El príncipe Enrique, nieto de la reina Isabel II del Reino Unido, se ha quejado de la «incesante» intrusión en sus asuntos personales y dijo que la división entre la vida privada y la pública se ha vuelto prácticamente inexistente.
El hijo del príncipe Carlos y la fallecida Diana de Gales habló del acoso de los medios en una entrevista con la cadena BBC con motivo del comienzo este domingo en Florida (EEUU) de los llamados juegos «Invictus Games», un torneo deportivo en el que participan antiguos miembros de las fuerzas armadas heridos en combate.
«Todo el mundo tiene derecho a la privacidad, pero tristemente esa línea entre la vida pública y privada se ha vuelto casi inexistente», insistió el príncipe Enrique, quinto en la línea de sucesión al trono británico después de su padre; su hermano, el príncipe Guillermo, y sus dos sobrinos, Jorge y Carlota.
«Vamos a seguir haciendo lo mejor para asegurar que hay una línea (divisoria)», recalcó el nieto de la soberana británica.
Derecho a la intimidad
En su entrevista, Enrique añadió que él y otros miembros de la Familia Real británica saben muy bien que están en una «posición privilegiada», pero que todos tienen derecho a la intimidad.
Resaltó que muchas veces hay un acoso constante, en clara referencia a la prensa, por conocer detalles demasiado íntimos, algo que consideró es «innecesario».
Enrique, de 31 años, destacó la importancia de los juegos Invictus porque los excombatientes y sus familias han hecho muchos sacrificios.
«No importa de qué país proceden, no es sólo la persona, son también las familias», agregó el príncipe, que patrocina la fundación de estos juegos.
La competición, en la que participarán más 500 atletas de 15 países, se inaugura esta noche en Orlando y se espera que asista la primera dama de EEUU, Michelle Obama.