EDITORIALES Y COLUMNAS CRÍTICAS A FAVOR DEL SECTOR CRÍTICO DEL PDCAT

La Vanguardia abandona a su suerte a ‘Cocomocho’: «Da miedo a los catalanes, no al Estado»

Sobre la ley de referéndum dice que "elega el interés colectivo en favor del partidista"

La Vanguardia abandona a su suerte a 'Cocomocho': "Da miedo a los catalanes, no al Estado"
Soraya Saenz de Santamaría, el conde Godó y Carles Puigdemont.

El problema es que Puigdemont se está quedando solo en su propio partido

La Vanguardia mira con recelo a Carles Puigdemont. No le gusta nada la deriva populista y caciquil de este aspirante a Maduro que aplasta a los disidentes de su partido como hizo con Jordi Baiget. Da gracia ver como critican ahora la locura separatista que ellos mismos avivaron en 2012 con portadas como ‘Catalunya dice basta’.

Se huelen en el diario de Godó que ‘Cocomocho’ ha cometido un error garrafal con la decapitación de Baiget. Hasta Toni Puigdverd ha dejado de lado sus obsesiones con el Franco para advertir con este puñetazo en la mesa de Puigdemont «podríamos haber entrado en una nueva etapa: la de la rendición patética. La reedición del 6 de octubre de 1934, cuando los catalanes arrebatados abandonaron a Companys».

¿Se imaginan a la banda de ‘Cocomocho’ escapando por las alcantillas como Denças? Sería memorable. Ver la guillotina besando el cuello de un convergente de pura cepa como Baiget y a Puigdemont entregado a la CUP y a ERC fue demasiado para La Vanguardia. Y eso ha provocado que le abandonen, como abandonaron a su adorado Artur Mas cuando se echó a los brazos de la CUP.

La cronista política Lola García avisó que Puigdemont había hecho un flaco favor a su partido. «La CUP exigió la dimisión de Baiget y le fue servida en bandeja (como en su día se le brindó la de Artur Mas). ERC actuó ayer en público con prudencia, aunque es evidente que la baja de un conseller del PDECat le proporciona a los republicanos una pátina de independentistas insobornables frente a los dudosos exconvergentes. El caso de Baiget contribuye a apuntalar esa tesis».

El problema es que Puigdemont se está quedando solo en su propio partido, como cuenta Toni Bolaño en La Razón: «El PDCAT es un cadáver, aquí ya no manda nadie», le cuentan fuentes del partido.

«Damos miedo, y más miedo que daremos», exclamó Cocomocho ante medio millar de alcaldes reunidos en el paraninfo de la Universitat de Barcelona. A Rafael Jorba, articulista de La Vanguardia, no le parece que sus palabras hayan hecho mella en el Estado, «pero sí en los ciudadanos de Catalunya que no piensan como él o que se atreven a verbalizar en público sus dudas, como el caso del ya exconseller Jordi Baiget».

La llamada revolución de las sonrisas enseña su verdadero rostro: la independencia exprés se está poniendo en marcha con una calidad democrática bajo mínimos. Basta con leer los borradores de las leyes de desconexión y el texto de la ley del Referéndum para constatarlo.

La Vanguardia le atizó con saña por la ley del Referéndum que según el editorial del 5 de julio de 2017 «se revela como un instrumento al exclusivo servicio de la causa independentista. Todo denota en ella más urgencia partidista que equidad y consistencia jurídicas».

‘Frankestein’ anda suelto y el conde no quiere saber nada con que le pregunten si esa bestia que rebuzna y da cabezazos es suya…

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Autor

Luis Balcarce

De 2007 a 2021 fue Jefe de Redacción de Periodista Digital, uno de los diez digitales más leídos de España.

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