Cataluña vuelve a estar hasta en la sopa este 6 de septiembre de 2017 en las tribunas de opinión y editoriales de la prensa de papel. En esta jornada está previsto, salvo cambio de última hora, que el Parlamento catalán dé vía libre a esa consulta del 1 de octubre de 2017.
Federico Jiménez Losantos, en El Mundo, critica a la Fiscalía, concretamente al Fiscal General del Estado, por llenarse la boca al hablar de una España indivisible estando latente e in crescendo el separatismo catalán:
¿De qué España habla ahora? Patria común es y será; indivisible, no. Ya está dividida, rota, sin que los políticos y sus sumilleres hagan nada. Flaco consuelo es que, sin España, todos ellos también se irán al guano, sin honra y sin pensión.
El editorial de El Mundo resalta la histriónica reacción de Puigdemont y Junqueras al conocer que a Artur Mas y a otros cargos les piden cinco millones de euros por colocar urnas el 9 de noviembre de 2014:
Los dos pilotos del mayor golpe a la legalidad vigente desde la intentona de Tejero se quejan ahora de que el Gobierno vulnera el Estado de Derecho. Se diría que el fervor nacional limita con el bolsillo del falso patriota en el mismo momento en que un tribunal tasa el importe en líquido de su sacrificio, hasta entonces puramente retórico. En este caso, son cinco millones a repartir entre 11 bolsillos.
Santiago González es muy claro y pide a la Fiscalía que proceda sin duda alguna contra los separatistas:
Hoy es el día ‘D’. Vencidos ya los últimos restos del pudor por la cuadrilla de desaprensivos que está al frente de las instituciones catalanas, la Comunidad Autónoma se ha lanzado por la pendiente del esperpento. Es el único fin posible de un viaje tripulado por una cuadrilla de frikis, piensen en Carles Puigdemont, Oriol Junqueras, Jordi Turull, pobre Turull, Carme Forcadell, Marta Rovira.
Hoy puede ser un gran día, en el que el parlamento de Cataluña se adelante al 1 de octubre, proclamando su independencia y situándose fuera de la legalidad constitucional. Fiscal general, proceda, haga el favor.
Raúl del Pozo sacude a un Pablo Iglesias que sigue sin definirse sobre Cataluña:
Había empezado diciendo que no quería que Cataluña se fuera de España pero que apoyaba el referéndum lo cual es una peripatética contradicción. Esas contradicciones y confusiones, esas piruetas tácticas para conectar con las mareas y nubarrones, han contaminado a su partido.
El editorial de ABC exige al Gobierno de España una reacción diferente a la que tuvo el 9-N con Cataluña:
Es momento de cambiar los discursos. La reacción al proceso independentista ha encerrado a los grandes partidos en un lenguaje repetitivo y carente de mensajes específicos que animen a la movilización de los catalanes no nacionalistas y hagan temer a los separatistas las consecuencias de su comportamiento. No tiene sentido repetir las mismas advertencias que fracasaron frente al 9-N.
Ignacio Camacho se abona a la tesis de que el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, no hará nada contundente para evitar la consulta del 1 de octubre de 2017:
Informes de inteligencia advierten del riesgo de borroka en busca de una tragedia y el Gobierno no piensa mancharse las manos en ese aquelarre. La intención del presidente es ganar evitando una goleada humillante. Y no parece preocupado por la posibilidad de que muchos de sus electores se queden, tras el descontado ‘folklore’, con la amarga sensación de un empate.
Rosa Belmonte se mofa de lo que está pasando en Cataluña y lo ejemplifica con la situación que vive un Barcelona donde se van las estrellas y nadie quiere fichar por los culés:
A Cataluña le pueden pasar cosas horribles. Vale, ya le pasan, pero empeoran con cada rueda de prensa de Puigdemont y Junqueras. Una no menor es que a Messi se le hinchen las narices y se vaya.
Ignacio Ruiz Quintano opina que el Gobierno no está por la labor de impedir el 1 de octubre de 2017:
Ante la sedición catalana, las promesas de «diálogo» del gatopardismo mariano, las «medidas secretas» de María Soraya y el órdago del cura encampanado en Gerona son lo mismo: chapoteo en la sopa primordial del consenso, esta ideología socialdemócrata que consiente la transgresión, mas no el disenso.
El editorial de La Razón le recuerda a Puigdemont y compañía lo que pasa cuando se perpetra una ilegalidad:
En este sentido, la convocatoria de la consulta separatista llevada a cabo el 9 de noviembre de 2014, fue una acción delincuencial, que causó un perjuicio grave a la hacienda pública y que el Tribunal de Cuentas, con independencia de cualquier otra consideración penal o administrativa, no puede pasar por alto.
Julián Cabrera le dice al Ejecutivo de Rajoy que ha pecado de optimismo sobre el separatismo catalán:
No era souflé, es toda una ‘olla aranesa’ que ahora habrá que deconstruir.
En El País, Francesc de Carreras tira de historia para decirle a los separatistas catalanes que hace casi 100 años quienes intentaron la sedición acabaron en la cárcel:
Si todo sucede como está previsto, el nuevo 6 de octubre, esta vez postmoderno, tendrá lugar hoy, 6 de septiembre. Por cierto, en 1934 los protagonistas de aquel intento de golpe de Estado acabaron todos en la cárcel, procesados por las autoridades judiciales de la República.