LA TRIBUNA DEL COLUMNISTA

Luis Ventoso ‘alaba’ a Ramón Espinar: «Batió el récord de Tania Sánchez en hacerse con una VPO»

El editorial de ABC: "Podemos ha resultado ser la réplica radical de la casta más enfangada"

Espinar y el nombramiento de los ministros de Rajoy son las referencias fundamentales  este 3 de noviembre de 2016 en las columnas de opinión y editoriales de la prensa de papel.

Sorprende, eso sí, que el Grupo PRISA, que a través de la Cadena SER ofrecía a primera hora del 2 de noviembre de 2016, no le haya dado mucha bola en su periódico, en El País, donde no editorializa sobre el particular. 

Luis Ventoso, en ABC, recuerda que Espinar ha batido el récord de Tania Sánchez en eso de hacerse con una propiedad inmobiliaria a una tierna edad. Si la ex de Pablo Iglesias lo hizo con 24 años, gracias a la lotería de IU en Rivas VaciaMadrid, al senador podemita le correspondió con 23 años:

A los 24 años, edad en la que yo compartía piso con otros tres gachós, Tania Sánchez ya era dueña de una vivienda de cien metros cuadrados en Rivas, un chollo de protección oficial por el que había pagado 99.200 euros. Le tocó por casualidad en la tómbola de un Ayuntamiento de Izquierda Unida, donde su padre era concejal y ella asesora. La dirigente comunista volvió a demostrar su valía siete años después, cuando lo vendió ingresando una grata plusvalía.

Espinar ha batido el récord de Tania: obtuvo su pisito de protección oficial con solo 23 años. Siendo estudiante de Políticas, se compró su vivienda social por 132.000 euros. En menos de un año, y sin llegar a mudarse allí, la vendió. Se embolsó 19.000 euretes de plusvalía mercadeando con una obra pensada para ayudar a las familias necesitadas. Un fenómeno. Si llega a darle por la informática, hoy Zuckerberg estaba en el paro.

Isabel San Sebastián apunta ese doble discurso de Espinar, dando consejos a los demás, pero él, curiosamente, no se los aplicaba a sí mismo:

Ramón Espinar, azote de corruptos en la Asamblea de Madrid, martillo de herejes fachas dentro y fuera de la Cámara Alta, gran inquisidor de la inmoralidad consustancial al liberalismo defensor de la iniciativa privada, enemigo de la virtud inherente a la izquierda abanderada de lo público, se estaba haciendo la hucha. Tenía veintitrés añitos y militaba en Juventud Sin Futuro, pero el suyo estaba labrándose a resguardo de la luz, taquígrafos y tormentos predicados a los cuatro vientos. En otras palabras; consejos vendía y para él no tenía, a semejanza de Juan Carlos Monedero, avisado por una filtración de Hacienda cinco minutos antes de incurrir en fraude fiscal, Íñigo Errejón, el de la beca ficticia en Málaga, o Pablo Echenique, que no pagaba la seguridad social a su cuidador pese a bramar contra los sinvergüenzas capaces de perpetrar tal vileza.

ABC, en su editorial, destaca que Podemos, con el episodio de Espinar, ha pasado a ser un partido que se ha convertido en casta enfangada:

Podemos, el partido que reparte credenciales de moralidad y que divide a la sociedad entre populistas y corruptos, ha resultado ser la réplica radical de la casta más enfangada. No se trata de si la operación, financiada entre otros familiares por su padre, acusado por el uso indebido de las tarjetas black de Cajamadrid, fue legal o ética. Se trata de la absoluta contradicción entre las palabras y los hechos. Es legítimo que a Espinar y a Podemos les guste el dinero. Lo que no resulta de recibo es imputar a los demás conductas caciquiles, inmorales, corruptas o desvergonzadas cuando él oculta sus prácticas y perjudica a los desahuciados que dice defender. Es irrelevante si se trata o no de una filtración interesada para apartarle de la carrera por el control de Podemos en Madrid. Podemos también tiene su propia oligarquía de podredumbre especulativa a izquierda y derecha de Pablo Iglesias.

El editorial de El Mundo dice que aunque Espinar no incurrió formalmente en una ilegalidad, sí que su comportamiento es «intolerable y vergonzoso»:

Es cierto que no incurrió en una ilegalidad, porque por desgracia en nuestro país el sentido de la vivienda de protección destinado a las personas con pocos ingresos ha perdido su objetivo de carácter social y de corrección de los efectos negativos del mercado inmobiliario para convertirse en un lucrativo negocio. Pero a nadie se le escapa que por muy generalizada que esté esta práctica, tolerada por las administraciones públicas, nos encontramos ante una operación de enriquecimiento rápido a costa, en este caso, de la cesión de terrenos municipales. Espinar, un político fiel a Pablo Iglesias, ha denunciado que esta información sólo pretende interferir en el proceso de primarias para dirigir el partido en Madrid. Pero más allá de las luchas intestinas entre iglesistas y errejonistas, su comportamiento es intolerable y vergonzoso.

Alfonso Ussía, en La Razón, se parte la caja con Ramón Espinar y se recrea imaginando una vuelta del senador al hogar familiar:

En Podemos se asume con la mayor naturalidad que una vivienda de Protección Pública en Alcobendas le sea vendida con todas sus ventajas a una persona que no está empadronada en Alcobendas, que se halla en paro y carece de ingresos. Grilletes en las muñecas para los demás y manga ancha para los nuestros. Al menos, no disimulan. ¿Volverá el senador a vivir en el hogar familiar? Con sus retribuciones actuales no lo necesita. El Senado no paga mal y ofrece muchas ventajas. Pero me preocupa, y mucho, su situación anímica. Lo está pasando mal, y todo por culpa de un piso en Alcobendas en el que no vivió. La vida es injusta con los más necesitados.

El editorial de La Razón afirma que los predicadores moralistas han encontrado un filón en Podemos:

La figura del predicador moralista que cada vez que puede lanza sus soflamas, también en sede parlamentaria, y que se pone como ejemplo de rectitud ha encontrado en Podemos una de sus mejores canteras políticas. En vez de trabajar legislativamente allí donde tiene representación y proponer formas de control que impidan las malas prácticas en la administración por parte de políticos y también de ciudadanos particulares, prefiere el histrionismo mitinero, sin poner límite en los insultos al adversario y sin sonrojarse. El caso del senador y dirigente de Podemos Ramón Espinar es en este sentido canónico.

MARIANO RAJOY Y SU GOBIERNO

Arcadi Espada, en El Mundo, plantea ante el nombramiento este 3 de noviembre de 2016 de los nuevos ministros de Rajoy, que la selección debe rechazar el factor de la amistad:

El nuevo presidente está obligado a romper con su trama de afectos y a dotarse de una cierta objetividad, ¡de killer!, en la elección de sus ministros, por algo más perentorio que esa ley de la naturaleza mediática. La razón principal es que buena parte de su Gobierno ha dado muestras de una grave incompetencia. Los desastres empiezan con la vicepresidenta, fracasada técnicamente en su labor de coordinación interministerial y fracasada políticamente en asuntos tan dispares como el intento secesionista o la gestión de la televisión pública. Los estultos casos de los ministros Margallo o Fernández Díaz apuntan, justamente, al peor flanco del presidente, que es el de las amistades y las lealtades obligatorias. Y es difícil que, con independencia de sus virtudes administradoras, alguien haya olvidado con qué despótica brutalidad el ministro de Hacienda utilizó políticamente su privilegiado conocimiento de las debilidades de algunos contribuyentes.

Teodoro León Gross cree que veremos en esta legislatura a un Rajoy ‘falso’, a alguien que tendrá que disimular su empeño por mandar con el rodillo dado que todo lo que pretenda sacar adelante deberá hacerlo tirando de consenso:

En el puente de mando, el carácter es indisimulable. La lección no es de Jack Aubrey, sino de Lincoln. Aznar en minoría se comportó como un político flexible y dialogante -incluso en catalán-, pero cuando dispuso de mayoría absoluta dio rienda suelta a la soberbia desoyendo todo, en especial Irak, exhibiendo una insensibilidad implacable con el Yakovlev e ínfulas escurialenses, capaz de reírse hasta del alcohol al volante. El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente, defendía LordActon; y se ve que la mayoría te retrata, y la mayoría absoluta te retrata absolutamente. El Aznar Falso de 1996 dio una talla presidencial mucho mejor que el Aznar Auténtico. Es la hora de Rajoy.

Raúl del Pozo, que pareciera tener una bola de cristal, da por hecho que algún ministro de los que nombre Mariano Rajoy a lo mejor no se come el turrón en La Moncloa e incluso alguno se lo tiene que comer en Soto del Real…entre rejas:

Hoy, en pleno otoño, cuando las hortensias se volvieron azules y se aplacó la rabia del bloqueo y llegó la melancolía, Mariano Rajoy anuncia sus nuevos ministros. Como en la Canción de la rueda hidráulica los que van a mandar subirán como astros y como astros bajarán. Según está el patio alguno no se comerá el turrón en la Moncloa y alguno lo comerá en Soto del Real.

En ABC, Ignacio Camacho dibuja el retrato de esos candidatos a ministro que igual a estas horas aún están pendientes de la llamada de Mariano Rajoy. Y es que eso de ocupar una cartera viste mucho:

Los ministrables -que no deja de ser una categoría fantasma, basada en un mérito especulativo- viven estos días en estado de ansiedad, pendientes de la batería del móvil y pegados a él como si fuese un tercer brazo. Sin aceptar que son candidatos a ex, quizá sólo a una vaga ex…pectativa.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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