Ocurrió en 2005. En el mes de agosto de aquel año, una lectora de El País escribió una Carta al Director en la que se acuñaba por primera vez el famosísimo término de ‘mileurista’.
En ella, Carolina Alguacil daba la definición de lo que ella consideraba que significaba ser ‘mileurista’:
El mileurista es aquel joven, de 25 a 34 años, licenciado, bien preparado, que habla idiomas, tiene posgrados, másteres y cursillos. Normalmente iniciado en la hostelería, ha pasado grandes temporadas en trabajos no remunerados, llamados eufemísticamente becarios, prácticos (claro), trainings, etcétera. […] Lleva entonces tres o cuatro años en el circuito laboral, con suerte la mitad cotizados. Y puede considerarse ya un especialista, un ejecutivo; lo malo es que no gana más de mil euros, sin pagas extras, y mejor no te quejes.
El mileurista hace tiempo que decidió irse de casa, y gasta más de un tercio de su sueldo en alquiler, porque le gusta disfrutar de la gran ciudad. Comparte piso con más gente, a veces es divertido, pero ya cansa. «Yo en 30 metros me apañaría».
El mileurista no ahorra, no tiene casa, no tiene coche, no tiene hijos, vive al día. A veces es divertido, pero ya cansa.
La lectora terminaba así su carta:
Pero lo malo es que se ríen cuando dice que gana «nine hundred and ninety seven euros».
El País ha recordado este 6 de noviembre de 2015 en su Twitter la efeméride del nacimiento del término ‘mileurista’:
Esta es la Carta al Director en la que una lectora inventó el término mileurista. Ya tiene 10 años #hemeroteca https://t.co/YVVnBTBEzz
— EL PAÍS (@el_pais) noviembre 6, 2015