Como en botica, este 28 de mayo de 2017 las tribunas de opunión de la prensa de papel traen un poco de todo. Aún se habla de los atentados de Machester, hay quien decide que toca remover un poco más la fosa de Franco, seguimos a vueltas con el tema del separatismo catalán y, por supuesto, el PSOE.
Ignacio Camacho le mete una buena tunda en su tribuna de ABC al líder laborista Jeremy Corbyn por su reflexión sobre los atentados de Manchester:
Ante los atentados de Manchester, Corbyn se ha pronunciado según el manual del perfecto majadero; con el orgulloso rigor del pacifista dogmático. Le ha echado la culpa al Gobierno por los recortes de medios policiales y por combatir al Daesh en sus feudos lejanos.
Luis Ventoso se plantea en su columna por qué los medios españoles, no todos, le hacen el caldo gordo a Oriol Junqueras:
¿Por qué le hacen las televisiones españolas entrevistas de cámara a Junqueras? ¿Por qué pasteleamos acomplejadamente con un golpista?
Fernando Sánchez Dragó, en El Mundo, plantea una cuestión evidente, la de por qué no se le echó el guante a Carles Puigdemont en Madrid:
¿Por qué la Guardia Civil no detuvo el otro día en la Cibeles al capo de los golpistas en vez de dedicarse a propalar insidias sobre Cristina Cifuentes? No hay en nuestro código penal delito más grave que el de sedición.
Arcadi Espada le da un buen repaso a Carles Puigdemont que, aparte de separatista, es mentiroso supino:
Sus mentiras tienen un carácter cómico, lo sé; pero es que el cómico es ahora presidente de la Generalidad y resulta obligatorio ocuparse.
El editorial de El Mundo alaba a Rajoy por mantenerse firme frente al reto separatista:
Puigdemont condiciona cualquier acercamiento a la aceptación del referéndum -una opción que no cabe en la Constitución- y Rajoy acierta al manterse firme en la defensa de la legalidad.
Curry Valenzuela, en ABC, considera que al PP no le ha venido del todo mal la derrota de Susana Díaz en las primarias del PSOE:
Esas conversaciones privadas que en los últimos meses ha mantenido la presidenta andaluza con Mariano Rajoy impedían a su formación atacar sin piedad a la lideresa andaluza.
Alfonso Ussía le mete un buen palo a Pedro Sánchez por su plurinacionalidad:
Los que quieran morir plurinacionales que lo hagan, por mí no hay inconveniente. Los gilipollas también tienen derecho a descansar en los cementerios.
El País, en su línea, con los asuntos de la más ‘rabiosa’ actualidad. Esta vez, vuelta a las trincheras franquistas:
¿Será alguna vez posible que los demócratas unan de una vez sus fuerzas para cerrar los estertores que quedan de aquella aciaga dictadura?