Unos correos electrónicos destapados por eldiario.es entre la reina Letizia y su amigo Javier López Madrid, empresario, consejero delegado del Grupo Villar Mir, al que la Fiscalía le pide un año y medio por apropiación indebida en el caso de las tarjetas black de Caja Madrid, han caído como una bomba en la redacción de El Mundo.
¿El motivo? En uno de ellos la reina da entender que se enteró de los problemas de su ‘compi’ de Yoga a través del suplemento La Otra Crónica: «Te escribí cuando salió el artículo de lo de las tarjetas en la mierda de LOC y ya sabes lo que pienso Javier».
Y el ataque de cuernos que se ha pillado el director adjunto de El Mundo, Iñaki Gil, ha sido de los hacen época. Herido en su honor, sale en tromba a leerle la cartilla a la reina de España y a explicarle a ella, que ha sido periodista, que los corruptos nunca son buena compañía.
Iñaki Gil le recrimina en una carta abierta titulada ‘Soy el jefe de «la mierda de LOC» y espero, Majestad, que siga leyéndonos’ modo paternal que «escriba despreciativamente de una publicación» ni «permitirse confidencias» con su amigo. Este es solo un extracto:
En esos cinco días, ¿nadie a su servicio llamó al señor López para preguntarle si era verdad la acusación y qué pensaba hacer? ¿Acaso no fueron informados? ¿No dieron credibilidad a una noticia que la propia Caja confirmó? Porque su mensaje parece dar a entender que usted se enteró por LOC de los problemas de su compañero de yoga: «Te escribí cuando salió el artículo de lo de las tarjetas en la mierda de LOC y ya sabes lo que pienso Javier. Sabemos quién eres, sabes quiénes somos. Nos conocemos, nos queremos, nos respetamos. Lo demás, merde. Un beso compi yogui (‘miss you!!!’)»
¿Sabemos quién eres? Pues, Señora, espero que no. Que su augusto marido y Usted no conocieran las andanzas del señor López, al que un juez ha interrogado para saber si financió con 1,8 millones de euros de dinero negro al PP en el marco de la operación Púnica. Espero que tampoco estuvieran al corriente de las tormentosas relaciones de su compañero de yoga con la doctora Pinto, que darían para algún capítulo castizo y sombrío a lo Grey.
Confío en que ahora que se conocen mejor y pese a la vieja amistad del señor López Madrid con su esposo, que se retrotrae a sus tiempos de compañeros de colegio en Los Rosales, ya no se quieran tanto y se respeten lo justo. Y que el presunto no sea invitado a su mesa. Lo demás, efectivamente, merde.
Es cierto que cualquiera tiende a confiarse hablando o chateando con sus amigos y creo que esos comentarios pertenecen al dominio de lo privado. Pero una Reina no puede dejar de comportarse como tal ni un segundo. Ni permitirse confidencias que puedan perjudicar la reputación de discreción de la institución. Ni confianzas de «compi yogui» con alguien que se ha demostrado poco de fiar.
Repasemos las amistades peligrosas de El Mundo. Porque los reproches de Gil salen de las páginas de un diario que «se ha permitido confidencias» por ejemplo con el tesorero del PP Luis Bárcenas o con el ex presidente Jose María Aznar, con quien el ex director de El Mundo, Pedrojota Ramírez, jugaba al pádel en la intimidad.
PEDROJOTA CON LOS AZNAR Y RATO EN 1996 COMPARTIENDO BALCÓN.
Por no recordar las ‘confianzas’ de Pedrojota con todo un referente moral como Rodrigo Rato compartiendo balcón en el chalet de Rato en la localidad madrileña de Carabaña en 1996.
También el diario El Mundo se ha «permitido confidencias» con Esperanza Aguirre, dimitida por la corrupción del PP de Madrid, a quien este 10 de marzo 2016 el diario de Unidad Editorial pone a escurrir en la sección Madrid por haber despilfarrado dinero 2008 y 2011 nada menos que 220 millones de euros en campañas de comunicación.
La misma Esperanza Aguirre que otorgó a Unidad Editorial, matriz de El Mundo, una licencia de TDT en 2005 y una de radio en 2009. Eso sí es compartir confidencias.