LA TRIBUNA DEL COLUMNISTA

El País le receta jarabe de palo a Espinar: «Le falta ética y exhibe malas artes partidistas»

"En democracia, a los políticos les toca rendir cuentas en vez de protestar cuando se les piden explicaciones"

Teodoro León Gross: " La compraventa no tiene dimensión de escándalo, pero sí el show cínico de la doble moral de quienes van por las esquinas dando lecciones de ética"

Miscelanea de temas este 5 de noviembre de 2016 en las tribunas de opinión y editoriales de la prensa de papel. Sigue coleando el ‘caso Espinar’, pero también se dedican varios artículos al botellón que acabó con la vida de una tierna infante de 12 años en un pueblo de Madrid y también hay alguna reflexión sobre la apertura de juicio oral a los expresidentes socialistas de la Junta de Andalucía Chaves y Griñán.

Arrancamos en El Mundo y lo hacemos con Teodoro León Gross que pone a los pies de los caballos a los podemitas por imitar los mismos tics de lo que ellos llaman casta cuando les pillan en un asunto turbio. Verbigracia, el ‘affaire’ Espinar y su VPO:

El affaire Espinar es interesante precisamente por eso. Elevado el pequeño esperpento a categoría, resulta muy revelador. La compraventa no tiene dimensión de escándalo, pero sí el show cínico de la doble moral de quienes van por las esquinas dando lecciones de ética. Eso es lo que escandaliza. Presentarse como Portadores de la Pureza. Cuando las Sicav de Luxemburgo, Espinar proclamó: «Lo de Willy Meyer no es robar ni es corrupción. Pero es un comportamiento del Régimen, de privilegiado, de otros tiempos. #NoNosRepresenta». Willy Meyer dimitió, y Espinar, ese pequeño privilegiado del Régimen, pues ya ven.

El País, en su editorial, emplea jarabe de palo para zurrarle la badana al senador podemita:

Aún peor que los giros dialécticos de Iglesias, y las confusas explicaciones y evidente falta de ética del candidato a secretario general de Podemos en Madrid, es el empeño de ambos en atribuir las informaciones sobre este hecho al supuesto intento de los medios de interferir en una elección interna. En democracia, a los políticos les toca rendir cuentas en vez de protestar cuando se les piden explicaciones. Además exhiben malas artes partidistas al señalar como enemigo cómplice de conspiraciones alentadas desde el exterior a cualquier afiliado o simpatizante de Podemos que pueda considerar el comportamiento de Espinar y el refrendo de Iglesias como poco ejemplares.

EL CASO DE LA NIÑA FALLECIDA POR EL BOTELLÓN

Editoriales y columnas también se ocupan este 5 de noviembre de 2016 del terrible caso de la menor fallecida en Halloween en San Martín de la Vega víctima de un botellón y, por qué no decirlo, de una sociedad que ha dado por normal que los jóvenes se inicien a tan temprana edad en el consumo de bebidas espirituosas.

Ignacio Camacho lo refleja muy bien en su tribuna de ABC:

Paisaje urbano de fin de semana: miles de chavales portando botellas y hielo en bolsas de supermercado. La borrachera rápida, el alcohol de garrafón, la infamia de los adultos (?) que lo compran para los menores como intermediarios. Pero todo empieza en una casa, en una pregunta rutinaria y una respuesta evasiva para componer un mutuo autoengaño. Porque ellos saben que los padres lo saben y que la mentira no es más que un armisticio consentido, un efímero acuerdo de paz, un triste pacto. El pacto cómplice de la resignación, del miedo al conflicto, del rechazo al estigma autoritario.

Y la vida sigue. Un ridículo minuto de silencio como si la muchacha hubiese muerto en un atentado. Algún debate matrimonial, ciertos detalles escabrosos en el relato mediático. Estadísticas de los estragos del botellón aireadas por algún organismo harto de predicar en vano. Y luego nada, la rutina de siempre, el desvelo semanal de las horas inciertas de cada sábado.

En La Razón, Ángela Valley lo deja muy claro, nunca ha sido más fácil que ahora para los jóvenes poder colocarse de alcohol y de drogas:

Hay tantos casos de jóvenes que protagonizan crímenes, o situaciones perturbadoras, que deberían activar todo tipo de alarmas sociales. Estos días, una niña de doce años ha muerto por un coma etílico. Imaginar a una criatura pre adolescente bebiendo hasta morir es tan angustioso que tendría que hacernos reflexionar. Ignoro si las estadísticas indican que hay más, o menos, asesinos jóvenes hoy que hace veinte años, o muchachos afectados por las drogas. Hace ya décadas que la heroína destruyó a una juventud expectante, deseosa de experimentar, tan osada como ignorante. Pero los traficantes y productores de estupefacientes aprendieron la lección: no podían matar a sus clientes, porque arruinaban el negocio… Así que las drogas aparentemente se «suavizaron», en cuanto a sus efectos y también porque dulcificaron la manera de tomarlas (ya no se usan jeringuillas,siempre propensas a producir escabechinas y transmitir enfermedades ). Las pastillas y el alcohol están viviendo una época dorada. Parece que jamás, en la historia de la humanidad, haya sido tan fácil y barato drogarse.

El Mundo es claro y meridiano al respecto, las autoridades deben de controlar y sancionar debidamente los botellones, pero también los padres tienen un papel importante en la concienciación y en la educación de sus hijos:

Además de la eficacia o dejación de funciones de las autoridades públicas, los padres han de asumir que son los únicos responsables del comportamiento de sus hijos menores. El botellón, además de un problema de orden público, es también una cuestión de educación y de informar a los jóvenes de las nefastas consecuencias de la bebida para la salud física y psíquica. La española es una sociedad especialmente tolerante con el alcohol, sobre el que incomprensiblemente no existen las prevenciones y la restrictiva legislación que operan sobre las drogas o el tabaco. No se trata de prohibirlo ni de iniciar una cruzada contra la bebida, sino de empezar a tomar conciencia de que diversión y alcohol no deben ir siempre necesariamente unidos. Y la tolerancia con el botellón es la prueba más evidente de que algo estamos haciendo mal entre todos.

EL CASO DE LOS ERE

ABC lleva a su editorial la apertura de juicio oral a los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán. Celebra que se dé este paso donde ya se podrá probar la inocencia o culpabilidad de los exmandatarios:

Sin sentencia, no cabe prejuzgar la culpabilidad o inocencia de nadie, pero son muchos los indicios de que los ERE fueron un instrumento jurídico prediseñado para crear una red organizada, descontrolada y corrupta de amiguismo en el PSOE andaluz. Nadie ha sostenido que Chaves o Griñán se hayan lucrado personalmente con estos fondos. Sin embargo, eso no es ninguna credencial de inocencia, toda vez que fueron numerosas las advertencias de la Intervención sobre la ilegalidad cometida durante años, y sin embargo el fraude se mantuvo sistemáticamente en el tiempo sin corrección ni desautorización alguna. Muy al contrario, esas partidas se nutrieron cada año con más fondos, incrementando la gravedad del fraude. No es solo una cuestión de quién se llenó o no los bolsillos, sino de cómo se utilizó sin escrúpulos el dinero público para favorecer a militantes y amigos del PSOE andaluz y crear redes clientelares de voto.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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