Tras conocerse la sentencia de un juzgado de Zamora, que condena al periodista Hermann Tertsch a indemnizar al padre de Pablo Iglesias con 12.000 euros por intromisión al honor de su familia, una gran parte del columnismo patrio ha cerrado filas en torno al de ABC.
El propio Tertsch ha agradecido el apoyo de todos ellos, que han dedicado sus respectivas columnas a poner en alerta a la población ante lo aleatorio de la sentencia.
Gracias a Gabriel Albiac por su menciones y apoyo. Él sabe bien de técnicas de linchamiento y censura desde el XVII. pic.twitter.com/lWWJwLwTRQ
— Hermann Tertsch (@hermanntertsch) 31 de julio de 2017
Gabriel Albiac escribía:
Las eminencias populistas andan demasiado ocupadas en reivindicar el honor de sus abuelos contra el relato de Hermann Tertsch: reinventarse la ideologizada matanza vecinal a la cual damos solemne nombre de guerra civil, parece acunar sus dulces sueños épicos. La historia real no les concierne.
Ramón Pérez Maura, bajo el título ‘No callaremos’, ponía en cuestión el procedimiento y ponía los puntos sobre las íes, esto es, existen sospechas y alguna que otra evidencia de que lo que se intenta es cerrar el pico al disidente:
Ha sido ésta una causa verdaderamente extraña. Primero porque el padre del secretario general de Podemos presentó su demanda en los juzgados de Madrid, como es lógico por ser esta ciudad la sede de ABC y, sorprendentemente, el tribunal declaró su «incompetencia territorial» y lo despachó a Zamora, residencia del demandante al que no se le debía haber ocurrido acudir directamente al juzgado allí.
[…]
Al fin la sentencia conocida ahora condena a Tertsch a pagar la indemnización referida y los costes del proceso y «a retirar a su costa de la web y del caché el artículo referido».
No entraré en lo del caché, porque en el diccionario de la Real Academia Española no hay más que dos acepciones de «caché»: la cotización de un artista y la distinción o elegancia de una persona. Y como el pobre Tertsch tenga que hacerse cargo de la distinción y elegancia de la familia Iglesias le aconsejo que opte por pedir conmutar la pena por una de cárcel.
Dos minutos le bastan a Ana Oramas para destrozar al «machista» de Pablo Iglesias
En cuanto a lo de retirar el artículo de la web, aquí ya hemos llegado a la censura más absoluta, una que supera lo que vemos en Venezuela. ABC es un diario publicado en papel. Los diarios en papel tienen una hemeroteca que sólo se censura en regímenes como el de la fenecida Unión Soviética.
Sobre lo veraz y lo inexacto
Gratitud a IgnacioCamacho que recuerda la constitución a Iglesias y a la juez de Zamora. pic.twitter.com/SbYBsqdgn6— Hermann Tertsch (@hermanntertsch) 31 de julio de 2017
Ignacio Camacho, compañero de tribuna de Tertsch, escribía ‘Sobre lo veraz y lo inexacto’:
Nadie es responsable, faltaría más, de lo que hicieron sus padres, abuelos o antepasados. Pero la Historia es como es, no como nos gustaría que hubiera sido, y si la saca criminal existió y Manuel Iglesias tuvo alguna parte en ella, el relato de Hermann es sustancialmente veraz aunque sea parcialmente inexacto.
Mi gratitud a Federico Jiménez Losantos es mucha. Por mucho.
La vergonzosa sentencia contra Hermann Tertsch https://t.co/LCzubP7ioE— Hermann Tertsch (@hermanntertsch) 30 de julio de 2017
Federico Jiménez Losantos hacía remover conciencias y los cimientos de las redes sociales con su artículo de apoyo a Tertsch en Libertad Digital:
¿Niega estos hechos la sentencia zamorana? No, se acoge a una excusa técnica de Iglesias II: que Iglesias I, el chequista, fue condenado a 30 años por rebelión militar y no por los crímenes cometidos junto a su cuadrilla, denunciados y respaldados por testigos. ¿Y por qué no denunció Iglesias II a lagaceta.es ni a Villafranca hoy, sino, tiempo después, a Hermann Tertsch y al ABC? Pues porque no se trata de defender el honor, si honor tuviera el delito, sino para meter miedo a los críticos de Iglesias III.
Un oficio justiciable
Santiago González
Mi gratitud a quienes me apoyan y ven que mi caso puede ser el suyo pronto. https://t.co/JL9fMDWBfs— Hermann Tertsch (@hermanntertsch) 31 de julio de 2017
Santiago González decía en El Mundo que:
Este está volviendo a ser un oficio arriesgado. Hay que destacar la actitud del diario ABC al recurrir la sentencia. Tertsch se vería en un problema si no contara con el respaldo de su medio.
Para afrontarlo con dignidad y con toda la seguridad posible, debería instituirse un Comité de Seguridad Informativa, ante el que los periodistas en nuestros variados oficios pudiéramos presentar nuestras crónicas, entrevistas y artículos de opinión, tal como se hacía en la dictadura, entre 1938 y la Ley de Fraga que suprimió la obligatoriedad de la censura previa y aquella figura que se llamaba ‘consulta voluntaria’.
A mí ya me gustaría contar antes de publicar este comentario con un buen Comité de Salud Informativa, quizá una docena de jueces para la democracia, con la encomienda de ‘Táchese lo que no proceda’, que va estando uno muy mayor para disgustos. Mientras, seguiremos haciendo lo que sabemos. Como dice Pérez Maura ‘no nos callarán’. Quevedo hace ya cuatro siglos: «no he de callar, por más que con el dedo». La libertad de expresión es lo que tiene, que una vez que se le coge el tranquillo ya no te callan ni atiborrándote de polvorones.