Ignacio Echeverría es el nombre que más se repite este 8 de junio de 2017 en las tribunas y editoriales de la prensa de papel.
El asesinato del héroe español al intentar evitar el apuñalamiento de una mujer en los atentados de Londres del 3 de junio de 2017 da a los columistas para darle duro a las autoridades británicas y también para saldar cuentas pendientes con compañeros y/o adversarios de la profesión:
Palo en el editorial de El Mundo al diario de Eduardo Inda, Okdiario, aunque no lo nombra:
Como medio de comunicación responsable, el único protocolo que hemos seguido ha sido el de publicar la noticia de la muerte de Echeverría cuando hemos tenido la confirmación oficial tanto del Ministerio como de la familia, a pesar de que desde el lunes existían ya indicios de la fatal noticia. A una negligencia policial no debe acompañarle otra periodística.
Luis Ventoso, en ABC, se acuerda de la periodista Ana Pastor y no precisamente para regalarle los oídos con piropos:
No le haremos el honor de citarla, pero qué perversión moral y qué rampante estupidez la de esa conocida periodista de la televisión pro-Podemos que llamó asesinos a los policías que detuvieron la masacre del Borough Market. Y ahí sigue todavía.
Isabel San Sebastián hace un elogio post-mortem de Ignacio Echeverría:
Si en el mundo hubiese más valientes cortados por ese patrón, los yihadistas que ansían destruir nuestra civilización no conseguirían sembrar el pánico tan fácilmente. Tendríamos la guerra ganada.
Ignacio Camacho valora el arrojo que tuvo su tocayo para no mirar hacia otro lado con los terroristas yihadistas:
Ignacio Echeverría es el reverso de la foto ignominiosa de París: un tío que eligió pelear en solitario cuando de haber huido hoy estaría relatando su experiencia sano y salvo.
Mayte Alcaraz critica la inoperancia de las autoridades británicas con el caso de Ignacio Echeverría:
Si Ignacio fuera británico y el inexplicable hermetismo fuera español, arde el Gobierno.
El editorial de La Razón recuerda que aunque las autoridades británicas han pecado de inoperancia, no hay que olvidar que los responsables del fallecimiento de Ignacio Echevarría son los terroristas yihadistas:
No se trata de confundir responsabilidades, porque los únicos culpables de la tragedia fueron los terroristas, pero sí de exigir eficacia política y profesional cuándo y dónde cabe hacerlo.