Brutal revolución la que han aplicado Antonio Caño y Juan Luis Cebrián en El País, que deja dos grandes movimientos que ha sorprendido a propios y extraños: Fernando Garea deja de ser el encargado de la información parlamentaria y Anabel Díez dice adiós a la actualidad del PSOE después de muchos años siguiendo de cerca a los socialistas–¡Señores, este es el director de El País, Antonio Caño!: «No suelo hablar de política»–.
Garea, una de las firmas de mayor prestigio gracias a su labor como cronista parlamentario, pasará a engrosar el departamento de reportajes, tal y como adelanta Vozpópuli, lo que supone, según esta misma información, un destino de menor importancia y relevancia dentro del organigrama del diario–Antonio Caño no quiere seguir los mismos pasos que García-Abadillo y se pone al frente de la transformación digital de El País–.
Compañeros de profesión e incluso políticos han lamentado la decisión de Caño y Cebrián:
El Congreso se queda sin @Fgarea.
Lo echaremos de menos.
Mucho.— Rodrigo Blázquez (@RodrigoBlazquez) 24 de julio de 2017
Qué gran cronista parlamentario perdemos con la marcha de @Fgarea. Yo me quedo sin un maestro de la profesión y el mejor compi de pasillo.
— María Llapart Varona (@LlapartVarona) 24 de julio de 2017
Qué gran cronista parlamentario pierde el Congreso con la marcha de @Fgarea. Un ejemplo en todos los sentidos. Suerte.
— Gabriel Rufián (@gabrielrufian) 25 de julio de 2017
No terminan ahí los cambios. Anabel Díez se despide de la actualidad del PSOE para firmar a partir de ahora las noticias relacionadas con el Gobierno, mientras que Juan José Mateo deja de seguir a Ciudadanos para ejercer de cronista del PP.
El hasta ahora cronista de los populares, Javier Casqueiro, asume a partir de ahora la información de Asuntos Exteriores.
Elsa García de Blas, que hasta ahora seguía a Podemos, junto a Jordi Pérez Colomé, aterrizado procedente de ‘El Español’, sustituyen a Díez en la labor relacionada con la información del PSOE–Antonio Caño: «Me incomoda que digan que El País es un periódico de izquierdas»–.
Un trabajo complicado porque las relaciones del rotativo con la cúpula socialista ya no recuerdan en nada a los días de vino y rosas que vivieron los socialistas con el grupo fundado por Jesús de Polanco. Desde las páginas de El País pudieron leerse los titulares más salvajes en contra de Pedro Sánchez durante su primera etapa como secretaria general socialista, algo que llevó a muchos lectores a protestar e incluso a darse de baja como suscriptores–Antonio Caño dice ahora que sus ataques a Pedro Sánchez se debieron a haber sido «presa de la efervescencia»–.
A José Marcos le ha caído el ‘marrón’ de hacerse cargo de la información morada, dada las tensísimas relaciones que mantienen la cúpula de los podemitas con los mandamases del grupo Prisa y que alcanzó su cénit con la inclusión del presidente Juan Luis Cebrián en el ‘Tramabús’ que Pablo Iglesias y los suyos sacaron a las calles para denunciar lo que ellos llamaban ‘la trama’–Un accionista cabreado de PRISA se pica con Cebrián: «A una periodista de El País se la despidió por denunciar abusos laborales»–.
