Los elogios de Trump y un recadito a Joan Manuel Serrat conforman los temas esenciales que podrán encontrar en las tribunas y editoriales de la prensa de papel de este 27 de septiembre de 2017:
Federico Jiménez Losantos, en El Mundo, valora los esfuerzos hechos por Mariano Rajoy, pero considera que vienen ya tarde, cuando el virus del separatismo avanza imparable hacia ese 1 de octubre de 2017:
Si Rajoy hubiera hecho antes la mitad, qué digo la mitad, la cuarta parte de lo que ahora, obligado por la inverecundia, la facundia y el descoco de la patulea separata, está dejando hacer a una pequeña parte del Estado, podría irse a Tallín en vez de regresar a España dejando a Estonia a su suerte.
El editorial de El Mundo elogia la reunión entre Donald Trump y Mariano Rajoy. Por un día, el presidente estadounidense se lleva una pila de elogios importantes:
Aunque habría sido deseable que la declaración de Trump en defensa de la integridad territorial de nuestro país hubiera estado más documentada, lo cierto es que el énfasis en afirmar que como presidente de Estados Unidos quiere que España permanezca unida es un aval importante para el bloque constitucionalista, que desea poner fin cuanto antes al delirio independentista.
Santiago González expone con ironía cómo podrá haber gente presidiendo mesas para la consulta del 1 de octubre de 2017 si las 50.000 notificaciones fueron embargadas por la Guardia Civil:
El milagro de las notificaciones para formar las mesas del referéndum ilegal va a dejar pequeño lo de los panes y los peces. La Guardia Civil ocupó las 50.000 notificaciones, inconveniente que llevó a la Sindicatura Electoral a ampliar el plazo de convocatoria para los interesados. En todo caso el plazo terminaba ayer y la Sindicatura ha sido disuelta, por lo que algún ayuntamiento de Barcelona las ha distribuido en mano, a la chita callando, sin un recibí, ni una firma de enterado del venturoso designado. No se sabe cómo ha sido elegido, ni de qué censo han sacado sus datos.
Raúl del Pozo cree que al final de toda esta historia del 1-O tocará sentarse a dialogar con los que están provocando las revueltas en Cataluña y a buscar una salida pactada:
No es muy probable que los culpables sean castigados con 10 años de sombra, además de comerse inhabilitaciones. Habrá que dialogar con ellos para buscar una salida.
El editorial de ABC vuelve a sacudirle de lo lindo a Pedro Sánchez por exigir a los grupos parlamentarios del PSOE en las distintas cámaras autonómicas que no voten a favor de respaldar a Rajoy en el reto secesionista catalán:
Jugueteando irresponsablemente a ser Podemos, Sánchez va a terminar por cavar para el PSOE la misma fosa política donde se depositan los restos del socialismo francés, del griego, del italiano y (desde el domingo) del alemán. Sánchez está perdiendo una oportunidad de comportarse como un patriota.
Álvaro Martínez compara a Artur Mas con una celebridad española como lo fue Lola Flores y sus problemas con Hacienda:
Con perdón por la comparación, que sin duda la entrañable memoria de Lola Flores no merece, Artur Mar se arrancó ayer por ‘La Faraona’ al pedir a los catalanes que paguen a escote las irregularidades contables que cometieron él y tres de sus consejeros al organizar aquel primer pastiche consultivo del 9-N, allá por 2014.
Antonio Burgos cree que es preocupante que un símbolo como Serrat, que nunca ha ocultado sus ideas, sea ahora tenido como un traidor por quienes quieren manipular la historia y el futuro de Cataluña:
Sin moverse de donde estaba, a los ojos de los golpistas puigdemoníacos, Serrat ha pasado de ser un progre, un símbolo de libertades, a un facha de mucho cuidado y, encima, españolista.
Sin embargo, y esta reflexión es importante, David Gistau se pregunta con acierto por qué Serrat se echó a un lado cuando otro catalán como Boadella fue obligado casi a marcharse de Cataluña:
Ahora que se descubre acosado en su propia casa, cabría preguntar a Serrat. ¿Por qué no lo vio usted antes? ¿Por qué consintió que avisar de ello fuera una hipérbole de fachas? ¿Por qué no se inquietó usted, por ejemplo, cuando Boadella tuvo que marcharse de Cataluña?
Ignacio Camacho considera que lo que está sucediendo en Cataluña viene por una serie de concesiones del Estado que ahora se pagan bien caras:
En el optimismo liminar de la refundación democrática nadie quiso contemplar en serio el riesgo de dotar a las llamadas nacionalidades de tres instrumentos básicos para construir estructuras soberanas: la Policía, la escuela y la televisión. Es decir, el control simultáneo de la calle, la educación y la propaganda.
José María Carrascal le recuerda algo esencial a los separatistas:
Escuchar al presidente norteamericano defendiendo la unidad de España les advierte que los millones de dólares que se han gastado los secesionistas catalanes en Estados Unidos para hacer creer sus sueños y mentiras sin lograrlo tendría que ser una advertencia para ellos.
El País no está satisfecho con la actuación del Gobierno al que acusa de esconderse detrás de los jueces y la Guardia Civil:
Hemos dicho en numerosas ocasiones que el Gobierno no podía esconderse detrás de los jueces ante una crisis de esta magnitud. A estas alturas del conflicto, es inadmisible que el presidente y sus ministros sigan sin dar la cara ante el país. Todo lo que se ha hecho hasta ahora para frenar el referéndum ilegal del 1 de octubre ha sido de índole judicial y ha estado en manos de jueces, fiscales y guardias civiles. La única implicación directa de un miembro del Gabinete ha sido casi de carácter técnico, la del ministro de Hacienda.
La Razón valora el tono contenido de Donald Trump y su visión firme sobre la unidad de España:
Trump, contenido, se refirió a España como un gran país, aliado y amigo, que debería seguir unido. De cualquier forma, la nueva Administración estadounidense, que va ganando experiencia, ya había perfilado una línea argumental sobre el proceso catalán, muy poco abierta a interpretaciones, al menos a tenor de mensajes como el del secretario de Defensa, James Mattis, a su colega española, María Dolores de Cospedal, reiterando el apoyo de Estados Unidos a la democracia española y a su Estado de derecho.