LA TRIBUNA DEL COLUMNISTA

López Schlichting propone despelotarse en la sala del juez que absolvió a la ‘asalta capillas’ Rita Maestre

Ignacio Camacho 'vaticina' una posible fecha para las elecciones si la aprobación de los presupuestos salta por los aires: 25 de junio de 2017

¿Habrá elecciones dentro de medio año, para junio de 2017? Ese es uno de los planteamientos que podrán encontrar este 18 de diciembre de 2016 en las tribunas y editoriales de la prensa de papel. Pero también divertidas columnas donde se propone, por ejemplo, ir a los juicios de cierto magistrado en bolas. Sigan leyendo y sabrán a qué juez nos referimos.

Ignacio Camacho, en las páginas de ABC, apunta una fecha para una hipotética convocatoria electoral en el caso de que la aprobación de los presupuestos generales saltase por los aires:

La duración del mandato apunta en términos razonables a 2018, salvo que Rajoy logre un difícil pacto de apoyo estable con el nacionalismo vasco. Pero hay un punto crítico en torno a los presupuestos de 2017, a negociar en el próximo trimestre. Ese es el nuevo Cabo de las Tormentas donde puede naufragar y quedar desarbolado todo el delicado mecanismo de equilibrios y contrapesos urdido en octubre. Por si acaso apunten la fecha del domingo 25 de junio. Justo un año después

José María Carrascal le lanza una pregunta con muy mala uva a Carles Puigdemont. Seguro que a esta hora aún es incapaz de resolverla:

Ya que nadie se la hace, me gustaría hacer la siguiente pregunta al presidente de la Generalitat: «Señor Puigdemont, si la junta de vecinos de un edificio de Barcelona decidiese convocar un referéndum para declararse independientes de Cataluña, invocando las características especiales del inmueble, su valor artístico e histórico (algo que, dada la riqueza monumental de la ciudad, reúnen muchos de sus edificios), ¿se lo permitiría?». Porque eso es exactamente lo que ustedes, las autoridades catalanas, están haciendo respecto a España. Y si fuesen consecuentes con su actitud, lo aceptarían, metiendo a Cataluña en un buen lío porque otros querrían hacer lo mismo.

Juan Pablo Colmenarejo destaca la serenidad de Rajoy ante la amenaza separatista y asegura que nadie confunda la tranquilidad con la segura contundencia legal con la que se pronunciará el presidente con quienes quieren romper España:

El ambiente de insurrección creado en las instituciones controladas por el independentismo se ha petrificado. Aunque la posición actual del Gobierno pone por delante la sonrisa y la palabra, el presidente Rajoy sabe perfectamente que no hay que descartar nada. Y eso incluye la aplicación, vía Senado, del artículo 155 que suspende los actos de un Gobierno autonómico que atente contra la legalidad vigente. Suena fuerte. Es un error no hablar con claridad al nacionalismo. ¿Por qué solo se entiende a quien profiere la amenaza?

En La Razón, Cristina López Schlichting, le suelta cuatro frescas al juez que no vio profanación en el asalto a la capilla de la Complutense por parte de Rita Maestre:

Definitivamente, su señoría nos tiene por tontas a quienes usamos sostén en público y entendemos que los senos son de uso privado y/o playero. Sugiero a quienes tengan que acudir a las sesiones del tribunal presidido por don Francisco que aparezcan en porretas. Y le desafío a él a sostener lo que ha dicho en sentencia: «En una sociedad democrática avanzada como la nuestra, que dos jóvenes se desnuden no debe ya escandalizar a nadie, como tampoco el hecho de que algunos de ellos se besen sí. Estamos habituados a que activistas del grupo Femen lleven a cabo actos de protesta de esta naturaleza».

Tomo nota. Nada de pasar calor en los juzgados si está don Francisco Cubero, ni de contener las efusiones amorosas en su presencia. De eso nada. Mientras nadie roce la orla de su toga ni se suba sobre su estrado, el personal es libre de despelotarse mientras declara o morrearse en el banquillo. De verdad, hay que tener cara para calificar de normal lo ocurrido en la Complutense.

El editorial de La Razón pide a los ciudadanos que tras el caso Nadia no hagan ahora una purga de otras asociaciones que siempre han ido con la verdad por delante y las cuentas transparentes como un río cristalino:

La estafa urdida por el padre de Nadia Blanco, prevaliéndose de los mejores sentimientos que anidan en el ser humano, no puede convertirse en una causa general contra todas aquellas personas y organizaciones que, por los motivos que sean, demandan la ayuda y la solidaridad de otros. Ciertamente, el estafador no sólo abusa de la conmiseración de los demás ante la angustia y el dolor de una enfermedad, más cuando afecta a un niño, sino, también, de esa inclinación popular a creer que la Administración Pública es un ente insensible que se desentiende burocráticamente de sus ciudadanos.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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