Con el artículo 155 en el horizonte, algunos se arrugan. Y no hablamos de los podemitas ni de los tertulianos de laSexta. Hablamos de uno que escribe en COPE y ABC. Se llama Salvador Sostres, y ha sacado la bandera blanca. La de los complejos. Éste, que fue independentista, propalestino y de izquierdas hasta hace dos días, ahora pide «diálogo».
«Después de ocho años y medio de escribir en el Avui, y de comprometerme con la independencia de Cataluña, después de ocho años y medio de creer que Convergència era el único partido presentable y Mas su mejor líder, llegó el trágico momento en que Dios atendió mis plegarias y me dio lo que tanto le había pedido. No he tenido en mi vida una mayor decepción», escribió en 2014.
Este 12 de octubre en la tertulia de Carlos Herrera no paró de decir que ‘cuidado con el 155, que es de muy difícil aplicación…’. Vamos, que se rajaba. (Por cierto, lo mismo que decía Herrera hasta no hace mucho).
Y ahora lo plasma –para utilizar un término rajoyniano– en un artículo de ABC donde viene a decir que «el Gobierno tendría que valorar con frialdad la eficacia que podría tener aplicando el artículo 155: no sólo poniéndolo en marcha, sino en la labor concreta de hacer efectiva cada medida».
Tal como el 1-O pudimos ver que cada vez que corría la noticia de una carga, más gente acudía a los colegios para protegerlos; para detener a Puigdemont o a Junqueras, las fuerzas y cuerpos de seguridad encargados de hacerlo tendrán que enfrentarse a miles de catalanes que irán a defenderles y a varios miles -entre cinco y siete- de agentes de Mossos d’Esquadra que si el Estado asume su mando se declararán en rebeldía y guardarán lealtad al presidente de la Generalitat. España podría tener su Vietnam en Cataluña y no hacen falta millones para desatarlo. Con cien mil hiperventilados basta para sembrar el caos y el independentismo los tiene.
Siendo indiscutible que la legalidad, la legitimidad, el derecho a defenderse y hasta el más elemental sentido común están de parte del Gobierno y del Estado; y siendo igualmente evidente que Puigdemont y la CUP no han dejado de querer lo que querían, si abrir un periodo de diálogo sirve para ganar tiempo y bajar la temperatura no tendría que despreciarse como opción aunque sólo sea porque si España pierde la próxima batalla -como perdió el 9 de noviembre y el 1 de octubre- será la última.
Dos parrafitos que denotan miedo y complejo. El que le ha respondido con contundencia ha sido su compañero de ABC, Hermann Tertsch,
No, amigo Sostres, no nos vas a convencer de que sería Vietnam que los españoles apliquen la ley en su territorio. https://t.co/3NvJm0XFcS
— Hermann Tertsch (@hermanntertsch) 13 de octubre de 2017
El gobierno tiene que intervenir de inmediato. Ningún país que se respete puede tolerar estas ridículas maniobras con su soberanía.
— Hermann Tertsch (@hermanntertsch) 10 de octubre de 2017
Sostres debería convencer a otros de que cumplan la ley,no al gobierno de dar impunidad con “diálogo”para aceptar un poco de golpe de estado
— Hermann Tertsch (@hermanntertsch) 13 de octubre de 2017