LA TRIBUNA DEL COLUMNISTA

Joaquín Leguina manda a la hoguera a los inquisidores de Ciudadanos: «Sus métodos son incompatibles con la democracia»

La sorna de Ignacio Camacho: "Gracias al tele-populismo hemos podido saber que España no ha sido en este tiempo una auténtica sociedad democrática"

Este lunes 5 de diciembre de 2016, con un macropuente en lontananza, provoca que las columnas y editoriales vengan con temas de los más dispares. Los lectores encontrarán desde los palos que se le siguen dando a Montoro por el nuevo sablazo fiscal a las quejas por esta semana festiva que viene a incumplir lo que Mariano Rajoy había prometido, racionalizar los festivos o un viaje importante a los métodos usados por Ciudadanos para erradicar la corrupción.

Federico Jiménez Losantos, en El Mundo, sigue a vueltas con el nuevo estacazo fiscal de Cristóbal Montoro:

Llega Rajoy y asume el viejo programa económico del PSOE, que ya naufragó con González y nos llevó a la quiebra con ZP: una presión fiscal asfixiante; poder sindical con los convenios de sector y no de empresa; salario mínimo por decreto, que, si sirviera para algo, deberían ponerlo de 10.000 euros; y, ligado a esto, la subida de las cotizaciones a la Seguridad Social, para hundir la débil recuperación de las empresas y hacer del paro el primer empleo de las nuevas generaciones. Todo, presidido por un absoluto descontrol del déficit, que se compensará con subidas fiscales a granel. ¿Y todo para qué? ¿Para que el PSOE contente a sus icetas y ugetés? El otro día dijo Fátima Báñez que la masacre fiscal sólo «pedía un esfuerzo a las grandes empresas». Eso mismo decía ZP. Y así acabamos.

Por su parte, el editorial de El Mundo, alega tres razones por las que publicó las informaciones que afectan a Cristiano Ronaldo y a otros jugadores:

El director recibió hace 10 días un auto judicial en el que se le prohibía publicar cualquier información relativa a documentos supuestamente hackeados hace meses a la sociedad Senn Ferrero Asociados. El auto tenía un fundamento jurídico que no negamos, como tampoco tenemos dudas sobre las buenas intenciones del juez que lo dictó. Pero hay tres hechos muy relevantes que el magistrado no podía conocer. El primero es que lo que Senn Ferrero intentaba proteger no es la intimidad de sus clientes, sino sus propias prácticas que consisten en asesorar a presuntos evasores fiscales como Ronaldo, Mourinho y otras figuras del mundo del fútbol.

El segundo hecho relevante es que el juez no conocía que la exclusiva que preparaba nuestro periódico era la revelación de que estrellas del fútbol como Cristiano Ronaldo y otros jugadores de gran notoriedad pública eran los beneficiarios de una presunta red de fraude a gran escala, basada en la utilización de sociedades en paraísos fiscales. Que el delantero blanco diga ahora que está al corriente de sus pagos es una tomadura de pelo.

Y el tercero de los hechos relevantes es que nuestro periódico no podía revelar ningún secreto porque, a las nueve de la noche del viernes pasado, una decena de medios europeos colgaba en sus webs la misma información.

El editorial de ABC, ante el macropuente de la Constitución y de la Inmaculada recuerda un incumplimiento del PP, el de reordenar los festivos para evitar un auténtico caos laboral en esta semana:

El PP se comprometió a racionalizar el calendario laboral cuando llegó al Gobierno a finales de 2011, trasladando algunos festivos al lunes más próximo para reducir el número de puentes y acueductos laborables, pero, por desgracia, no se ha hecho nada al respecto. Y ello a pesar de que patronal y sindicatos alcanzaron un acuerdo sobre esta materia. Además, dicho traslado evitaría la pérdida de días laborables sin menoscabo del sector turístico, puesto que no todos los que trabajan de lunes a viernes se pueden coger un puente, pero sí un fin de semana largo. No es cuestión de eliminar festivos, sino de ordenar el calendario con cierta lógica y un mínimo de sentido común para que el merecido descanso de los trabajadores no tenga por qué dañar la imprescindible competitividad de las empresas. Ambos factores son necesarios y perfectamente compatibles.

Ignacio Camacho relata con mucha sorna que tenemos que ‘agradecer’ a los politólogos del tele-populismo que nos hayan avisado de que desde la aprobación de la Constitución Española nuestro país no haya vivido en una auténtica democracia:

Mañana cumple 38 años y la llaman vieja; los adanistas nunca perdonarán a la Historia por haber inventado la política antes que ellos. La efeméride, por si a alguien se le ha olvidado, recuerda el día en que la votó (la votamos) una inmensa mayoría de españoles, eso que ahora se conoce como gente y antes era el pueblo soberano. En realidad, la soberanía del pueblo contemporáneo español empezó precisamente aquel día. O al menos eso creíamos que significaba el Artículo 1.2 de la Constitución que, según el relato de los nuevos profetas, fue impuesta por una conspiración de poderes económicos y militares tardofranquistas. Nosotros, los de entonces que diría Neruda, fuimos a votarla convencidos de que se trataba de fundar una democracia; inadvertidos del engaño porque no estaban los politólogos del tele-populismo para explicarnos la verdad revelada. Gracias a ellos hemos podido saber que España no ha sido en este tiempo una auténtica sociedad democrática.

Joaquín Leguina le mete un buen palo a Ciudadanos por querer ir de justiciero por la vida:

Los nuevos justicieros, recién llegados a las instituciones públicas, ya nos han anunciado que van a «acabar con la corrupción en un plis-plas». Ya se sabe que para el populismo no hay problema, por complejo que sea, que no se pueda arreglar en un plis-plas. Y a ese plis-plas también se ha subido un partido que parecía sensato: Ciudadanos. Se diría que C’s, a falta de mejores propuestas, está dispuesto a terminar, cual Sansón, con todos los filisteos y convertirse en el paradigma de la «limpieza y regeneración» política.

Durante el proceso que condujo al pacto de investidura Ciudadanos le exigió a su socio, el PP, como medida «regeneradora» que cualquier cargo público que fuera investigado judicialmente debería ipso facto dejar su puesto. Este «castigo» justiciero pone en manos de un denunciante, un fiscal o un juez el destino de cualquier político. Se pretende, así, imponer un método inquisitorial incompatible con la democracia. Y no se queda ahí la cosa, pues, según se dice, Ciudadanos pretende elevar el castigo a rango de ley en la Comunidad de Madrid.

El País, en su editorial, respira aliviado porque en Austria no haya salido finalmente el candidato populista de extrema derecha:

En un año aciago donde la victoria de la demagogia del Brexit ha dado alas en todo el continente a los discursos extremistas y xenófobos, la decisión de los austriacos de elegir a Van der Bellen, pero sobre todo la de no elegir a Hofer, es una excelente noticia para toda Europa y lo que esta representa. No se puede ignorar que ha sido el agotamiento de las dos formaciones políticas tradicionales -la conservadora y la socialdemócrata- y su incapacidad para, gobernando en coalición, atender las preocupaciones de los ciudadanos, la que ha propiciado que la jefatura del Estado fuera disputada por un candidato independiente con pasado ecologista y el líder de una formación de extrema derecha jaleado en público tanto por el Frente Nacional francés como la xenófoba Alternativa para Alemania.

En La Razón, Martín Prieto destaca que lo mejor que lo puede pasar al PSOE es que pase a dirigirlo Susana Díaz:

Lo menos malo que le puede ocurrir al PSOE es que cuaje el susanato frente a los irreductibles de la nada firmes en su «…cuando Susana Díaz llegue a Madrid traerá las maletas llenas con los ERE». No tienen otra, y lo de Patxi López como tapado de Sánchez sólo anida en la incomprensible ambición del vasco que tocó techo en la Presidencia del Congreso. Susana no es más que la eterna funcionaria de partido, corriendo el escalafón por antigüedad, pero conoce muy bien la casa y sus habitantes y tiene cintura para domeñarlos. O susanato o la división de los ingrávidos.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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