El editorial de El Mundo nos recuerda a Miquel Iceta cuando se pone a chillar '¡Hillary, por el amor de Dios, líbranos de Trump!'
Entre los gritos de pánico que lanza la prensa de papel ante el empate técnico en las encuestas entre Donald Trump y Hillary Clinton se escucha a lo lejos una denuncia de censura.
La marquesa Cayetana Álvarez de Toledo, ex diputada del PP por Madrid e incansable crítica de Mariano Rajoy, publica en El Mundo una columna en la que relata cómo fue sido censurada por el director de RNE, Alfonso Nasarre, que le comunicó que no iba a ser entrevistada en el programa ‘Las mañanas de RNE’ con la estúpida excusa de que no le gustaba la sustituta de Alfredo Menéndez, el presentador habitual del espacio.
«El viernes 17 me contactaron del programa Las Mañanas de Radio Nacional de España. Querían entrevistarme el lunes para hablar de la situación política y, concretamente, del desafío secesionista en Cataluña. Y acepté encantada», cuenta la portavoz de Libres e Iguales.
«Sin embargo, el sábado por la noche, casi a las diez, recibí una llamada del director de Radio Nacional, Alfonso Nasarre, a quien apenas conozco pero del que tenía buena opinión. Después de disculparse por la hora intempestiva me preguntó: «¿Sabes que el lunes te va a entrevistar una sustituta del periodista habitual, no?» Le contesté que lo sabía y que no tenía ningún inconveniente.
«Entonces añadió: «Verás, no me fío de ella. Preferiría que te entrevistara más adelante Alfredo Menéndez». La excusa me pareció tan burda que le respondí: «Alfonso, ¿cómo no te vas a fiar de una periodista a la que has nombrado tú? Es evidente que el problema soy yo; no queréis que hable en RNE». Tuvimos una larga conversación, cordial en el tono pero devastadora en el contenido, en la que Alfonso reconoció que personas del Gobierno no quieren que comparezca en la radio y televisión públicas. Es decir, reconoció que se me censura».
Ay, marquesita. Si fueras de Podemos habrías tenido más suerte pero no te escandalices que mientras esa casa la llevaba el sorayo Leopoldo González Echenique le prohibieron la entrada a un economista liberal llamado Juan Ramón Rallo porque asi lo ordenaron los sindicatos, que son los que mandan en la RTVE del PP. Y no te escuchamos desde tu cómodo escaño clamar por la libertad de expresión como haces ahora. Llegas tarde.
Los columnistas se llevan las manos a la cabeza. ¿Y si gana Trump?, se preguntan muertos de miedos como si en Europa y aledaños no tuviéramos payasos para dar y tomar en los parlamentos. Guy Sorman lo recuerda en ABC:
«El trumpismo no es un fenómeno aislado. ¿Es posible no sorprenderse ante el número de jefes de Estado y de Gobierno que se han hecho con el poder últimamente manipulando las reglas de la democracia? En primer lugar, en Europa del Este, donde creíamos que, después de la caída de la URSS en 1991, el Estado de Derecho triunfaría sin paliativos. Por desgracia, lo que hemos heredado de ella es Vladímir Putin, que hace que echemos de menos a Boris Yeltsin, y Viktor Orban, un liberal en la época del comunismo que ahora coquetea con el pasado fascista de Hungría. En Polonia, la patria ejemplar de Solidaridad, el partido llamado de la Justicia trata de instaurar una teocracia y de revisar la historia nacional como hacían los bolcheviques. ¿Y en Oriente Próximo? Turquía, que habría podido servir de ejemplo para el mundo musulmán, vuelve a las prácticas del Imperio Otomano con Recep Tayyip Erdogan como nuevo califa. En todo Occidente aumentan los tribalismos y la xenofobia, incluso en Escandinavia. Si uno de estos movimientos lograse sus fines, los desastres de Polonia, de Turquía y del Brexit anuncian lo que nos esperaría en todas partes».
John Carlin, ese que atacaba al jugador colombiano James por no apoyar el infame acuerdo de paz con las FARC, va en en la misma línea en El País: «Lo fantástico, lo grotesco, lo surreal es que tantos millones de los habitantes del país más próspero del mundo compartan su visión tribal, que no solo Trump sino sus devotos estén solo un eslabón por encima de la jungla».
El editorial de El Mundo nos recuerda a Miquel Iceta cuando se pone a chillar ‘¡Hillary, por el amor de Dios, líbranos de Trump!’: «En el caso de EEUU, una posible victoria de Trump recrudecería el enfrentamiento social en el país. Su indisimulado desprecio hacia las minorías raciales y hacia los inmigrantes, a los que culpa de acaparar los empleos en detrimento de los trabajadores estadounidenses, podrían desembocar en una ola de racismo y exclusión con nefastas consecuencias para la convivencia»
Ignacio Camacho debe haber enviado su columna con retraso porque habla de Ramón Espinar para machacar a Podemos. El titular es gracioso: ‘Ramón, sé fuerte’. «Lejos de someterse a la escrupulosa requisitoria ética que reclama a los demás, se envuelve en rancio victimismo para reforzar el vínculo tribal. El enemigo nos ataca y tal: dimitir es de cobardes. Podemos es un proyecto de confrontación, de combate, y su líder sabe que en la vieja dialéctica de nosotros contra ellos cualquier concesión debilita. Entiende la política en términos estrictos de lucha de clases, aunque a menudo se quede en una lucha de frases»