Hace apenas una semana, el 15 de febrero de 2017, el controvertido periodista Arcadi Espada se cercioraba en directo en una tertulia de que Pablo Iglesias e Irene Montero (por entonces todavía no portavoz de Podemos) mantienen una relación sentimental:
El momento en el que Arcadi corrobora el romance Iglesias-Montero.
Este 21 de febrero de 2017 Espada no se ha podido resistir a escribir en su columna del diario El Mundo al respecto, cargando contra el líder del partido y su nuevo número dos, la flamante portavoz en el Congreso colocada por el Consejo Ciudadano en sustitución del derrotado y purgado Errejón.
El texto de Espada acusa al ‘matrimonio Ceausescu’ de no haber explicado su relación amorosa públicamente antes de esta contratación, que colocará a Irene Montero en el escaño de al lado de Iglesias en la Cámara Baja, a la vista de todos los españoles —Como un puño–:
Este asunto del jefe del partido Podemos que ha contratado como número dos a su prometida (que no jurada) realza de modo insospechado las viejas formas de la declamación burguesa. Número 1 y Número 2 son compañeros sentimentales.
Arcadi además encuentra una forma de llamar la formación de este nuevo tándem según la opinión marxista:
El compañerismo sentimental permite gozar de las ventajas de la ambigüedad. No es lo mismo anunciar que uno pone de número 2 a su señora, que a su compañera. La señora suele estar más gorda. El compañerismo, además, pone cama y escaño en un mismo plano, usando una naturalidad hija de la misma madre patria o muerte. Compañero, únete, compañero bésame. ¿Nepotismo? ¡No! Se le llama, en doxa marxista, totalización.
En cualquier caso, la mayor queja del periodista consiste en que los dos jefes no han sacado su relación ‘del armario’. Con total seguridad, las hordas podemitas ahora se fijarán en Espada para apalearle, como hicieron con la revista ‘Tiempo’. Los podemitas que jaleaban los azotes a Mariló llaman machista a Tiempo por esta portada sobre Irene Montero:
Cuántas veces Número 1 no habrá exigido la desnudez de los ciudadanos, fiscal, por ejemplo, en aras de la ética. Y, sin embargo, conchabado con el compañerismo sentimental, no se ha visto obligado a exponer su público compromiso con Número 2 antes de contratarla.
Arcadi Espada cierra su columna con un palo tremendo a la conocida como ‘Yoko Ono’ de Podemos, la que separó a Iglesias y Errejón:
Por lo demás, opino que la militancia debe estar tranquila. La afectación sentimental no va a producir mayor catástrofe. Por lo que yo he observado, la competencia política de Número 2 está exactamente al mismo nivel que el resto de compañeros, Número 1 incluido.