El artículo de hace varias semanas donde Javier Marías afirmaba que para él Gloria Fuertes no era una grandísima poeta y por el cual las hordas feministas cayeron sobre el columnista de El País sigue dando que hablar–Las hordas feministas caen encima de Javier Marías por meterse con Gloria Fuertes –.
Y es que entre todas las reacciones que ese artículo despertó hay una especialmente relevante que por aquel entonces pasó desapercibida: la del secretario general de Podemos Pablo Iglesias, donde parece insinuar que para él Marías es un «pollavieja»–Las hordas podemitas acosan a Javier Marías por comparar al partido de Iglesias con la Falange–.
No sé dónde leí que lo contrario a «millennial» es «pollavieja»…Pero hay que ver qué bien escribe Javier Marías ? https://t.co/XOLlQ7dIr5
— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) 25 de junio de 2017
Así al menos se lo ha tomado el propio Marías, que este domingo 16 de julio de 2017 escribía en el suplemento dominical del diario de Prisa un texto titulado ‘Sospechosas unanimidades’ donde recuerda el calvario que él y otros pasaron en su época cuando se atrevieron a enfrentarse a Camilo José Cela en plena campaña para la consecución el premio Nobel y por el cual sufrieron represalias.
En un momento determinado, afirma Marías:
En España siempre comete sacrilegio quien disiente de la Guardia de las Esencias y los Lugares Comunes de cada época; quien lleva la contraria, quien expresa una opinión disonante del absolutismo biempensante.
Hoy cualquiera puede decir lo que le parezca de Cela sin que pase nada; pero, si se cuestionan otras personalidades, «valores», costumbres, tótems, creencias, o se defiende lo anatematizado por la Guardia actual (qué sé yo, los toros o el tabaco o la circulación de coches), se levantan pelotones de fusilamiento verbal, por lo general en forma de tuits.
De la degradación intelectual de nuestro tiempo da cuenta que, si en 1987 me enfilaban críticos y escritores, hoy mi más obsesivo detractor sea el nuevo Paco Martínez Soria (tan gracioso como el genuino, y de su escuela), y que el más voluntariosamente ofensivo sea el líder de Podemos, quien al parecer me llamó «pollavieja» en un meditado y estiloso tuit, emulando con éxito a Trump. (Imagínenlo llamando «coñoviejo» a una columnista.)
Wyoming entierra para siempre la imagen de Iglesias con un rap descacharrante
La primera alusión del académico iba contra el humorista Joaquín Reyes, que aludió a su ataque contra Fuertes en una carta publicada en el mismo diario El País donde le recomendaba descansar de su labor «como cascarrabias»–Joaquín Reyes le mete un estacazo en casa propia a Javier Marías–.
Pablo Iglesias, lejos de matizar sus palabras o disculparse, lo que ha hecho en esta ocasión ha sido escudarse en las palabras de otros para hacerlas suyas. Esto es, retuitear a otro donde se afirmaba que «no hay nada más pollavieja que picarte porque te llamen pollavieja, Javier Marías». Este es el nivel.
¡No hay nada más pollavieja que picarte porque te llamen pollavieja, Javier Marías!
— Miguel de Ceяvantes (@CervantesFAQs) 16 de julio de 2017