activistas del extremismo izquierdista, mejor con pasado violento y buena mano en las bandas antisistema que manejan poder municipal. Solo así podrán confiar en la benevolencia de instituciones y televisiones.
Cien mil casos dejan claro que en España el izquierdismo tiene bula. Imputado o no. Da igual. Aunque muchos piensen que es delito aquí y yo sepa que es delito en casi toda Europa
Emilio Campmany (Libertaddigital.com) explica la resolución del juez Pedraz por sus ganas de «hacer carrera».
Ese mismo juez dice que lo que dijo Zapata de Irene Villa no es un delito de vejaciones a las víctimas del terrorismo porque a la misma víctima no se lo parece. (…) No sé cuántos chistes de la calaña del de Zapata habrá en la red. Sospecho que no tantos como presume el juez. Da igual. Todos debieran perseguirse. Pero, en cualquier caso, aunque no lo fueran, no es argumento para que él deje de castigar el que ha llegado a su juzgado.
Hará carrera. Al tiempo.
PARA RAJOY SÓLO CUENTA EL DINERO
Y pasamos a los análisis del anuncio de Mariano Rajoy sobre la bajada del IRPF, que ocupa las portadas de todos los periódicos, por encima de las últimas declaraciones de Bárcenas, salvo en El Mundo.
Casimiro García-Abadillo (El Mundo) dice que Moncloa desprecia todo lo que no es dinero.
En la entrevista concedida a Ángel Expósito en la Cope, el presidente explicó que creía que el castigo electoral al PP tenía su origen en los recortes aplicados durante la crisis, mientras que la corrupción había tenido un efecto menor.
¿A quién le importa lo que diga Bárcenas? Sin embargo, «ese señor» (antes llamado «Luis») ha pormenorizado en su escrito, bien construido jurídicamente, un relato bastante creíble de los hechos.
Como sabemos, en los años en los que se realizaron dichas prácticas, la financiación irregular no estaba penada. De haber delito fiscal en los que recibieron cantidades en negro, en la mayoría de los casos habría prescrito.
La acusación, por tanto, puede que tenga escaso recorrido penal, pero es una carga de profundidad contra toda la dirección del PP ¿Tendrá efectos electorales? Moncloa cree que el dinero lo puede todo.
José Alejandro Vara (VozPopuli.com) entiende el anuncio fiscal de Rajoy como el fin de «la etapa del plasma» en el PP.
Punto final a la etapa del plasma, a la era del presidente huidizo con los medios, a los tiempos de la oscuridad comunicativa. Mariano Rajoy se ha puesto al frente del equipo de Génova que conduce Jorge Moragas, y se ha echado sobre los hombros el absoluto y total protagonismo de la campaña. Se ha confirmado este jueves, con el anuncio de la rebaja del IRPF con seis meses de adelanto. Lo que iba a aplicarse en 2016 lo será desde el 1 de julio, aunque a Montoro no le entusiasme la idea. El protagonismo de la comunicación lo asume el presidente, en estos asuntos y en otros.
Y el priodista añade que el PSOE de Sánchez está dispuesto a pactar con quien sea con tal de ascender al poder, incluso rompiendo la costumbre de que forme Gobierno el partido más votado en las elecciones generales.
Hay en el partido un nuevo ambiente y una forma distinta de ver las cosas. Tres destacados profesionales de la demoscopia vaticinaban esta semana las escasas posibilidades que tiene el Partido Popular de poder gobernar tras las generales. El PSOE, aun quedando en segundo lugar, tiene el camino más fácil, por medio de los pactos. Ya se está viendo en capitales de provincia y en comunidades autónomas, donde se han conformado equipos de gobierno muy especiales. Pedro Sánchez no dudará en romper con una tradición instalada en nuestro país desde la Transición: siempre ha gobernado el partido más votado.
Si no estuviéramos hablando de asuntos muy serios, la columna de Ignacio Camacho me haría reír. Su análisis sobre la rebaja del IRPF es de lo mejorcito que he leído.
Rajoy ha entendido el mensaje de las urnas. A su manera, que es la de un gobernante de piñón fijo. Si el electorado ha insistido por tres veces -europeas, andaluzas y territoriales- en rechazar su discurso sobre la mejora económica, la respuesta del presidente consiste en ordenar medidas que se la hagan ver. Ni por un momento se le pasa por la cabeza que la recuperación, su objetivo unívoco, haya podido dejar de ser el factor esencial de decisión del voto, ni que mucha gente esté expresando un hartazgo de corrupción o un rechazo genérico a los agentes públicos convencionales.
En su mentalidad de administrador no cabe la idea de los intangibles políticos. No contempla la posibilidad de un desencanto sentimental colectivo o de una fractura de los lazos de representación democrática. No concede el más mínimo margen a la épica, a la emocionalidad o a la seducción, que es lo que ha encumbrado a esos líderes emergentes del gran partido transversal de los tertulianos. Los reveses han espoleado su instinto de poder para pelear la reelección, y en esa sacudida de orgullo parece dispuesto a rebatir a quienes creen que su liderazgo sólo conoce un registro. Tiene tres: economía, economía y economía.
Como colofón, da una fecha para las elecciones generales: casi en invierno.
El recaudador del Reino ha recibido la orden de inyectar dinero líquido en las cuentas familiares para que se note alegría en el consumo. Y en Moncloa han señalado en rojo una posible fecha electoral: el 13 de diciembre, con los escaparates llenos de luces y la extra de Navidad a punto. El presidente fía su futuro al pragmatismo de las clases medias. Los intangibles, esas zarandajas retóricas, los deja para los… políticos.
En cambio, Enric Juliana (La Vanguardia) destaca que es posible el adelanto electoral.
Rajoy, en fin, trasmite la señal de que está muy dispuesto al combate. La rebaja fiscal busca el contraste simbólico con el drama griego. Golpe de efecto, que difumina las nuevas declaraciones de Luis Bárcenas sobre la financiación irregular del Partido Popular. El regalo fiscal no significa que las elecciones generales vayan a ser adelantadas a septiembre, como desean algunos dirigentes del PP, pero confirma que esa posibilidad existe. El plazo para convocar elecciones el 27 de septiembre -en Cataluña y en toda España- expira el día 3 de agosto, lunes.
Y ni un día sin carga de caballería por parte del Batallón de la Guardia de La Moncloa contra los enemigos de Rajoy. Luis Ventoso dispara una columna en ABC contra Esperanza Aguirre.
Aguirre, como todo ser humano, tiene también su debe. Lo más reseñable es que sus controles no detectaron las andanzas de su estrecho colaborador Granados y de la Gürtel. En 2008 intentó descabalgar a Rajoy tras la derrota electoral, pero no se atrevió a dar el jaque y perdió su tren. En 2012 dimitió, invocando un problema de salud y su deseo de disfrutar de la vida familiar. La decisión defraudó a los ciudadanos que acababan de distinguirla con otra mayoría absoluta, aunque se dio por buena ante una causa de fuerza mayor. Pronto volvió, pero las urnas revelaron que su extraordinario tirón había menguado y ha anunciado que va a dejar lo que le queda, la presidencia del PP madrileño.
Aguirre acaba de hacer unas declaraciones «a título particular» (pero no en un club de bridge o en el salón de su casa, sino en un atril del PP y tras presidir su ejecutiva regional), en las que reclama a Rajoy que convoque elecciones a la par que las de Artur Mas.
La petición de la presidenta del PP madrileño coincide con lo que vienen exigiendo día tras día dos grandes amigos de su partido: el PSOE y su socio, Podemos.
Cuántas ventajas reporta el silencio y qué gratificante puede ser la vida familiar tras toda una vida de entregado servicio público…
Otro capitán de la Guardia de La Moncloa es Federico Quevedo (ElConfidencial.com), que insinúa que Tsipras le va a dar la victoria electoral a Rajoy.
la serie continuada de errores cometidos por Tsipras y Syriza no hacen otra cosa que alimentar los temores de una parte del electorado que empieza a darse cuenta de lo que se juega votando a Podemos. Y si al final, después de todo, Rajoy y el PP vuelven a ganar las elecciones una vez más, mucho tendrá que ver en esa victoria Alexis Tsipras.
LA IZQUIERDA, DIFUSORA DEL PENSAMIENTO MÁGICO
¿Alguien se ocupa del PSOE? Pues muy pocos. Raúl del Pozo (El Mundo) es uno de ellos.
El integrismo nacionalista siempre devora a la izquierda. El PSOE de camisa blanca no se apunta al viaje secesionista y reivindica el patriotismo cívico. En el mitin del Circo Price, bajo una extensa bandera de España, el PSOE enlaza con aquel PSOE español de la República, el que hizo decir a Indalencio Prieto: «Lo primero es España». Los socialistas de Sánchez y Luena vuelven a los toros y a la patria.
La amenaza al PSOE la vio con claridad hace un año Belén Barreiro que fue jefa del CIS con Zapatero: «Es como el juego de las sillas. Podemos se ha sentado en la silla del PSOE y el PSOE, de momento, se ha quedado de pie». El secretario de Organización del PSOE sabe que vienen a por ellos y, aunque no lo diga, les espera con lanzas de dos metros para atravesar sus cabezas.
José María Marco (La Razón) se pregunta por qué muchos griegos y españoles rechazan los argumentos racionales y la dureza de los números. Y achaca esa responsabilidad no sólo a Podemos, sino, también, al PSOE.
Los europeos, y en particular los alemanes, tienden a pensar que comportarse como un adulto responsable es lo natural en todo el mundo. Una parte importante de la sociedad griega, por ejemplo, se figura que las pensiones públicas son independientes de que se paguen o no impuestos…
Ése es el mundo nuevo, inédito y feliz al que nos quieren conducir nuestros compañeros politólogos. La lectura de los textos de éstos suele resultar interesante porque son gente educada, capaz de argumentos racionales. Es un discurso inteligente. Al mismo tiempo, es un discurso propiamente delirante, ajeno a cualquier brizna de realidad: tanto como proponernos a los españoles que nos despeñemos por el abismo griego o el venezolano. Claro que esto tampoco tiene remedio. Quien tendrá que elegir aquí es el PSOE, que tiene algo más que un punto de contacto con la antigua izquierda peronista, quiero decir socialista, griega.
Una pieza de Enrique Gil Calvo contraria al referéndum griego muestra la esquizofrenia en que se mueve El País. Por un lado, contentar a su público progre que le compra todavía en los kioscos y, por otro lado, ponerse dle lado de sus financiadores.
Por tanto, si queremos contar una peli de buenos y malos, los peores villanos serían aquí Tsipras o Varoufakis, pues no han dudado en hundir por tercera vez al pueblo griego para chantajear al club que les venía financiando a fondo perdido. Así que menos cuentos.
Las columnas de David Trueba (El País) deben de estudiarse como ejemplo del sectarismo de la izquierda española. Venga o no venga a cuento, Trueba siempre encuentra una excusa para zumbar al PP o a la derecha. Así empieza su columna de hoy.
Sería bueno que el presidente del Gobierno español, en plena crisis de la deuda griega, no repitiera tanto que nosotros no somos Grecia y se autoaplicara su ley mordaza, infame ya en el mundo entero. Incluso si fuera cierto, si nosotros hemos hecho los deberes económicos y andamos camino de la excelencia financiera, es grotesco que los dos países de Europa con mayores cotas de paro y la más enorme catástrofe de empleo juvenil anden midiéndose a ver quién lo hace peor. La solidaridad es también un gesto, no solo una palabra gastada.
Cáspita, David, hablas de solidaridad ¿y no has leído lo que dijo esta semana Luis de Guindos de que los 26.000 millones de euros que debe Grecia a España son «solidaridad pura y dura»? Es para mí un motivo de orgullo y satisfacción darte, de nuevo, el premio a la columna ridícula del día.
(¡Pero cómo mienten los progres!)