La gestión de Carmena en Madrid es de juzgado de guardia y no es una exageración el símil.
Resulta que en 1996, cuando el decano de la juzgados de Madrid, Fernando Fernández, tuvo que suplir a la hoy alcaldesa de la capital de España, denunciaba el 20 de julio de 1998 en las páginas de ABC la desastrosa situación en que se encontraba el depósito judicial de efectos cuando se hizo cargo del Decanato, en noviembre de 1996, y constató la descontrolada forma de subastar piezas de convicción y bienes embargados que se llevó a cabo durante la gestión de su antecesora. Todo se hizo con un desorden tremendo dijo.
Fernando Fernández aseguraba en esa época que:
Las anomalías denunciadas ante el Decanato por tres funcionarios destinados en la época de Carmena en el depósito de efectos de los Juzgados madrileños se han solventado. Estos funcionarios relataron en 1997 que, en ocasiones, cuando algún juzgado solicitaba la entrega de bienes embargados o de piezas de convicción, no las encontraban en el depósito porque Carmena había autorizado su entrega a asociaciones benéficas incluso antes de que hubiera resolución firme sobre el destino que se les debía dar.
El decano detallaba que Carmena llegó a deshacerse de bienes tales como pantalones o bicicletas porque, atentos a la explicación, «se deterioraban en el depósito». De traca
