Pablo Iglesias y Francisco Marhuenda, frente a frente, con la sombra de la purga de laSexta Noche sobrevolando sus cabezas. El líder de Podemos ha aceptado el reto de ser entrevistado en terreno hostil, la redacción de La Razón, el diario de uno de los periodistas que más le ha azotado en televisión. La foto tiene mucho morbo. Al final la sangre no ha llegado al río.
La entrevista ha girado en torno la guerra interna en Podemos. Iglesias ha sacado su argumentario y no se ha metido en líos. Marhuenda tampoco, las preguntas no buscaban acorralarle sino arrojar luz sobre sus diferencias con Errejón. Ni una palabra (¿pacto previo?) sobre la campaña de Podemos por quitar a Inda y Marhuenda de laSexta Noche.
Nos ha llamado la atención la útima parte de la entrevista en la que el ‘macho alfa’ de Podemos saca pecho de no dejarse domesticar.
«Creo humildemente que si algo he demostrado -y mis palos me ha costado- es que no me dejo domesticar fácilmente y de eso estoy orgulloso, del hecho de que no hayan logrado que me calle ciertas cosas a pesar de la fama de enfadado que he podido adquirir es algo que me enorgullece. Prefiero tener fama de duro que fama de vendido».
-¿Por qué a veces parece tan enfadado?
-Hay cosas que me enfadan. Lo de la factura de la luz… me enfada muchísimo que en este país se estén forrando los dueños de las eléctricas con planes de pensiones blindados… me cambia el gesto. El día que nos dejen de ofender ciertas injusticias habremos perdido nuestra razón de ser.