Variedad de temas en las tribunas de opinión y editoriales de la prensa de papel de este 8 de septiembre de 2016: desde los intentos manazas de Pedro Sánchez de querer tapar que está buscando ser presidente del Gobierno, hasta la crisis abierta en Podemos o los coletazos del ‘caso Soria’.
Raúl del Pozo, en El Mundo, considera que en otoño, antes de que expire el mes de octubre de 2016, España tendrá Gobierno. Él ve un hecho trascendental, que los llamados poderosos guardan un sospechoso silencio tras no producirse la investidura de Mariano Rajoy:
A mí lo que más me extraña es el silencio comanche de los que antes se llamaban poderes fácticos y ahora Pablo Iglesias denomina los poderosos. ¿Por qué no maúllan los gatos contra los ratones? Ni tampoco los mecenas del PP, ni los hombres de negro de Bruselas o Berlín, ni los de las puertas giratorias, ni los jarrones chinos, ni los del Ibex 35, ni las agencias de ráting. Me temo que ya saben que no va a haber terceras elecciones y esperan que caiga en otoño la abstención dorada y madura.
Ignacio Camacho, en ABC, apuesta porque Pedro Sánchez se está postulando para ser el próximo presidente del Gobierno, aunque su intento de disimularlo ha caído en el fracaso más absoluto según le cuenta alguna garganta profunda y con conocimiento de causa desde Ferraz:
¿Cómo que si se está postulando? Déjame que te conteste con otra pregunta: ¿te cabe alguna duda? Pues claro que se está postulando, hombre. De tapadillo, haciéndose el lonchas con un intento bastante torpe de disimular y sin mucha esperanza, pero eso es lo que está haciendo: postularse. Intentar colarse por el portillo que entre todos habéis o hemos abierto al dramatizar la repetición electoral. ¿Que no queréis elecciones? Pues aquí estoy yo para impedirlo. Y ojo, que puede aparecer con los votos necesarios. No, los de Rivera no. Los de los soberanistas, sin negociar en público para no irritar al partido.
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CRISIS EN PODEMOS
El editorial de El Mundo constata que la crisis interna en Podemos es ya indisimulable, por mucho que el macho alfa morado trate de apaciguar el incendio:
Pablo Iglesias volverá a intentar evitar que aflore la fractura interna y que se ponga en cuestión su liderazgo. Pero, como vemos, las divisiones en la formación son muy profundas y van mucho más allá de los personalismos. Son el resultado de dar cabida a tantas confluencias de partidos con multitud de intereses contrapuestos: un alocado revoltijo electoral.
En La Razón, también se editorializa sobre esta crisis abierta en el seno de Podemos y afirma que es imposible poder confiarle el poder a gente como Tania Sánchez que es capaz de hacer saltar por los aires la organización de una formación si no se atienden a sus ambiciones:
El caso de la diputada Sánchez, además del de algunos de sus acompañantes, representa como pocos el de esa ambición desbocada por el poder que la ha llevado a cambiar de caballo, en este caso perdedor, a medida que sus expectativas caudillistas se veían frustradas. Todos ellos reúnen vicios de esa vieja política que tanto denostaban. Se trata de mandar y sólo mandar como sea; servirse y no servir. Es otra razón, de muchas, para no confiar en representantes así. Porque, si son capaces de dinamitar la convivencia en una organización sólo por dirigirla, qué no harían con el país.
Jaime González, en ABC, le recuerda a Pablo Iglesias que eso de tuitear alegremente contra la fortuna de Amónico Ortega, dueño de Inditex, se le puede volver perfectamente en contra a tenor del propio aumento de los ingresos del líder de Podemos:
El argumento del secretario general de Podemos se basaba en un zafio silogismo: la calidad democrática es inversamente proporcional a la existencia de ricos, hasta el punto de convertir al dueño de Inditex en la prueba del nueve de un sistema oprobioso en el que solo se puede hacer fortuna practicando el terror. Salvando las distancias, si aplicáramos a Pablo Iglesias su propia medicina, en septiembre de 2016 cabría escribir: «20 por ciento de paro y Pablo Iglesias, el líder político con mayores ingresos el pasado año. Democracia. ¿Dónde? Terrorismo. ¿Quién?».
LA CUESTIÓN CATALANA
Luis Ventoso (ABC) trae a colación como una parte determinada de la prensa y la cultura progres salen diariamente a cargar contra el PP, pero ahuecan el ala cuando se trata de darle palos a los separatistas catalanes y quienes los alentan o les hacen guiños:
Cuando los separatistas aprueban en sede parlamentaria un plan para romper España en unos meses, caben dos alternativas: intentar pararlos, o ir dejándolos hacer mientras se buscan puentes imposibles con un enemigo que no los desea. Pedro Sánchez, Pedro Almodóvar -que vuelve a representar a España en los Oscar, sin que nadie le afee que hizo lo mismo que Soria-, Ferreras y la Ana Pastor televisiva, Manuel Rivas y Almudena Grandes, Carmena, Iglesias y Errejón, El Gran Wyoming, las comunicadoras Barceló y Bueno, los dos Garzones… que se sepa todos ellos son españoles, enérgicos y locuaces para denunciar el «austericidio» del PP. Pues bien, jamás los escucharán condenando en alto un desafío que vulnera las leyes, pisotea la soberanía y derechos del pueblo español y pretende destruir el país.
CASO SORIA
El País sigue a vueltas con José Manuel Soria y el Banco Mundial. Exige explicaciones al Gobierno, aunque también le da un palo disimulado al PSOE porque con un Ejecutivo en funciones poco o nada se puede hacer:
La oposición u oposiciones tendrían más fuerza frente a un Gobierno minoritario, pero de verdad, que desgastándose contra un Ejecutivo en funciones habituado a navegar en las escurridizas aguas de la ambigüedad legal. A la espera de que el Congreso de los Diputados cumpla la primera de sus obligaciones constitucionales, que es la de elegir a un jefe del Gobierno, el equipo de Rajoy debe aprender la lección, manejar con prudencia las medidas importantes en tiempo de interinidad y ahorrarse decisiones unilaterales, solo explicables en situaciones políticas que ya no existen.
