Era el 27 de junio de 2015 cuando ante un Palacio de Congresos de Madrid lleno hasta la bandera, Pedrojota Ramírez se comprometió a hacer de El Español «el proyecto más innovador de la historia del periodismo español».
Para ello no dudó en contratar al diseñador bielorruso Sergey Kovalenko para el diseño de un logo rompedor y al estudio londinense del español Alfredo Triviño para definir el diseño e imagen del periódico.
Hasta puede presumir de tener una banda sonora especialmente compuesta por el compositor británico Alex Baranowski.
Para Pedrojota Ramírez, «la mejor tecnología es la que sabe sacar partido de los avances de los demás actores y el mejor proyecto informativo el que es capaz de multiplicarse más a través de los buscadores y redes sociales», como afirmaba en la presentación de El Español.
Y para eso ha desvelado un arma infalible: un patinete.
Quienes visitan la redacción de El Español se frotan los ojos al ver a Pedrojota como un niño jugando con su patinete.
Las bromas no se han hecho esperar. Los usos de una tecnología tan avanzada le permitiría al director de El Español, por ejemplo, perseguir por los pasillos de la redacción de la Avenida de Burgos a sus más veteranos redactores y controlar que no regresen a El Mundo, hartos de la prepotencia de los subdirectores Eduardito Suárez y su mujer María Ramírez.
No sabemos qué pensarán los más de 5.624 accionistas de El Español al ver que su dinero se invierte en tal rudimentaria tecnología.
Pero muchos temen que tras el episodio del patinete Pedrojota acabe instalando un tiovivo en la redacción gracias a otra agresiva campaña de crowdfunding. Caprichos de director.