Aquellos que leen a columnistas al servicio de la causa victimista del independentismo catalán ya están acostumbrados a que el resto de españoles sean una panda de racistas anti-catalanes: «la catalonofobia es el cemento de la unidad de España», dijo Francesc-Marc Álvaro en La Vanguardia.
Es decir que los españoles somos racistas por el hecho de ser españoles, y además ladrones, como dicen tipos como Joan Oliver en RAC1 o Toni Alba (otro de los que cobra de todos los catalanes vía TV3).
Ahora parece que los ‘gurús’ del independentismo victimista al calificar a España, junto a lo de racista y ladrona, ahora quieren añadir otro nuevo atributo a España: violenta.Los digitales del odio que alimentaron el golpe separatista y que se hicieron de oro con el ‘procès’
«La violencia es rojigualda» titula Josep Lluis Carod Rovira (ex líder de ERC y tertuliano habitual en TV3) su último artículo en Nació Digital. «Todas las expresiones de violencia que se han producido en este país [por Catalunya] provienen del ámbito español».
«El 1 de octubre la violencia llegó a Cataluña vestida con uniforme y golpeado a porrazos la multitud de pacíficos ciudadanos (…) La brutalidad policial, el vandalismo con correaje, adquirió unas dimensiones de salvajismo, relleno de odio étnico acumulado durante siglos» [Del resto de España contra Catalunya, se entiende].
Los digitales del odio que alimentaron el golpe separatista y que se hicieron de oro con el ‘procès’
«La impunidad con que campa la agresividad institucional ha permitido que salga a la superficie un alma franquista española, autoritaria, rancia, antidemocrática, nacionalista española, anticatalana, directamente, nazi».
Vamos, que según Carod Rovira se diría que todos los españoles (incluidos los catalanes no indepes) guardan esvásticas debajo de la almohada.
¿Pero es sólo cosa de él? Parece que no. El mismo día y en otro digital, El Nacional.cat, Jordi Graupera escribía lo mismo.¿Hasta cuándo hay que seguir subvencionando digitales golpistas?: «España solo sabe responder a palos»
Graupera, tertuliano habitual en TV3 o RAC1 está dentro de ese clan de jóvenes intelectuales anti-españoles que desembarcó en los medios de comunicación conforme se popularizaba el procès (junto a Enric Vila o Bernat Dedéu) y que hace unas semanas hizo un llamamiento en Ara a que fueran los ciudadanos civiles los que salieran a la calle a defender a los políticos independentistas para evitar su detención. —Graupera, en la BBC: «El Gobierno español quiere aterrorizar a los políticos catalanes»—
Si Carod habla de una España que siente ‘odio étnico’ a los catalanes, Graupera en su último artículo dice que España: «Quiere controlar Catalunya y exprimirla hasta la última gota».
Graupera: «Al final de todas las negociaciones está España con una pistola»
Según Graupera la única duda de proclamar la independencia era si España «dejaría campar libremente sus hordas de neonazis» contra ellos, insinúa la posibilidad de que causen muertos y le queda tiempo para hablar de «la dinámica amo-esclavo hegeliana» que, según él es lo que explica la unidad de España, «el esclavo se hace cargo de las violencias del amo como propias, y el amo se desfigura y pervierte hasta el auto-odio más profundo».
¿Sigue? Sigue: «Al final de todas las negociaciones, al final de todas las elecciones y relaciones de fuerza, está el Estado [Español] con una pistola, está en la base de toda de la política catalana de los últimos 40 años. Esta es la razón por la que existe el artículo 8 de la Constitución, el que dice que es tarea de las fuerzas armadas garantizar la unidad de España: para hacer explícito y que a nadie se le olvide esta amenaza».
Para que la ofensa no se quede a medias, Graupera dice que la mera existencia de España se debe a la represión: «España es un estado unido porque ganaron la guerra del 36, y todas las anteriores hasta el siglo XVII».
Es bonito pensar que gente con tan buen talante como Graupera o Carod sean habituales en la televisión pública que pagan todos los catalanes (sean o no independentistas).
Sin olvidar que gran parte de la financiación de sus digitales, también es pública (especialmente cantoso el caso de Nació Digital donde el 92% de sus ingresos es por publicidad institucional). Qué contentos se habrán quedado al saber que la ‘intervención’ del Estado no les ha impedido seguir recibiendo el maná público.
Los terroristas ‘compañeros de viaje’ del procés independentista en Cataluña
