ABC acusa a Manuela Carmena de haber mentido sobre las cifras de la pobreza infantil y haber hecho demagogia
Luchar contra el hambre de los niños. Tan noble misión, con la que se presentaron a las elecciones los candidatos de Podemos y sus marcas blancas, se ha revelado como una filfa.
ABC abre el ejemplar de este 30 de julio de 2015, con el siguiente titular:
La izquierda fracasa en su intento de instrumentalizar el hambre.
En el interior explica que
Solo 600 niños se han apuntado al Plan de Comedores Escolares de la Comunidad de Madrid propuesto por Cristina Cifuentes, tal como publicó ABC el 29 de julio de 2015. La medida que comenzó en julio en 160 colegios estaba pensada para 5.500 niños. Sin embargo, la demanda se ha quedado en un 10,9%, aunque en la Consejería de Educación esperan que la demanda aumente.
En un editorial titulado ‘Con la pobreza infantil no se juega’, el periódico conservador le reclama a la alcaldesa Manuela Carmena que explique dónde están los «miles de niños en riesgo de exclusión» que tanto ella como organizaciones como Cáritas y Foessa denunciaban que existían. Y además le acusa de haber inflado los números para hacer «demagogia», como también al socialista Antonio Manuel Carmona.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, debe explicar a los madrileños -de viva voz y no a través de su página de propaganda «Versión original»- cómo es posible que en una región como Madrid, en la que había, según la regidora, miles de niños en riesgo de exclusión, sólo seiscientos de ellos, el 10,9 por ciento de los previstos, se hayan apuntado al Plan de Comedores Escolares. Cabe la posibilidad de que con el paso de las semanas este número aumente, pero los quince primeros días de vigencia de este plan son un testimonio fiel de que la alcaldesa de Madrid infló los datos del problema para hacer publicidad de su vocación solidaria y, de paso, afear al anterior equipo municipal.
El Gobierno del Ayuntamiento no hizo otra cosa que demagogia con el drama y manipuló las necesidades reales de cientos de familias madrileñas, durísimamente afectadas por la crisis, para convertirlas en un estigma de la ciudad. Incluso el socialista Carmona entró en la competición por ver quién era más sensible y aumentó las cifras de la pobreza infantil hasta llegar a un inverosímil y sensacionalista 20 por ciento de los niños madrileños.
Carmena y Carmona se inventaron un Madrid falso para justificar su mesianismo progre y se encontraron con que el equipo de Ana Botella (…) había dejado en marcha unos eficaces procedimientos de asistencia a menores de familias en situación precaria. No sólo estaba ya creado el plan de comedores escolares en verano, sino también un sistema de entrega de comida a domicilio para más de 2.000 familias.
La alcaldesa Carmena se embarcó en lo más simple y banal: lanzar a la opinión pública cifras y porcentajes de pobreza que muy pocos iban a contrastar con la realidad. Y hasta que así fuera, la izquierda municipal disfrutaría de los efectos de la manipulación y la mentira.