Las medidas cautelares decididas el 23 de febrero de 2017 por las magistradas del ‘caso Nóos’ vuelven a poner patas arribas las tribunas y editoriales de opinión de la prensa de papel de este 24 de febrero de 2017. También hay alguna mención hacia la sentencia de las tarjetas ‘black’ de Caja Madrid.
Federico Jiménez Losantos, en El Mundo, destaca lo sucedido en el ‘caso Nóos’ y lo resume de una manera muy particular:
A Borbondanga1 la sentencia le sale a devolver, así que han ganado dinero, por eso se reía al salir del juzgado.
El editorial de El Mundo habla tanto del ‘caso Nóos’ como el de las tarjetas black de Caja Madrid y destaca que se ha hecho justicia, aunque con un pelín de demora:
Hay que felicitarse porque la Justicia, aunque lenta en ocasiones, ha cumplido con su deber.
Santiago González considera que Pedro Horrach se llevó otro varapalo con las medidas cautelares decididas para Iñaki Urdangarin, aunque parece que tampoco le cogió de sorpresa:
Algo debía de maliciarse cuando rebajó el ingreso en prisión a prisión eludible mediante fianza.
Raúl del Pozo afirma que en España vivimos una doble baremación o percepción de la Justicia, la de los tribunales y la de la calle:
Las calles se han transformado en platós con guillotinas mediáticas donde se abuchea a los enemigos del pueblo.
Ignacio Camacho, en ABC, resalta que con todas las sentencias judiciales de los últimos tiempos ahora pareciera que los ciudadanos son expertos en leyes:
Todos somos de repente expertos en derecho penal, procesal y hasta mercantil, y resumimos sumarios de miles de folios en frases de 140 caracteres sin la menor vacilación de conciencia.
Salvador Sostres critica a esa sociedad que se planta por fuera de los juzgados de Palma para pedir pena de cárcel a Urdangarin:
Hay una España truculenta, resentida y vengativa; una España Puerto Hurraco, supersticiosa y negra, con el tic de la hoguera.
José María Carrascal no entiende cómo se puede pasar de pedir 19 años de cárcel a terminar aceptando prisión provisional sin fianza:
O hubo de entrada exceso de justicialismo o de salida, exceso de clemencia.
El editorial de El País carga contra la medida de que Urdangarin pueda seguir residiendo fuera de España:
Más anómalo parece, sin embargo, que se le permita continuar residiendo en Suiza y se le autorice a comparecer una vez al mes ante la autoridad judicial.
CATALUÑA
También se sigue poniendo el foco en el tema del separatismo catalán.
Hermann Tertsch critica al Gobierno de España por prestarse a unos encuentros secretos con quienes sólo buscan romper España:
La vicepresidenta del Gobierno ha abierto despacho en Barcelona para llevar con fluidez y sigilo sus contactos con todo el elenco de unos líderes sediciosos que se ciscan a diario en las leyes españolas y la Constitución.
Carlos Herrera considera que en manos del presidente del Gobierno español está el ponerle una cortapisa al reto separatista catalán:
A poco que Rajoy siga poniendo cara de Registrador de la Propiedad la viabilidad de la gilipollez es limitada.