«Es un hombre de otra época, acostumbrado a un mundo de relaciones que pensaba que le iban a proteger toda la vida», dice un banquero que conoce bien a Juan Luis Cebrián. Niño mimado del franquismo y la Transición, una vez que él nos trajo la democracia fue temido y adorado por el establishment a partes iguales. Como le dijo Jesús Polanco a Villalonga: «Juan, tú no sabes todavía lo que es un editorial de El País’.
En este libro titulado ‘PRISA: Liquidación de existencias’, editado por FOCA, Luis Balcarce, jefe de redacción de Periodista Digital, intenta aportar inéditas revelaciones sobre el pacto de sangre entre Juan Luis Cebrián y Jesús Polanco en los inicios de El País, la historia oculta del asalto al poder de Polanco en el accionariado de PRISA a comienzos de los años 80 y la verdadera historia de la ‘Operación Trevijano’, el abogado republicano perdió su pulso frente a ‘Citizen Polanco’.
También busca desenterrar ‘El Antenicidio’ para investigar y desvelar quién fue el verdadero cerebro de esa operación mediática que permitió que el PSOE de Felipe González ganara unas elecciones que tenía perdidas.
Este ejercicio de fascinante de arqueología periodística lleva a desclasificar el caso Sogecable. Nadie había contado hasta ahora que el protector político de Cebrián y Polanco había sido Jordi Pujol y cómo intercedió ante Aznar para que se libraran de ir a la cárcel por apropiación indebida y estafa. Pero las pesquisas del caso Sogecable revelaron algo sorprendente: la estremecedora confesión que me hizo Gómez Liaño: «Hubo jueces que recibieron ‘distracciones’ por parte de Polanco»
La bochornosa cobertura mediática que hizo la SER del 11-M informativo no fue para salvar la cara del Gobierno de Aznar sino porque en las jornadas de asedio de la sede del PP se produce algo que tiene un efecto simbólico brutal visto años después: PRISA le pasa el testigo a la izquierda radical de Podemos en la labor de destrucción de la idea de España. Los que gritaban «Aznar, asesino» delante de la sede de la calle Génova el 13-M se convirtieron años después en la tercera fuerza política en el Parlamento español.
EL FIN DE LA ETERNA ‘BARAKA’ DE ‘EL INSUMERGIBLE’
España todavía huele a antiguo régimen. Fue el establishment nacional el que rescató a PRISA, metiendo dinero a fondo perdido. De los 434 millones de euros que invirtieron la banca y Telefónica en PRISA, se evaporaron 9 de cada 10 euros por el hundimiento en Bolsa. Los 343 millones de euros en acciones que puso la banca hoy apenas valen 30,5 millones. «Un amigo me dijo que yo era como un corcho porque siempre sabía flotar en la inundación sin hundirme nunca», le confesó Cebrián a Juan Arias. La eterna baraka de «El Insumergible».–El CEO de Prisa Manuel Mirat entierra en tiempo récord la ‘era Cebrián’ y recupera a Daniel Gavela para dirigir la SER–
Arrinconado por las presiones de la banca, se salvó por los pelos en abril de 2017 gracias a que el rey emérito Juan Carlos llamó personalmente a Isidro Fainé (La Caixa) y Ana Botín (Santander) para que aflojaran la soga de la deuda que asfixiaba al protegido de la Corona. Seis meses después Telefónica y el Santander intentaron quitárselo de encima sustituyéndolo por Javier Monzón pero Moncloa dio la cara por su buen chico Juan Luis y abortó la operación pactando una presidencia de transición con el nombramiento de Manuel Polanco, alias el «El Pacificador», que aplacara los ánimos de los rebeldes.–Polanco, Cebrián, Pedrojota… Los que elogiaban a Rato cuando les convino a sus cuentas de resultados–
Pero la ampliación de capital de noviembre de 2017 cambió las tornas. La operación fue sustentada por Amber Capital y el Banco Santander. El fondo buitre se había pedido la cabeza de Cebrián desde el minuto uno. y Ana Botín le tenía en la mira desde que impidió el aterrizaje de su candidato. «Quiere dejar la época de los tejemanejes de su padre», dicen en los pasillos del Ibex.–La ‘boda roja’ que puso punto y final al absolutismo de Cebrián en PRISA: «Tu gestión ha sido no mala sino lo siguiente»–
Business, not politics. La suerte de Cebrián comenzó a torcerse cuando Moncloa le retiró su bendición a raíz de una encuesta publicada por El País que catapultaba a Ciudadanos como ganador de unas hipotéticas elecciones generales solo unas semanas después del batacazo electoral del PP en Cataluña.–Cebrián nunca se va del todo: su obediente capataz Manuel Polanco asume la presidencia de PRISA–
Con un PP desplomándose en las encuestas, el nuevo consejo que ahora presidía Manuel Polanco tuvo claro que ya no convenía a sus intereses que El País siguiera ejerciendo de rotweiller de la vicepresidenta y que era el momento oportuno para deshacerse de un activo tóxico como Juan Luis Cebrián. Así se escribió el apogeo y la caída del niño mimado y temido del Régimen.