El diario El País publica este 7 de julio de 2015 un editorial titulado ‘Deuda y confianza política’ en el que arranca diciendo:
Según se desprende del informe preliminar del Tribunal de Cuentas, los partidos parecen seguir políticas de reducción de su deuda financiera al tiempo que disminuyen los ingresos que proceden de donaciones privadas, como consecuencia de los cambios legislativos introducidos por el Gobierno a partir del descubrimiento del caso Bárcenas.
Añade que:
También es prematuro calcular con detalle el efecto de una regulación más estricta sobre el origen de los fondos de los partidos, mayoritariamente pagados con fondos públicos.
Lo que importa es que el Tribunal de Cuentas disponga de los medios y la capacidad de acción suficiente para fiscalizar detalladamente el dinero real de los partidos.
Y concluye que:
Durante un tiempo, los ciudadanos mantendrán una justificada desconfianza hacia la limpieza de las prácticas financieras de los partidos: el tribunal debe tutelar la recuperación de la confianza política. El primer paso es presentar informes más próximos en el tiempo al ejercicio actual. El segundo, más difícil, consistirá en demostrar que su acción permite adelantarse a cualquier brote de financiación irregular.