La prensa de papel mira con lupa a estas horas el documento de 70 páginas que han acordardo el PNV y PSE. Y algunos se llevan las manos a la cabeza como La Razón o ABC, que incluso sin conocerlo ya había avisado de que no traía nada nuevo. El Mundo pasa olímpicamente del tema en su editorial y El País aplaude al PNV por dejar de burcar desconexiones traumáticas con el resto de España.
En el acuerdo de Gobierno suscrito por ambas formaciones, se admite que se pueda debatir en el seno de una ponencia de autogobierno cuestiones como «el reconocimiento de Euskadi como nación», el derecho a decidir «y su ejercicio pactado en un marco de negociación y acuerdo» dentro de la legalidad.
Como advierte La Razón en su editorial el acuerdo contraviene la letra y el espíritu de la «Declaración de Granada», adoptada por el Consejo Territorial del PSOE el 6 de julio de 2013, que, textualmente, señalaba que «los socialistas seguimos creyendo en el Estado de las Autonomías (…) y lo seguiremos defendiendo como el único marco político viable de una España moderna, libre y democrática».
La conclusión es que el PSE se ha rendido como cipayos a los nacionalistas para pillar poder después de un resultado estrepitoso en las últimas autonómicas en las que acabó como cuarta fuerza y ahora deba prestarse a ser muleta de un PNV tras haber quedado reducido en las elecciones del pasado 25 de septiembre a cuarta fuerza en el Parlamento vasco.
Con este pacto, de ser un partido marginal pasará a tener presencia hasta en tres consejerías. Pero todo tiene un precio y Mendía está dispuesta a pagarlo.
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De hecho, para cerrar el pacto el grupo socialista se ha visto obligado a romper sus propios principios, como recuerdan Gabriel Sanz y Adrián Mateos en ABC. A comienzos de octubre, su secretaria general publicó en las redes sociales un mensaje en el que afirmó que la prioridad del PSE es que el País Vasco «no abandone la agenda social por la soberanista».
Sin embargo, durante las negociaciones se ha visto obligado a ceder ante la causa rupturista del equipo de Íñigo Urkullu, que no está dispuesto bajo ningún concepto a dejar de lado la llamada «agenda vasca».
Hasta este acuerdo, la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, se manifestaba en contra del derecho a decidir, que interpretaba como la reactualización de la apuesta soberanista que lideró Juan José Ibarretxe, y que se concretó en una propuesta de Nuevo Estatuto aprobada por el PNV, EA e Izquierda Unida y la marca de entonces de Batasuna.
El mejor editorial es el del ABC que critica que el pacto «incurre en la calculada ambigüedad sobre cómo debería escribirse el fin de la banda ETA; y no duda en reclamar una reforma estatutaria mediante una ponencia que aborde todo, incluido el reconocimiento de Euskadi como nación y el derecho a decidir».
«El PSE se suma a ese lenguaje viscoso que generaliza sobre la violencia y la vulneración de derechos humanos en el País Vasco, remontándola a 1960 no precisamente para señalar los primeros asesinatos, sino el contexto histórico en el que ETA nació y con el que se pretende legitimarla. Esta historia está contada y no es admisible, lo mismo que la etiqueta de la «actualización del autogobierno», tras la que se esconde una reforma confederal de la Constitución, con una consolidación definitiva del Concierto Económico frente a las exigencias de solidaridad fiscal que necesita España. La historia se repite porque el PSE no ha aprendido a ser exigente con el PNV. Un revés para la Comisión gestora del PSOE».
Y lo mejor es que desde Ferraz han aplaudido el acuerdo, sobre todo para disimular de que se enteraron de su firma y de su contenido por los telediarios. La gestora del PSOE y diversas federaciones socialistas, como Andalucía, Navarra y el PSC, han considerado positivo el pacto de gobierno entablado entre el PNV y el PSE al coincidir en que es «un buen acuerdo para España».
El portavoz de la gestora, el andaluz Mario Jiménez, ha afirmado que el acuerdo por el que los socialistas dirigirán tres consejerías, Trabajo, Turismo y Vivienda, es una «buena fórmula» y una «buena noticia para Euskadi y para España».
Según él, la secretaria general de los socialistas vascos, Idoia Mendia, ha estado «en contacto» con el presidente de la gestora, Javier Fernández, para informarle de la negociación, si bien ha insistido en que «otra cosa es la concreción del acuerdo».
Fuentes del PSE-EE han asegurado que Mendia ha hablado en tres ocasiones con Fernández sobre la negociaciones con el PNV: el día que comenzaron las reuniones, el 18 de noviembre 2016 cuando se ultimaba el pacto y el fin de semana cuando se cerró pero lo cierto es que ninguno de los dirigentes de la Gestora sabía lo que se había acordado porque Mendía cerró el acuerdo a espaldas de Ferraz.
